(Minghui.org) Mi nombre es Lai Jiandeng y tengo 53 años. Soy especialista en garganta, nariz y oídos, y comencé a practicar Falun Dafa en marzo de 1997. A través de mi vida he sufrido de muchas enfermedades. Luché con otras personas por intereses propios y mi salud se deterioró cada año. En la década pasada toqué fondo; luego encontré a Falun Dafa. Ahora mi vida ha cambiado por completo.
Estudié medicina occidental y tenía algún entendimiento sobre el tratamiento y el proceso de recuperación de ciertas enfermedades. Cuando era joven, sufrí de diferentes dolencias. En los años anteriores a practicar Falun Dafa, tenía úlcera y sangrado estomacal, rigidez en la espalda, inflamación de los ojos, mareos y dolor en el nervio ciático. Estos problemas se alternaban y me hacían sentir desdichado. Los tratamientos solo podían suprimir los síntomas temporalmente, pero no podían evitar que fueran recurrentes.
Era el día anterior al Día de Tomb Sweep (festividad para adorar a los antepasados) y el comienzo de un largo festejo, cuando la inflamación de mis ojos apareció por primera vez. Estuvieron rojos por dos días y de repente los globos oculares comenzaron a supurar desde el interior. Se inflamaron y me resultaba extremadamente doloroso. Apenas podía abrirlos. Estaban llenos de pus y era como si alguien los hubiera enyesado. No puedo describir el miedo intenso que tenía de perder la vista, porque lo siguiente que pasaría sería que los globos oculares entraran en estado de putrefacción y no pudiera ver. Inmediatamente fui a consultar a un oftalmólogo, que me inyectó directamente sobre los párpados. Las inyecciones generalmente son administradas dentro del músculo, debajo de la piel o dentro de los vasos sanguíneos, pero lo hizo directamente en los párpados y en el tejido alrededor de los globos oculares. A veces me las colocaba dos veces al día. La afección disminuyó después de unas dos semanas.
Eso fue solo el comienzo de una pesadilla. El problema regresó cada primavera. Las inyecciones solo suprimían los síntomas superficialmente, pero no podían tratar la causa de fondo. Cada recaída duraba más o menos un mes, por lo que tenía que inyectarme en los ojos. De otro modo era difícil controlar los síntomas.
Después de más de una década, estaba extremadamente temeroso de esta enfermedad, porque con el paso del tiempo podía desarrollar problemas renales; aun si no hubiera perdido la vista, podría terminar viviendo con diálisis. Esta afección también fue acompañada de espondilitis anquilosante (inflamación crónica de la columna vertebral), y la mía comenzó a doler hace más de veinte años. Después de un accidente automovilístico, ya hace diez, me dolía mucho la espalda, además de otras complicaciones existentes. En invierno la columna vertebral me molestaba tanto al moverme como al estar quieto; dando vueltas y levantándome de la cama. Cuando me sentaba en un auto, no podía tolerar el más mínimo movimiento. Tenía que presionarme con las manos para aliviar el dolor, también me molestaba cuando al auto aceleraba. El sufrimiento era tal que lloraba cuando el coche se topaba con algún bache o de repente se detenía. Tenía miedo de morir yendo en auto. Aun cuando caminaba en casa, no podía hacerlo constantemente debido al dolor de espalda. El dolor estaba allí, no importaba la posición en que estuviera.
Mi madre estaba en su lecho de muerte cuando vi por primera vez libros de Falun Dafa, por lo que no tenía el deseo de leerlos. Después de su funeral tomé el libro Falun Gong, y de repente me di cuenta que Falun Dafa era lo que siempre había buscado, aunque no tenía idea que lo había estado buscando.
En el verano siguiente, el dolor de mi úlcera estomacal comenzó a disminuir y desapareció. El insoportable padecimiento en mi columna también se redujo un año más tarde. La inflamación de los ojos volvió varias veces. Hacía la meditación sentada dado que no podía hacer los ejercicios de movimientos. Finalmente, los mareos desaparecieron.
Muchas de mis enfermedades ahora son historia. Estoy tan sano como nunca lo había estado. Verdaderamente he experimentado algo profundo y sobrenatural. Como médico conozco sobre las enfermedades y es fácil para mí obtener medicinas. Tomé píldoras en grandes cantidades, pero el dolor todavía estaba allí. Ahora entiendo que solo la cultivación puede ayudar a una persona verdadera y completamente a estar saludable.
Falun Dafa me ha dado la guía para mi vida. Me ayudó a reducir el enojo, los conflictos y otros malos sentimientos. Soy capaz de ver mis defectos, y atesorando la oportunidad de practicar Falun Dafa voy a mejorarme diligentemente.
Nota del editor: Publicado en el libro: Vida y esperanza renovadas: El poder curativo de Falun Dafa
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