(Minghui.org) Dejé mi pueblo natal cuando era joven para estudiar en otra ciudad. Tras graduarme, viví en Beijing por once años. Pasé por muchas cosas durante esos once años. Mis padres murieron y había perdido la esperanza en la vida.
Fui a la ciudad de Shenzhen en la provincia Guangdong, donde conocí a mi futuro esposo.
Mi esposo practica Falun Dafa
Un día después de habernos casado, vi que mi esposo estaba haciendo la meditación sentada. Pensaba que solo los monjes meditaban. Nunca había escuchado sobre una persona ordinaria sentada en meditación.
“Debes ir a un templo a meditar”, dije. “No lo hagas en la casa”. Entonces me contó sobre Falun Gong, su Maestro, el fundador de Falun Dafa, y su experiencia de cultivación.
Mi esposo era un atleta. Luego de retirarse de los deportes, se dejó llevar haciendo cosas malas, especialmente tomando alcohol, hasta que empezó de tener problemas de salud.
Una colega de mi suegra le prestó el libro Zhuan Falun un día. Mi esposo lo leyó y empezó a practicar Falun Dafa. Increíblemente todas sus enfermedades desaparecieron en solo dos meses de práctica.
Después de presenciar los cambios en mi esposo, su hermano y su nuera, empezaron a practicar Falun Dafa. Solo su padre no lo hizo.
Los dolores de cabeza desaparecieron
A mi esposo le gustaba colocar la música “Pudu” y “Jishi” de Dafa cuando nació nuestro hijo. Estaba en contra de eso, ya que tenía dolor de cabeza cada vez que la escuchaba. Solía tener dolores de cabeza frecuentes y no me daba cuenta que la música estaba limpiando mi cerebro mientras escuchaba.
Sufrí bastante durante mi segundo embarazo en 2006. Tenía dolores de cabeza y malestares matutinos y vomitaba mucho. Perdí 2,5 kilos cuando debería estar ganando peso.
Mi esposo dijo: “Hemos estado casados por muchos años. Tú tienes tus propias opiniones sobre las cosas y no te gusta escuchar a los demás. Espero que puedas escucharme esta vez y recitar 'Falun Dafa es bueno', '¡Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno!', cuando te sientas mal”.
Desde entonces, empecé a recitar “Falun Dafa es bueno”. Sentí que podía hacer algunas tareas domésticas tras recitarlo. Entonces continué recitando las palabras y mis dolores de cabeza desaparecieron.
Cada vez que me sentía mal, recitaba “Falun Dafa es bueno” y sorprendentemente, mi dolor de cabeza desaparecía. Hasta mi sangrado uterino prematuro se detuvo. Dije a mi esposo: “¡También deseo practicar Falun Dafa!”.
En 2007, di a luz a gemelos, un niño y una niña, en Hong Kong. Se han convertido ahora en jóvenes discípulos de Dafa.
Una practicante genuina
He llegado a comprender más a través del estudio de Dafa y ahora siento que tengo un Maestro. Lloraba frecuentemente al pensar sobre ello. No puedo dejar de llorar cuando alguien menciona al Maestro. Siento que soy la persona más dichosa en el mundo.
Cuando pienso sobre el pasado, me siento avergonzada sobre cómo traté a otros. Esperaba que todos en mi familia me escucharan y persistí en mi sendero. Sinceramente pido disculpas a mi suegra y esposo por mi comportamiento en el pasado.
Ahora actúo de acuerdo a los estándares del Fa. En menos de un año, muchas de mis enfermedades han desaparecido incluyendo hernia de disco, artritis en mi hombro y gastritis. Falun Dafa me ha cambiado completamente.
He encontrado las raras flores de Udumbara floreciendo en plantas, cristales y el respaldo de sillas en mi lugar de trabajo. ¡Sé que esto es el Maestro animándome a hacerlo mejor!
¡Todos en nuestra familia agradecemos al Maestro por su compasiva salvación!