(Minghui.org) Tengo 50 años y solía ser introvertida y prefería estar sola. No me gustaba relacionarme ni hablar con la gente. Hacía las cosas a mi manera y miraba todo desde mi punto de vista. Practicar Falun Dafa me cambió drásticamente, tal como el Maestro nos enseñó a ser mejores personas siguiendo los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia.
Mi vida antes de practicar Dafa
Me casé en 1988, y pensamos vivir en el apartamento de mi marido. Sin embargo estaba muy lejos de mi lugar de trabajo, así que nos trasladamos a casa de mis padres. Mi marido tenía muy mal temperamento, y lanzaba lo que tuviera en sus manos cuando se enfadaba., así que constantemente me arrepentía de haberme casado con él. Pensaba que era mejor tener un marido discapacitado.
Me sentía afligida. Era muy guapa, de buen carácter, y bien educada, mientras que el era un rudo exsoldado. Éramos totalmente diferentes.
Él quería ir a casa de sus padres lo antes posible. Era el más pequeño de siete hermanos. A mi no me gustaba su gran familia, porque había demasiada gente y eran muy ruidosos. Tuve que lidiar no solo con sus hermanos, también con los hijos de estos.
Había tantos que no podía recordar sus nombres. Yo tenía solo un hermano y estaba acostumbrada a un ambiente menos caótico. Debido a las frecuentes visitas de su familia a menudo tuvimos conflictos.
Después, tuvimos un hijo, pero el mal temperamento de mi marido no cambió. Después de nacer el bebé, pasamos un mes en la casa de sus padres. Una persona les regaló un mono a su familia. Todos estaban contentos, pero le rompió los pantalones a mi marido y me culpó a mi, lo que me hizo enfadar.
Cuando el bebé tenía tres meses, contrajo neumonía, y una insuficiencia cardiaca por lo que fue hospitalizado. Fue un periodo difícil para mi. Mi marido superó su mal temperamento pero yo estuve molesta durante mucho tiempo. No actuaba violentamente como él, simplemente me sentía amargada y era muy infeliz. Solo tenía 20 años y me sentía muy débil. Desarrollé fiebre y tuberculosis, y a nuestro bebé tuvo que cuidarlo mi madre. Más tarde, mi marido comenzó a apostar.
Dafa cambió mi vida
Comencé a practicar Falun Dafa en 1996. Leí Zhuan Falun, el libro principal de la práctica de cultivación, el cual me ayudó a comprender que cuando uno se siente maltratado por alguien, ha tratado mal a esa persona en otra vida.
Las enseñanzas de Dafa me ayudaron a entender asuntos como la relación entre la virtud y el yeli, dando un paso atrás cuando nos enfrentamos con conflictos, apreciando las virtudes de los demás, siendo amable en lugar de sentir resentimiento, resolviendo todos los asuntos con compasión, y siempre mirando dentro.
Shifu también explicó que un matrimonio es formado debido a una relación predestinada –buena o mala- y nos enseñó a llevarnos bien.
Aunque no me gustaba hablar en el pasado, la cultivación me enseñó que si no hablaba, la gente no sabría lo que estaba pensando. Hablar podría ayudar a mover los corazones de la gente y mejorar la comunicación. Sin embargo, no tenía la confianza necesaria para abrirme, sobre todo cuando se trataba de mi marido. Intentaba por todos los medios no desencadenar su ira.
Poco a poco, fui adquiriendo una mentalidad más amplia cuando tenía una rabieta. Sin embargo, esto llevó un proceso, pero no abandoné, ya que Dafa me ayudó a cambiar. Aprendí a respetar a mi marido y a comunicarme con él. Ya no miro hacia abajo ni peleo con él.
Al final, ya no era negativa ni estaba en un estado depresivo. En su lugar, aprendí a ser más amable. Algunas veces, cuando volvía a casa y me contaba que era infeliz, lo consolaba y le sugería que tratara a los demás con amabilidad. Dejé que participara más de nuestra vida diaria.
Experimentado la armonía en la relaciones familiares
Cuando vino mi suegra, traté de encontrar la manera de hacer las relaciones más armoniosas. Le di dinero a mi suegra para los gastos diarios cuando comencé a trabajar. Cuando mi suegra se separó, los traté con amabilidad y ayudé a resolver las disputas entre los hermanos de mi marido.
A menudo le hablaba sobre la cultura tradicional china y los principios de ser un humano. Gradualmente, noté que mi marido cambiaba.
Me di cuenta de su cambio especialmente cuando me pidió que limpiara las mangas de su camisa. Había salido fuera a cenar, y el camarero no tuvo cuidado. La salsa de la sopa cayó en una de sus mangas. Y no se disculpó.
“Si esto hubiera sucedido en el pasado”, dijo: “Le hubiera regañado, pero esta tarde, no dije nada. ¿No me dijiste que fuera tolerante cuando tuviera algún conflicto?”.
Cuando hacía una cosa correcta, siempre lo animaba, cuando yo hacía algo incorrecto, me disculpaba y le pedía que lo olvidara.
No salía de casa después de trabajar, y llegaba para preparar la cena. Con el tiempo cuando yo llegaba a casa, la cena estaba preparada. También hacía los trabajos del hogar. Falun Dafa nos ha cambiado a los dos. Sin Falun Dafa, nos habríamos divorciado. Falun Dafa salvó mi matrimonio y me dio un armonioso y feliz hogar.
Los principios de Dafa cambian la vida
Shifu dijo:
“Cuando la persona atacada no siente resentimiento ni odio mientras sufre el dolor y con una sonrisa salda aquello que le hicieron, ¿no es esto cibei?” (Exponiendo el Fa en el Fahui del Oeste de los Estados Unidos, 2004).
Este era el principio de devolver una sonrisa, el principio de la compasión, que hizo que mi marido me tratara con amabilidad. Ya no presto atención a sus pequeños defectos, a su vez él me trata con consideración y amabilidad.
Solía vivir con la mentalidad de buscar conflictos –si no me tratas bien, te lo devolveré. Ahora, siempre estoy de buen humor, apreciando su trabajo duro, llevando dinero a casa para mantenerme a mi y a nuestro hijo.
Aprecio todas la dificultades que aceptó durante estos años. Soportó mucha presión y preocupaciones por la persecución a Falun Dafa, y se pregunta cuando terminará.
No hay ninguna duda en mi mente que todos estos cambios son debidos a Falun Dafa. Gracias a Falun Dafa que le ha dado una segunda oportunidad a mi familia.