(Minghui.org) Comencé a practicar Falun Dafa (también conocido como Falun Gong) en 1997. En el otoño de 2008, trabajaba en una empresa de maquinaria. Trabajaba bien en grupo, y siempre fui bueno acabando mis tareas y no malgastando la materia prima de la empresa.
La compañía contrató a varios empleados, algunos eran soldadores y otros eran trabajadores de máquinas de mecanizado. Todos trabajábamos en el mismo taller. Uno de los nuevos contratados era un joven de unos 30 años. Como era nuevo en la empresa y no estaba familiarizado con el taller, traté de ayudarlo tanto como pude.
Un día, él estaba tratando de soldar algo, pero no podía poner en marcha el soldador; revisé su equipo y me di cuenta de que el cable de tierra no estaba conectado, arreglé su equipo y encontré una pantalla de soldadura para que protegiera sus ojos. Incluso lo ayudé a soldar algunas piezas. Después, parecía muy conmovido ya que al resto de los trabajadores no les importó mucho prestarle ayuda.
Cuando estábamos charlando, me preguntó cuánto tiempo llevaba trabajando allí. Le dije que había estado durante varios meses y que era maquinista. Como en ese momento no había trabajo en las máquinas de mecanizado, estaba ayudando aquí y allá. Me dijo que era un oficial de la policía militar. Después de retirarse, trabajó en el departamento de policía. Luego dijo que se había fijado en mi cuando entró a la compañía, quería conocerme y usarme para llegar a más practicantes de Falun Dafa.
De repente me di cuenta de que era un oficial de policía encubierto que habían enviado para vigilarme. Me contó que había arrestado a otro practicante en otra empresa. Le dije: "Falun Dafa ha sido acusado injustamente, nosotros los practicantes no nos involucramos en la política, no tenemos ninguna organización. Todo lo que queremos es exponer las mentiras del partido y limpiar los nombres de Falun Dafa y nuestro Maestro. No queremos el poder".
Después de escuchar mi explicación de Falun Dafa y los hechos, se quedó callado por un rato. Luego me comentó que había estado trabajando de manera encubierta en varias de las empresas locales. Su trabajo era vigilar las tendencias sociales, enfocándose en los practicantes de Falun Dafa y otras personas religiosas. Se quejó de que no podía integrarse sin importar a qué lugar fuera. Le expliqué: “Tu motivación no es buena, los trabajadores solo quieren hacer un buen trabajo y ganarse la vida, pero los monitoreas en secreto, por lo que es difícil para ti encontrar puntos en común con la gente".
Le aconsejé que no continuara con este tipo de trabajo, sonrió y dijo que ya no quería hacer este trabajo, que no podía soportar ver cómo otros policías torturaban a los practicantes de Falun Dafa. Expresó: "No quiero verte en un centro de detención". Señaló su motocicleta roja y dijo: "Si ves a alguien en esta motocicleta, asegúrate de mantenerte alejado". Sabía lo que quería decir, las motocicletas rojas fueron entregadas a policías encubiertos, no quería que me arrestaran.
Dejé esa compañía poco después de aquel encuentro. Un día, pasé por el departamento de policía y vi a ese joven. Espero que pueda despertarse a la verdad y elegir un futuro brillante para sí mismo.