(Minghui.org) Más de un año después de su liberación, un residente del condado de Zhongning sigue buscando justicia tras la pérdida de dos tercios de sus dientes en la prisión donde fue torturado.
El Sr. Sun Jianfeng, de 46 años, fue arrestado el 30 de marzo de 2012 y condenado a cinco años y medio de prisión por negarse a renunciar a Falun Dafa, una disciplina espiritual perseguida por el régimen comunista chino.
En enero de 2013 fue encarcelado en la prisión de Yinchuan, donde lo sometieron a brutales torturas.
Cuando fue liberado el 30 de septiembre de 2017, solo le quedaban diez dientes y ya no podía masticar su comida. También sufrió graves lesiones en la espalda.
Presentó una denuncia contra la prisión, pero le dijeron que la fiscalía de Shangqiancheng no tenía autoridad sobre el caso. Posteriormente, en enero de 2018, presentó su querella a un comité de seguimiento recientemente establecido, como se le había ordenado. Cuando no recibió respuesta, presentó una demanda administrativa contra la prisión ante el tribunal de distrito de Xingqing en mayo de 2018. El 15 de junio, el tribunal del distrito dictaminó que no atendería el caso.
De acuerdo con la ley de procedimiento administrativo de la república popular de China, los tribunales "aceptarán las demandas administrativas presentadas contra organismos gubernamentales que hayan infringido los derechos de los ciudadanos".
El Sr. Sun presentó entonces una apelación ante el tribunal intermedio de Yinchuan, solicitando que ordenara al tribunal de distrito que se ocupara de su caso. El tribunal superior le notificó el 8 de agosto que se celebraría una audiencia el 15 de agosto. En la sala del tribunal, se sorprendió al comprobar que la audiencia se había convertido en una sesión de preguntas y respuestas, y se le dijo que el tribunal superior seguía tratando de determinar si debían tomar el caso.
Detalles de la comparecencia del Sr. Sun en el tribunal intermedio de Yinchuan
En la demanda administrativa, el Sr. Sun pidió que la prisión le indemnizara con 300.000 yuanes por el arreglo de sus dientes y la angustia mental, además de que el director de la prisión junto con los perpetradores principales de los hechos fueran considerados responsables de las lesiones que le habían causado.
Después de que el tribunal de distrito de Xingqing se negase a aceptar su caso, el Sr. Sun presentó una apelación ante el tribunal intermedio de Yinchuan. Pidió al tribunal superior que revocara el fallo del tribunal de distrito y ordenara al tribunal inferior que volviera a escuchar su demanda. Asimismo, solicitó que el tribunal superior ordenara a la prisión que se hicieran cargo de los costos judiciales.
El 8 de agosto, el tribunal intermedio de Yinchuan le envió dos documentos: "Citación para comparecer en el tribunal intermedio de Yinchuan, Región Autónoma de Ningxia Hui" y "Acuse de recibo para el tribunal intermedio de Yinchuan, Región Autónoma de Ningxia Hui". El propósito indicado en la citación era declarar la "audiencia, el 15 de agosto de 2018, 2:30 p. m. en la sala 201, distrito este".
Acompañado por más de una docena de familiares y amigos, el Sr. Sun fue al juzgado. El guardia de seguridad de la puerta requirió su citación y el acuse de recibo.
En la sala del tribunal, se le entregó una nueva citación y un acuse de recibo, y se le pidió que firmara en ellos. Él notó que el propósito de la citación había sido cambiado a una "sesión de preguntas y respuestas".
El juez le dijo al Sr. Sun que la sesión se estaba llevando a cabo para confirmar si el caso era apto para que el tribunal lo aceptara.
El Sr. Sun no vio la necesidad de la sesión de preguntas y respuestas, ya que todo lo que le dijo al juez había sido claramente indicado en su apelación.
"Este es un caso de apelación, así que tenemos que pasar por las formalidades", respondió el juez.
La sesión duró unos 20 minutos.
Abuso detallado de la demanda administrativa contra la prisión
El Sr. Sun detalló en la demanda administrativa las ordalías sufridas en la prisión.
1. Abusado física y mentalmente en la cárcel
En enero de 2013, el Sr. Sun fue transferido del centro de detención de Zhongwei a la prisión de Yinchuan. El día de su llegada, le asignaron cinco reclusos para que lo vigilaran.
Siguiendo las órdenes de los guardias, los reclusos se turnaron para obligarlo a sentarse en un pequeño taburete con las manos en las piernas. No se le permitía moverse ni hablar. Si necesitaba tomar agua, ir al baño, sonarse la nariz o irse a la cama, los reclusos tenían que aprobarlo. De lo contrario, sería maltratado, insultado, obligado a permanecer firme o golpeado.
Unos días después, el alcaide Hu Jianqiao quería hablar con él. Los reclusos le ordenaron que se pusiera en cuclillas y se llamara a sí mismo criminal cuando llegara Hu. Debido a que el Sr. Sun sintió que había sido sentenciado ilegalmente y que no existe tal regla en el código de conducta para los prisioneros, se negó.
Un día, cuando estaba sentado en el taburete, dos reclusos permitieron que otro recluso lo golpeara varias veces, ocasionándole que le sangrara la boca. Cuando Tian Hui, el preso del comité disciplinario, llegó y vio la sangre, le ordenó que limpiara el piso. El Sr. Sun se negó y pidió reportar el incidente al guardia.
Los otros reclusos levantaron al Sr. Sun y lo empujaron apartándolo del camino para limpiar la sangre, mientras que Tian le dijo que se limpiara la sangre de la boca. Cuando el Sr. Sun se negó, un recluso lo arrastró al baño para echarle agua en la cara y limpiarle la sangre.
Como consecuencia le dolía la boca cuando se enjuagaba, y algunos de sus dientes quedaron flojos. El Sr. Sun trató de salir de la habitación, pero los presos lo retuvieron.
Para tratar de forzar al Sr. Sun a que renunciara a Falun Dafa, el director Lu Wei lo hizo sentarse en un pequeño taburete y lo privó de dormir.
Un recluso lo despertaba a las 5 de la mañana y lo hacía sentarse en una silla de plástico que tenía las patas cortadas. Aparte de comer e ir al baño, no se le permitía moverse.
Cada noche, los guardias y los presos se turnaban para hablar con él hasta la medianoche. Cuando Lu y los guardias hablaban con él, se sentaban en una silla alta, forzando al Sr. Sun a levantar la cabeza. Como estaba privado de sueño hasta el punto en que estaba demasiado débil para levantar la cabeza, los reclusos le agarraron del pelo y le apretaban las mejillas para empujar la cabeza hacia atrás. Cuando trató de evitar sus manos, lo agarraron aún más fuerte, aflojándole aún más los dientes.
Después de permanecer sentado en el taburete durante días, sus nalgas empezaron a supurar y sus pies se hincharon hasta no poder usar los zapatos. Además, perdió la sensibilidad en las piernas y el dolor de espalda era intenso. Parecía aturdido.
Un recluso lo hizo sentarse en un taburete que había montado con tres tablas de madera del tamaño de la palma. El preso también lo maldijo todos los días.
2. La solicitud de atención dental es ignorada
Después de que el Sr. Sun le dijo al alcaide Hu que había sido golpeado, dos guardias vinieron a verlo para tomarle declaración. Cuando les informó que sus dientes estaban flojos y dos se habían caído, no dijeron nada.
Los dos guardias continuaron ignorándolo cuando les dijo dos veces más sobre sus dientes.
Después de ser golpeado, el Sr. Sun tenía la cara hinchada y los dientes flojos, el dolor era insoportable, lo que le impedía comer. El preso Tian le dio un paquete de fideos instantáneos.
El Sr. Sun buscó a la enfermera de la prisión y le habló de sus dientes. La enfermera le dijo que la prisión no proporcionaba atención dental y posteriormente ignoró al Sr. Sun cuando la buscó de nuevo.
Unos días más tarde, se le cayeron dos dientes más.
Después de unos meses, cuando el Sr. Sun fue transferido a la división de estricta supervisión, le contó a la enfermera sobre sus dientes y fue ignorado de nuevo. Tampoco recibió respuesta cuando escribió a la prisión para pedir ver a un dentista.
Solo después de que fuera transferido a la división n.º 12 fue llevado al hospital de la prisión para un examen. Como no había dentista en el hospital, un dentista de una clínica privada fue traído para examinarlo.
Le dijeron que sus dientes estaban en terribles condiciones y que la única opción era extraerlos. Como resultado, una docena de sus dientes fueron arrancados en menos de dos años. Como la asistencia dental no está cubierta por el seguro médico, el Sr. Sun tuvo que pagar casi 2.000 yuanes para que esto se hiciera.
Para cuando fue liberado de la prisión, solo le quedaban diez dientes y ya no podía masticar nada. Solo puede ingerir alimentos líquidos.
3. Ignorado al reportar los abusos
El Sr. Sun denunció y apeló a la prisión, al tribunal de la ciudad de Zhongwei y al departamento de gestión de la prisión de Ningxia en relación con la tortura, pero fue ignorado o se tomaron represalias en su contra.
Después de que fue liberado, envió una queja al departamento de asuntos internos de la prisión de Yinchuan y al comité de supervisión de Yinchuan, pero no recibió respuesta.