(Minghui.org) Durante un tiempo, era evidente que no estaba siendo un practicante diligente. Estaba causando conflictos y sabía que debía mirar para adentro. Sin embargo, al mirarme internamente, no podía identificar ningún apego. Recientemente, al estudiar el Fa y leer muchos artículos de experiencias de cultivación en el sitio web de Minghui, aprendí a mirar dentro de mí.
Antes de comenzar a practicar Dafa, siempre insistía en que las cosas se hicieran a mi manera, incluso con mi jefe, y mis colegas de trabajo decían que era arrogante.
Después de conocer Dafa, trataba de contenerme, pero no funcionaba. Me justificaba pensando que mi comportamiento era eficiente.
He leído muchos artículos de intercambio de experiencias en el sitio web Minghui acerca de mirar hacia dentro de uno. También he aumentado mi estudio del Fa y he estado tratando de hacer las tres cosas bien. Ahora he aprendido a mirar hacia dentro.
Viéndome reflejado en el comportamiento de los demás
Mis padres no son practicantes. Mi padre es introvertido, tímido y exigente. A menudo habla de otros. Mi madre es muy querida. Ella cuida el gallinero en casa e insiste en que mi padre haga las cosas de la manera en que ella quiere que se hagan.
Una mañana, después de hacer los ejercicios de Dafa oí una conversación entre mis padres. Mi madre le estaba insistiendo a mi padre que hiciera las cosas a su manera. Me di cuenta que nada es accidental para un practicante. ¿Se suponía que debía escuchar esa conversación para que me diera cuenta que también tenía el mismo problema? Al mirar dentro de mi, descubrí que era exactamente como ella. Siempre insistía en mi opinión y manera de hacer las cosas con todo lo que me encontraba. Siempre pensaba que mi idea era la mejor.
Mi personalidad no era sólo un reflejo de mi madre, sino también de mi padre. Mi apego al miedo y a la sospecha era igual que mi padre. Todavía no me atrevo a decir la verdad sobre Dafa cara a cara. Siempre me preocupa ser arrestado cuando aclaro la verdad, lo que demuestra que no creo totalmente en el Maestro y en el Fa.
Al igual que mi padre, me gusta encontrar los errores en los demás y quejarme de ellos. Cuando los demás hablan, los interrumpo en medio de la conversación y comienzo a hablar en voz alta, sin importar cómo se sienten. Además, no estoy cultivando el habla.
Me sorprendió descubrir que tenía tantos problemas y apegos. Tuve una nueva comprensión de lo que dijo el Maestro:
“La gente común no sabe que todo esto es abarcado por la expresión de este nivel "la apariencia surge de la mente". Así que diciéndolo de otra forma, los factores de uno pueden realmente cambiar el entorno de uno mismo. "Cultívense ustedes mismos" y "Miren hacia dentro" son palabras que he dicho de manera muy clara y directa. (Ríe). Pero no hay mucha gente que le dé el debido peso a estas palabras, esta situación aplica incluso para las cosas que hacen los Dafa dizi”. (Enseñando el Fa en la reunión de La Gran Época)
Me di cuenta que mi estado de cultivación afectaba mi entorno, y las personas en él me sirven como espejo de mi estado de cultivación. Depende de mí medirme con el Fa cuando veo el comportamiento de otras personas.