(Minghui.org) Una mujer de 64 años que murió repentinamente en circunstancias sospechosas mientras estaba bajo custodia, fue sometida a la sustracción de sus órganos internos por parte de las autoridades.
La Sra. Ma Guilan fue arrestada el 4 de julio de 2018 por hablar con la gente sobre Falun Dafa, una práctica de cultivación de mente y cuerpo que ha sido perseguida por el régimen comunista chino desde julio de 1999.
Fue enviada al centro de detención de la ciudad de Qinhuangdao, donde se supo que el 17 de septiembre había caído enferma repentinamente alrededor de las 6:00 de la mañana, y que murió horas después de ser llevada al hospital policial de Qinhuangdao alrededor de las 8:00 a. m.
Según fuentes internas, varios agentes del gobierno con identidades desconocidas acudieron al hospital, le abrieron el abdomen y le extirparon los órganos internos para unos supuestos exámenes. No estaba claro a dónde llevaban sus órganos.
La familia de la Sra. Ma se negó a proporcionar información sobre su caso a la corresponsal de Minghui, probablemente por temor a represalias del gobierno. No estaba claro si sabían que sus órganos habían sido sustraídos.
Un mes antes de la misteriosa muerte de la Sra. Ma, otros dos detenidos (que se ha confirmado que no son practicantes de Falun Dafa) también murieron en condiciones sospechosas.
Algunos practicantes locales de Falun Dafa sospechan que las tres muertes pueden haber tenido algo que ver con la sustracción forzada de órganos que se está llevada a cabo con la autorización el estado chino, especialmente con los órganos de la Sra. Ma que se confirmaron que habían sido extirpados.
Según varios informes publicados en los últimos años, los hospitales de toda China siguen realizando un gran número de trasplantes de órganos bajo demanda, a pesar de la falta de sistemas de donación de órganos establecidos. Los investigadores de derechos humanos han llegado a la conclusión de que la mayoría de los órganos proceden de practicantes vivos de Falun Dafa sin su consentimiento, y que han sido sometidos a todo tipo de torturas inhumanas después de haber sido secuestrados.
Después de la muerte de la Sra. Ma, el centro de detención sufrió una reorganización de su plantilla y trajo a una gran cantidad de personal nuevo.
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