(Minghui.org) Nací en nordeste de China y practicaba Falun Gong desde muy joven, pero dejé el camino de la cultivación por un tiempo. Continué con la práctica de Falun Gong en 2011, cuando estudiaba en un colegio privado en el sur.
Quisiera compartir algunas de mis experiencias de cultivación, con la esperanza de que más expracticantes jóvenes regresen al camino de la cultivación.
Shifu me protege
Poco tiempo después de retornar a la cultivación, escribí unas cartas a mis compañeros de clase en el nordeste para contarles sobre Falun Gong y cómo estaba siendo perseguido. Cuando los guardias de seguridad de mi escuela me preguntaron sobre esas cartas, yo estaba muy nervioso. Sin embargo, pedí ayuda a Shifu y entonces les dije los hechos sobre Falun Gong. No me hicieron más preguntas y me dejaron ir.
Unos pocos días después, tres extraños llegaron a la escuela y me llevaron a un salón para interrogarme. Rechacé cooperar con ellos y amenazaron con arrestarme, pero cuando rehusé ser amenazado, se fueron.
Poco después, me pidieron que me reuniera con ellos en un restaurante caro afuera del campus. Me insinuaron que quizás no obtendría mi título de graduación, pero que querían ayudarme. Aún así, permanecí inalterable en mi fe.
Luego de hablar con mi madre, me di cuenta de que no tenía que encontrarme más con ellos. Rehusé verlos de nuevo y cambié mi número de teléfono. Nunca volvieron.
Me di cuenta que había enfrentado un gran peligro, luego de leer en la web de Minghui que la persecución en esa ciudad era severa después del año 1999. Shifu me protegió.
Cuando miré para adentro, encontré mis debilidades. Tenía apego a la lujuria, y mis pensamientos rectos eran débiles. Decidí corregirlos.
Durante el día, leía una lección de Zhuan Falun. Por la noche, leía otras enseñanzas del Maestro durante dos horas y hacía los ejercicios. Hice todo lo que el Maestro pide de nosotros practicantes.
Hablé con mis compañeros sobre Falun Gong en cada oportunidad que se presentaba. Muchos renunciaron a sus membresías al partido comunista chino (PCCh) y a sus organizaciones juveniles.
Aprovechando cada oportunidad para contarle a otros sobre Falun Gong
Antes de mi graduación, asistí a un programa profesional de entrenamiento en otro colegio. Ésta era una gran oportunidad para hablarle a mis compañeros sobre Falun Gong. Pero, estar tan cerca de mi salón de clase limitaba el tiempo para hablarles.
Entonces, la escuela nos trasladó a otro lugar, donde teníamos que caminar por más de media hora cada vez. Tomé cada oportunidad para hablarles a mis compañeros sobre Falun Gong.
Una compañera planeaba unirse al partido. Luego de que hablé con ella, decidió estar en contra e incluso estuvo de acuerdo en renunciar a las organizaciones juveniles a las que se había afiliado.
"En verdad envidio a aquéllos que tienen creencias", me dijo. "Las personas sin una creencia son aburridas, me incluyo. Vivo sin un propósito".
Al final de nuestro programa de entrenamiento, entregué CD con información sobre Falun Gong y la persecución a mis compañeros y profesores.
Superando el miedo
Luego de mi graduación, una practicante de nuestro grupo de estudio del Fa fue arrestada. Su hija, también practicante, contrató a un abogado y yo la acompañé a donde sea que necesitara ir. Envié fuertes pensamientos rectos cuando ella y su abogado hablaban con los funcionarios.
El abogado reservó cinco asientos para los familiares que quisieran presenciar el juicio, pero sólo tres llegaron. De esta forma, dos practicantes pudieron entrar a la corte para enviar pensamientos rectos, mientras que los demás lo hacían fuera de la corte.
Cuando fui elegido para entrar a la corte, porque tenía mi tarjeta de identificación, tuve apego al miedo. Temeroso de ser identificado, traté de encontrar una excusa, entonces sugerí que yo no podía estar porque no era familiar de la acusada. Luego de pensarlo, cambié mi mente y entré a la corte.
Me senté con la hija de la practicante y envié fuertes pensamientos rectos mientras el abogado enviaba la declaración de defensa. Pude sentir el poder de los pensamientos rectos enviados por los compañeros practicantes afuera de la corte.
Cooperando como un solo cuerpo
El estudio del Fa diligente me ayudó a darme cuenta que los practicantes somos más poderosos cuando coordinamos como un solo cuerpo. De esta manera, cuando se trataba de proyectos, trabajaba en las habilidades técnicas requeridas que había aprendido y delegaba otras tareas a otros practicantes. Cuando los practicantes no podían asistir a alguna reunión por falta de transporte, me ofrecía a llevarlos.
Mi madre no quería contarle a la gente los hechos sobre Falun Gong públicamente. Le compré sobres y una impresora. Ahora puede producir materiales de información sobre Falun Gong en casa.
Cuando estudiaba bien el Fa, me daba cuenta de que necesitamos cultivarnos bien para hacer bien las tres cosas que estamos supuestos a hacer.
Shifu dijo: "…en el camino divino debo levantarme y perseguir para alcanzar" (¿Quién soy yo?, Hong Yin III).
Estoy entusiasmado de contarle a la gente los hechos, pero me quedo atrás en el estudio del Fa. No me he cultivado bien, pero comenzaré copiando a mano y memorizando el Fa.