(Minghui.org) La revista Forbes publicó, el 16 de octubre de 2018, un artículo de Ewelina U. Ochab titulado:"La sustracción de órganos en China y las numerosas preguntas que deben responderse".
En el artículo, Ochab declaró que las afirmaciones de que el régimen comunista de China mata a prisioneros de conciencia y en particular a practicantes de Falun Dafa, para abastecer a su industria de sustracción de órganos, están respaldadas con pruebas contundentes.
Forbes dijo que el régimen comunista chino extrae órganos a los practicantes de Falun Dafa.
Afirmó que el trasplante de órganos es un procedimiento médico altamente regulado y que la Organización Mundial de la Salud realizó una publicación titulada: Principios rectores sobre el trasplante de células, tejidos y órganos humanos para aclarar las normas internacionales sobre el tema.
"Por ejemplo, el Principio 1 requiere el consentimiento del donante para la extracción de órganos con fines de trasplante. El Principio 10 requiere su trazabilidad y el Principio 11 dice, que las actividades de donación sean transparentes y abiertas al público. Por el contrario, en China, la sustracción de órganos es la práctica ilegal de extirpar órganos a individuos vivos o muertos, sin su consentimiento", escribió Ochab.
El artículo fue aparentemente impulsado por un evento del Parlamento del Reino Unido, celebrado el 16 de octubre de 2018, sobre la sustracción de órganos en China, que según la autora de Forbes, fue el tercer evento de este tipo organizado en el organismo. La afirmación de que el régimen chino mata a prisioneros de conciencia (en particular, minorías religiosas, incluyendo practicantes de Falun Dafa, budistas tibetanos, musulmanes uigures y cristianos no registrados), para abastecer la industria de la sustracción de órganos, estaba en la agenda del día para su tratamiento.
Ochab declaró que aunque estas afirmaciones pueden parecer poco realistas, el tema ya fue objeto de investigaciones y audiencias realizadas en el Congreso de Estados Unidos y en el Parlamento Europeo. Mencionó que ambos organismos aprobaron resoluciones para condenar la "sustracción sistemática y autorizada por el estado, de órganos de presos de conciencia que no dieron su consentimiento".
"Las afirmaciones sobre la cosecha de órganos en China están respaldadas por pruebas fehacientes, incluyendo el informe de 2016 "Cosecha Sangrienta/El Matadero: una actualización", publicados por David Kilgour, David Matas y Ethan Gutmann. La investigación de Kilgour, Matas y Gutmann, fue presentada durante las audiencias de la Comisión de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes en el Parlamento del Reino Unido el 23 de junio de 2016, y en otras varias sesiones", escribió Ochab.
"La investigación de Kilgour, Matas y Gutmann arroja luz sobre dos cuestiones importantes relacionadas con la sustracción de órganos en China", continuó.
"En primer lugar, el volumen de sustracción de órganos en China es mayor que el identificado en las estadísticas oficiales, que muy probablemente se relacionan solamente con los trasplantes de órganos. El informe identifica que, si bien las estadísticas oficiales del gobierno central de China sugieren que se realizan aproximadamente 10.000 trasplantes al año, las cifras pueden llegar a ser de entre 60.000 y 100.000 trasplantes al año".
"En segundo lugar, el informe sugiere que los prisioneros de conciencia, incluyendo a Falun Dafa, uigures, tibetanos y cristianos, se convirtieron en el objetivo específico de la sustracción de órganos. En una audiencia oral de la Comisión de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes, Gutmann explicó cómo esta práctica se utiliza como método de persecución contra los practicantes de Falun Dafa, y para mantener la oferta de la demanda de órganos humanos", escribió.
El artículo de Forbes también sugirió que las investigaciones independientes de la sustracción de órganos en China son el primer paso y el más crucial, ya que podrían proporcionar la base para procesar judicialmente a los involucrados.