(Minghui.org) Un practicante de Falun Dafa trabaja como vigilante de seguridad para una empresa. Es conocido entre sus colegas por su amabilidad, por su trato fácil, y porque siempre se le puede ver leyendo un libro en su tiempo libre.
Al director general de la empresa le picó la curiosidad y le preguntó qué era lo que estaba leyendo. El practicante le contó que practicaba Falun Dafa, y le habló sobre la persecución del partido comunista chino (PCCh). Sugirió a su jefe que renunciara al PCCh y a sus organizaciones afiliadas.
Aunque éste no renunció al partido, reconoció que Falun Dafa es una buena práctica, y tomó prestada una copia del libro 'Zhuan Falun'.
Desde ese momento, el director comenzó a conversar frecuentemente con el practicante durante su tiempo libre, y el practicante respondía a las muchas preguntas que le hacía. El practicante, volvió a advertirle de que debía renunciar al partido, pero el director dijo que no creía en la existencia de seres espirituales y sobrenaturales.
Como era de noche, el practicante condujo al director afuera, a campo abierto. Le preguntó: "No ve a nadie, ¿verdad?". Entonces, lo condujo a la sala de control. Señaló el monitor y preguntó: "¿Qué ve ahora?". El directivo estaba sorprendido. Podía ver muchas siluetas y formas en el lugar a campo abierto en el que acababan de estar.
El practicante explicó: "Nuestros ojos humanos solo pueden ver las cosas dentro de cierto rango. Somos incapaces de ver las cosas más allá de ese rango. Solo porque no podamos ver algo, no significa que ese algo no exista. La cámara puede magnificar objetos, y agrandar las cosas microscópicas para que las veamos".
El director acabó por comprender: "¡En efecto! Hay muchas cosas que no somos capaces de ver, pero eso no significa que no existan". Entonces alzó su mano derecha, y anunció solemnemente: "Quiero renunciar a las organizaciones afiliadas del PCCh: a la liga juvenil comunista y a los jóvenes pioneros".