(Minghui.org) Soy un médico retirado y me he estado cultivando en Falun Dafa por 20 años. Aunque tengo 80 años, cada día doy a los pacientes tratamiento gratuito, incluyendo feriados. Como Falun Dafa me ayudó a recuperarme de espondilosis lumbar grave, espero que ellos también puedan beneficiarse.
De estar en cama a caminar diecinueve kilómetros
Antes de comenzar a cultivarme en Dafa, sufría diferentes enfermedades. Por la espondilosis lumbar estuve en cama por más de nueve meses y no dejé mi departamento durante cuatro años.
En 1997 un amigo me trajo una copia de Zhuan Falun (el libro principal de Falun Dafa). Después de leerlo tres veces, mi condición física mejoró, pero todavía no podía hacer los ejercicios de la disciplina.
Cuando vino a verme, le expresé mi gratitud por presentarme la práctica. Me contó que los practicantes enseñaban los ejercicios a diecinueve kilómetros de distancia de donde yo vivía. Como quise aprenderlos, me llevó al lugar.
Él caminaba delante mío llevando su bicicleta. Ese día fui capaz de caminar diecinueve kilómetros y todas mis enfermedades desaparecieron.
Al atardecer me detuve, el cielo estaba iluminado por bonitos y diversos colores: rojo, marrón, amarillo, verde, azul y púrpura. Supe que esa imagen era para alentarme y que debía transitar el camino de la cultivación.
Mi amigo pensó que me había detenido porque no podía caminar más, despejé sus preocupaciones y no tuve problemas para continuar la marcha.
Comencé a cultivar Dafa, y desde entonces he estado muy saludable.
Un buen samaritano
Cultivar Dafa me da buena salud y energía. Cuando estaba en mis setenta, me pidieron que trabajara en una farmacia como su médico. Estaba viviendo muy cómodamente y no tenía que trabajar, pero supe que el Maestro Li había arreglado esta oportunidad para mí para aclarar la verdad de Dafa a las personas que conociera.
Cada día leía sus enseñanzas durante tres horas y practicaba los ejercicios a las cinco de la mañana. Después de enviar fuertes pensamientos rectos, caminaba casi cinco kilómetros hasta la farmacia para tratar gratuitamente a los pacientes. Nunca cobré ni un centavo, porque mi objetivo era ayudar a la gente a conocer los hechos y beneficios de Dafa.
El Maestro Li nos enseña:
“Incluso en tu vida diaria cuando ven a alguien por un instante tan corto que no tienen ni tiempo de hablarle, aún deberían dejarles con vuestra compasión y amabilidad. No pierdan a aquellos que deberían ser salvados, especialmente aquellos con relación predestinada” (Exponiendo el Fa en el Fahui de Atlanta, 2003).
Recitando las frases de Dafa: La quemadura de un niño de cuatro años se curó
El año pasado, una pareja vino a verme con su hijo de cuatro años, que tenía severas quemaduras en la rodilla. Me contaron que me habían estado buscando durante dos días. Un expaciente que no había visto por más de doce años les había hablado de mí.
El niño se había quemado la rodilla con agua hirviendo. El hospital local lo había tratado por más de un mes, pero la herida no sanaba. Le dolía y lloraba. Noté que la zona quemada tenía una lesión tan grave que la rodilla no se podía enderezar. Aun si la herida reaccionaba positivamente a mi tratamiento, tomaría al menos otro mes para sanar.
El pequeño estaba llorando. De inmediato comencé a limpiar la herida. Me dije que el Maestro me había traído a estas personas, por lo que debía hacer lo mejor. Mientras trataba la lesión, les conté los hechos sobre Falun Dafa y la persecución. El niño continuaba en llanto, y le pedí a los padres que reciten: “Falun Dafa es bueno; Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno”. Unos minutos más tarde, se quedó dormido.
Luego programé el tratamiento. Tenían que venir todos los días para limpiar la herida. La farmacia cerraría dos días antes del Año Nuevo Chino, sin embargo, les pedí que llevaran al niño a mi apartamento.
Me dieron un sobre rojo como regalo de agradecimiento por la festividad, pero se los devolví. Al día siguiente cuando trataron de convencerme para que lo acepte, les expliqué que no había recibido ningún dinero o regalo de mis pacientes desde que me convertí en cultivador de Dafa.
El Maestro dijo:
"Eliminar mediante la cultivación fama, interés material y qing,
ascender al firmamento después de la perfección,
mirando al mundo con compasión,
recién despierta de la ilusión".
(Alcanzando la perfección y completando el gong, de Hong Yin)
Los alenté a que continúen recitando las dos oraciones: “Falun Dafa es bueno; Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno” y a que renuncien al partido comunista chino (PCCh) y a sus organizaciones juveniles. Así lo hicieron.
Después de veinte días la herida del niño sanó completamente. El padre me dijo por teléfono: “¡Nuestro hijo comenzó el jardín de infantes! Su lesión se curó y la pierna se normalizó. Puede caminar como un chico normal. ¡Gracias Maestro de Dafa!”.