(Minghui.org) La "campaña llamando a la puerta" que está llevando a cabo la policía en muchas provincias y ciudades de China ha asustado a algunos practicantes. Les preocupa que una nueva ronda de persecución esté comenzando.
Algunos practicantes se escondieron, algunos cerraron sus sitios de producción de materiales y algunos le dijeron a la policía que ya no cultivaban. La razón de esto era que estos practicantes no habían estudiado bien el Fa y no pudieron elevar su comprensión.
El Maestro dijo:
“Para ciertos cultivadores que han logrado entender Dafa en diferentes niveles, están manifestando diferentes grados de firmeza, y actualmente sus percepciones con respecto a la situación de la rectificación del Fa también son diferentes. Los diferentes grados de su cultivación los llevan a entendimientos diferentes. Algunos pueden sentir que la situación es bastante difícil y desoladora; para algunos puede parecer que ha mejorado; y ciertas personas pueden pensar que ésta es precisamente una gran oportunidad para salvar a seres conscientes y esclarecer la verdad. Diferentes grados de entendimiento y comprensión del Fa los llevan a diferentes percepciones sobre la situación actual y todo esto se debe al corazón de cada uno. Aquellos que hacen bien cambiarán el ambiente que les rodea, y aquellos que lo hacen pobremente llevarán a que el ambiente que los rodea sea alterado por sus pensamientos” (Enseñando el Fa en el Fahui de Washington DC, 2002).
Basado en mi nivel de cultivación actual, creo que dado que la rectificación del Fa ha avanzado a esta etapa, la "campaña de llamar a la puerta" en realidad está dirigida hacia el estado de cultivación de cada practicante, aunque esta campaña podría parecer incidental.
En nuestra área, algunos practicantes lo han hecho muy bien. Han soportado el acoso con dignidad, e incluso lograron ganarse el respeto de la policía. No cedieron ni un poco a pesar de la severa persecución.
Enfrentando la campaña con dignidad
Una practicante local de 70 años, quien fue maestra de escuela, fue elegida por la policía como blanco desde 1999. Fue llevada al centro de lavado de cerebro de vez en cuando, pero no se vio afectada. Sin embargo, los miembros de su familia estaban asustados.
"No tengan miedo", les dijo. "Si tienen miedo de que puedan ser perjudicados por complicidad, me iré. No me importa perder todo. Continuaré con mi cultivación pase lo que pase. Incluso dormiría debajo de un puente”.
La familia no quería que se fuera, resistió a la policía cuando vinieron a arrestarla o acosarla, y no fue arrestada ni acosada. Durante la actividad más reciente de "tocar la puerta", la policía le llevó algo de comida. Querían asegurarse de que ella estuviera bien. No mencionaron a Falun Gong.
Otra practicante, una profesora universitaria, sufrió persecución y dejó de cultivar, pero comenzó a cultivar nuevamente y fue muy diligente. La policía la encontró a través de la oficina de seguridad de su escuela y le preguntó si necesitaba ayuda. Le dijeron que Falun Gong era cada vez más tolerado por el gobierno y la alentaron a perseverar.
Un practicante solía hacerlo bien en su cultivación. Pero un día un pariente de su ciudad natal llamó y le dijo que la policía había ido a buscarlo. Entonces se puso muy nervioso y se escondió. Su asistencia al estudio del Fa en grupo y otras actividades de Falun Gong se vieron afectadas. Luego de compartir con otros practicantes y estudiar el Fa, fortaleció sus pensamientos rectos y la policía dejó de acosarlo.
De hecho, la campaña de llamar a la puerta afecta a cada practicante en función de su estado de cultivación. Nada con respecto a un practicante es fortuito.
Cuanto menos se preocupe un practicante, y cuanto más se tome las cosas con calma, mejor podrán contarles a los visitantes acerca de Falun Gong. Sin embargo, cuanto más miedo tiene uno, más fácil es meterse en problemas. Me iluminé a que el mal perecerá si simplemente dejamos ir nuestro miedo y nuestros apegos. Nuestras reacciones gobernarán el resultado de esta campaña.