(Minghui.org) En un solo día de noviembre, docenas de practicantes de Falun Dafa en nuestra región fueron secuestrados y sus casas saqueadas. La semana antes de realizar las detenciones masivas, el sitio web de Minghui informó de que los funcionarios de la provincia de Heilongjiang estaban planeando una detención a gran escala de practicantes de Dafa. Entre las áreas seleccionadas se incluían Qiqihar, Daqing, Harbin y varias ciudades y condados. Nuestra región fue uno de los lugares mencionados.
El ambiente era tenso mientras los practicantes locales reflexionaban sobre si quedarse o abandonar el área. Una practicante llamada Mei (alias) me dijo: "Ve a algún lugar y ocúltate. Escuché que planean seguir arrestando a los practicantes durante los próximos cien días, hasta que se lleven a unos mil de nosotros. Pretenden hacerlo en tres rondas. También están usando programas informáticos de comunicación. No te arriesgues a ser arrestado, ten cuidado".
Después de que comenzaron los arrestos, Mei vino de nuevo para hablar conmigo. Dijo que algunos practicantes habían cambiado sus teléfonos celulares y tarjetas telefónicas, mientras que otros habían abandonado las áreas seleccionadas.
En mi familia, todos son practicantes, y pensaba que teníamos la situación bajo control, sin embargo, me costó mucho decidir si debíamos irnos o quedarnos. Pensé: "Tal vez debería irme rápidamente. La policía llegará en cualquier momento". Entonces pensé: "Soy un practicante de Falun Dafa. Cuando Dafa está siendo atacado, ¿no es esto una prueba para ver si puedo tratarlo con pensamientos rectos? Si huyo, ¿no es ser egoísta? Solo debería confiar en el Maestro (el fundador de Falun Dafa)".
Después de pensarlo seriamente, decidí quedarme. Me arrodillé frente a la foto del Maestro y pensé: "Maestro, aunque no he cultivado el reino donde uno no se conmueve, siento que necesito permanecer aquí. No es porque busque consuelo o porque quiera validarme. Creo que cuando viene una interferencia necesito mostrar mi firme creencia en el Maestro y en Dafa. Por favor, dame fuerzas". Podía sentir que la sustancia del miedo me había sido quitada.
Nuestro entorno refleja nuestro estado de cultivación
Cuando reflexioné sobre mi cultivación, vi por qué la persecución estaba teniendo lugar en nuestra región.
Me preocupaba nuestro entorno de cultivación local. Si bien los practicantes estaban ocupados haciendo las tres cosas, no fuimos compasivos entre nosotros. Los practicantes y los coordinadores parecían disgustarse entre sí, y no había confianza entre nosotros.
Todos pensaban que estaban haciendo lo correcto y que lo estaban haciendo bien. Cuando hablaban de su cultivación, no miraban hacia adentro y con frecuencia se metían en discusiones. A algunos practicantes que trabajaban juntos les gustaba hablar a espaldas de los demás y hacer comentarios sobre ellos. Cuando trabajaban coordinando en proyectos, trabajaban unos contra otros, en lugar de ayudarse mutuamente. Algunos juzgaban a otros basándose en sus propias nociones, e incluso decían que ciertos practicantes eran espías o que socavaban el Fa.
Incluso los abogados que habíamos contratado para defender a los practicantes se dieron cuenta de esto. Uno de ellos preguntó: "¿Por qué los practicantes de esta región se comportan así?".
Yo tampoco me estaba comportando como un practicante debería, y sabía que nuestro estado general de cultivación no era bueno. Estaba preocupado y le dije al Maestro: "Realmente quiero cultivarme bien. Solo quiero que la gente pueda ser salvada".
El Maestro hizo arreglos compasivos para que algunos practicantes de fuera de la ciudad vinieran y ayudaran a rescatar a un practicante y a aclarar la verdad a su familia. Me conmovió, pero me pregunté por qué necesitábamos que vinieran practicantes de otra área a ayudarnos. Sentí que era porque no habíamos hecho bien nuestro trabajo. Estos practicantes también ayudaron a aclarar muchas cosas que nos desconcertaban.
En su área, estos practicantes también se habían encontrado con espías que venían a causar problemas. Pero siguieron mirando hacia adentro y vieron dónde necesitaban mejorar. No solo no movieron sus corazones, sino que también pudieron ayudar a un expracticante que se había convertido en espía a dejar de causar problemas. El Maestro nos ha dicho que quiere "...salvar a los espías, también" (Enseñando el Fa en el Fahui Internacional de Gran Nueva York 2009).
Ese practicante regresó a la cultivación, y a partir de entonces, su región ya no tuvo ninguna interferencia de los espías.
Cuando los practicantes tenían conflictos en esa área, miraban hacia adentro y nadie culpaba a otros. Atesoraron la oportunidad de interactuar entre ellos y hablar sobre los problemas que encontraron.
Después de que expusieron la persecución en su área, los oficiales locales formaron una unidad especial para perseguirlos.
Una practicante fue atacada y detenida. Le dijeron: "Tú eres la cabeza y por fin te hemos atrapado. Ya hemos decidido que serás sentenciada por lo menos a diez años".
La practicante no se movió. Mientras estaba detenida ilegalmente, miró hacia adentro y siguió enviando pensamientos rectos. Sintió que todos los guardias y policías eran personas que necesitaban ser salvadas, así que les aclaró la verdad. Un mes más tarde, incluso antes de la fecha de su juicio, fue liberada del centro de detención.
Esta practicante fue capaz de romper con los arreglos de las viejas fuerzas porque no pensó en sí misma ni en cómo evitar ser perseguida. En vez de eso, tuvo compasión por todas las personas a las que se enfrentaba, incluyendo a aquellos que la perseguían. No se quejó ni culpó a nadie. En lugar de eso, trató de salvar a todos los que conoció.
Mirando hacia dentro
Después de escuchar su historia, miré hacia atrás en mi cultivación. Aunque he ayudado a mucha gente a conocer sobre Dafa, ¿realmente me he cultivado? Rara vez miraba hacia adentro, y veía una gran brecha entre esta practicante y yo.
Aunque no tenía ningún resentimiento hacia los que me perseguían, aún tenía algunos apegos humanos y me protegía cuando les aclaraba la verdad. Todavía tenía algo de egoísmo.
Noté que muchos practicantes tenían apegos similares al egoísmo cuando hacían las tres cosas. Lo mencioné cuando hablé con varios de nuestros coordinadores. Algunos estaban conmovidos, pero otros aún pensaban que tenían razón.
Consideraba el comportamiento de todos como un espejo que me mostraba dónde necesitaba mejorar. Vi que estaba muy apegado a validarme. También vi que despreciaba a algunas personas y que tenía celos. También me gusta criticar a los demás y sentir que soy superior.
Gradualmente, dejé de analizar a los demás o de centrarme en sus debilidades. En cambio, cada vez que me encontraba con problemas, miraba hacia dentro incondicionalmente para ver dónde me quedaba corto.
Cuando estamos siendo perseguidos, si nuestro primer pensamiento es protegernos en lugar de salvar a la gente, estamos siendo egoístas. También es reconocer la persecución y seguir los arreglos de las viejas fuerzas.
El Maestro dijo: "Si quieres enderezar tu corazón, primero tienes que tener una intención sincera" (Falun Gong). Independientemente de si me estoy cultivando bien o no, el Maestro está cuidando de mí. Soy un discípulo de Dafa que vino a ayudar al Maestro a rectificar el Fa.
Un día, después de que envié pensamientos rectos, caminé hacia la ventana, y vi dos vehículos de la policía que venían por la calle. Se detuvieron en mi casa. Mi corazón estaba tranquilo y no tenía miedo. Mientras los miraba pensé: "Vienen aquí para ser salvados. Debo decirles que recuerden que Falun Dafa es bueno". Tan pronto como tuve ese pensamiento, los coches de policía se fueron. El Maestro dijo: "Decimos que lo bueno o lo malo surgen de un pensamiento” (Cuarta Lección, Zhuan Falun).
Me preguntaba por qué ocurrió este incidente. Cuando miré hacia adentro, me di cuenta de que todavía tenía algunos pensamientos negativos sobre la policía.
Recordando que debemos atesorar a otros compañeros
Les conté a otros practicantes sobre mi entendimiento de por qué la persecución se intensificó en nuestra región, y cómo se relaciona con nuestros estados de cultivación.
Señalé que estamos trabajando juntos como un solo cuerpo, por lo que no debemos culpar o criticar a otros practicantes que están siendo perseguidos. En cambio, debemos aprovechar estas oportunidades para mirar hacia adentro, mejorar y ayudar a rescatarlos.
Varios practicantes estuvieron de acuerdo con mi entendimiento, y recolectaron información detallada sobre la persecución para que pudiéramos exponerla. Ayudé hablando con las familias de los practicantes perseguidos. Cuando entendieron lo malvada que es esta persecución, dejaron de lado sus sentimientos de depresión e impotencia, y trabajaron con nosotros para traer a sus familiares de vuelta a casa.
Espero que aquellos que han sido perseguidos atesoren esta oportunidad para calmar sus mentes, mirar hacia adentro y no enfocarse en los defectos de otros practicantes. Una vez que renunciamos a nuestras nociones negativas, podemos cultivarnos genuinamente. Podremos cooperar entre nosotros y ayudar al Maestro a salvar a muchas más personas.
Si no nos examinamos verdaderamente y trabajamos juntos, no seremos capaces de rescatar a los practicantes que están siendo perseguidos, y también podemos complicar la situación, lo que hará que el Maestro tenga que soportar más sufrimientos por nosotros.