(Minghui.org) La medicina occidental y la tradicional china no pudieron ayudar a mi suegra de 83 años después que le diagnosticaron cáncer óseo. Luego de recitar sinceramente “Falun Dafa es bueno. Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno”, quedó sorprendida de lo que sucedió.
En la primavera de 2016 la pierna izquierda de mi suegra se duplicó en tamaño y ya no pudo caminar. El médico del hospital de condado dijo: “Está reteniendo fluidos en las piernas y los huesos están negros. Llévenla de inmediato al hospital provincial”.
El Hospital de la Universidad de Harbin de Medicina Tradicional China le diagnosticó cáncer óseo. Nos manifestó que la cirugía no era una opción para su edad, que solo podían enviarla a su casa. Le pedimos que al menos le dieran alguna medicina, y le prescribieron un ungüento.
Yo sabía que Falun Dafa era su única esperanza. La insté a que recite “Falun Dafa es bueno. Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno”, pero no creyó que eso podría ayudarla.
Aunque cuidadosamente ella aseaba sus piernas y les aplicaba el ungüento, nada cambió.
Una amiga vino a nuestro hogar para animarla. Le dio ejemplos a mi suegra de cómo Falun Dafa había ayudado a muchas personas. Agradeció nuestros esfuerzos y finalmente estuvo de acuerdo en probar.
Con sinceridad recitó las frases durante el día. Gradualmente, no necesitó el andador ortopédico y en su lugar usó un bastón. Un día se lo olvidó y se dio cuenta que ya no dependía de él. Estaba muy agradecida a Falun Dafa y se volvió más determinada.
La hinchazón en las piernas fue cediendo en alrededor de un mes y ya no le dolían, incluso en el lugar donde le habían diagnosticado el cáncer. Sintió que recitar “Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno”, hizo que desapareciera. Entonces decidió practicar Falun Dafa. Leyó Zhuan Falun todos los días y advirtió que su cuerpo había sido purificado.
Los vasos sanguíneos detrás de sus orejas solían sobresalir hasta aproximadamente el tamaño de un dedo. Gradualmente se suavizaron y desaparecieron después que comenzó la práctica. Tenía un bulto detrás de la cabeza que también desapareció. Las venas varicosas del tobillo izquierdo, que habían sido negras, retornaron al color natural. La presión arterial bajó de 200/170 al nivel normal, y ya no necesitó ningún medicamento.
Su estado mental cambió completamente. Estaba muy animada y su tez se tornó rosada. No podía parar en decirles a todos que Falun Dafa le había restituido la salud.