(Minghui.org) A pesar de los 18 años de persecución que lleva adelante el partido comunista a la disciplina espiritual, los practicantes de Falun Gong han persistido en contrarrestar la propaganda del régimen y contar al público sobre Falun Gong. En el proceso, muchos policías han tomado conciencia sobre su rol en la persecución y eligieron dejar de cumplir con la política de persecución.
‘Por favor, toma un autobús y vuelve a casa’.
Dos practicantes fueron a otro pueblo para aumentar la conciencia sobre la persecución a Falun Gong. Fueron reportados a la policía, y tres oficiales jóvenes llegaron.
Luego de que los practicantes explicaran a los oficiales por qué estaban allí, un policía le dijo educadamente delante de quien los había reportado: ‘Por favor, tomen un autobús y vuelvan de vuelta a casa’. Luego le preguntaron a esta persona: “¿Por qué los tratas tan mal? ¡Ellos no son asesinos!”.
‘No le digan a nadie que los dejamos ir’
Mientras siete practicantes estaban leyendo los libros de Falun Gong, un grupo de policías irrumpieron dentro de la casa. Los practicantes estaban shockeados y no sabían cómo reaccionar, excepto por uno, que frenó a los oficiales para que no ingresaran dentro del cuarto. La casa contenía equipamientos para imprimir materiales de Falun Gong.
El policía comenzó a buscar en cada habitación. Uno dijo: “Todos ustedes son mayores, no hombres o mujeres jóvenes”, y dejaron la casa.
Algunos practicantes se dieron cuenta de lo que estaba pasando y sugirieron dejar la casa tan pronto como podían. El policía también se fue de la casa con los practicantes. Un oficial le dijo a los practicantes: ‘no le cuenten a nadie que los dejamos ir’.
Los agentes entienden los hechos sobre Falun Gong
Un familiar de un practicante fue al recinto de la policía local y vio un diario bien gastado de Falun Gong en el escritorio. El pariente preguntó al oficial por qué tenía tal material en su escritorio.
“Los practicantes siempre tienen una manera de llegar a nosotros”, dijo. “Nos negamos a hablar con ellos. Luego, nos llaman. Nos rehusamos a contestar el teléfono, entonces nos envían el material”.
Un policía, que nunca había perseguido a practicantes, conocía sobre Falun Gong por un familiar. Cada vez que veía a los practicantes distribuyendo materiales informativos, simplemente se alejaba.
“Tengo un familiar que practica”, le dijo a otro policía. “Antes de aprender Falun Gong tenía un temperamento terrible. Pero luego de practicar Falun Gong él cambió. Recordé que durante el año nuevo, un ladrón robó su cerdo. Si no hubiese sido por Falun Gong, se hubiese puesto furioso. Pero estaba muy tranquilo en ese momento. No podría admirar más a Falun Gong”.
Un practicante fue reportado a la policía por distribuir materiales a alguien. El practicante fue arrestado y llevado al recinto. El comandante exigió: “Algunos reportaron que estaban distribuyendo materiales de Falun Gong. ¡Dame los nombres de las personas a las que les diste material!”. El practicante se rehusó a responder. Después de un tiempo, el comandante dejó al practicante ir.