(Minghui.org) Fui sentenciado a tres años en prisión en el año 2012 por clarificar la verdad a la gente sobre Falun Gong.
Cuando estaba en prisión, los guardias usaron cualquier medio imaginable para forzarme a renunciar a mi creencia, pero no pudieron.
Para protestar la persecución, realicé varias huelgas de hambre. Cada vez, los guardias me alimentaban por la fuerza, causándome daño corporal. Fui liberado en el año 2015 y con mala salud.
Varios días después de ser liberado, sentí un dolor extremadamente fuerte por todo mi cuerpo, lo cual hizo que me fuera demasiado difícil comer y dormir.
Me di cuenta que las viejas fuerzas habían arreglado estas tribulaciones para probarme, y que si fallaba, acabarían con mi vida.
Además, si aceptaba sus arreglos, estaría transitando el camino que habían arreglado para mi.
No es suficiente decir: "Soy un Dafa dizi de la rectificación del Fa, así que no tengo enfermedades", o "Rechazo todos los arreglos de las viejas fuerzas", también tenemos que actuar.
Shifu dijo:
…“cada uno de nuestros Dafa dizi dice que no reconocemos las disposiciones de las viejas fuerzas, pero eso no es algo que ustedes simplemente dicen; ustedes tienen que seguir lo que Dafa y la rectificación del Fa exigen. “Viejas fuerzas, absolutamente no reconoceré ninguna de esas cosas que ustedes dispusieron en el pasado. Inclusive ni les reconozco a ustedes”. Cuando sus pensamientos rectos son muy fuertes, ustedes pueden purgarlos y rechazar sus disposiciones”. (Exponiendo el Fa en el Fahui de Filadelfia, Estados Unidos, 2002)
Solo estudiando el Fa puede un ser tener pensamientos y acciones rectas.
Pero no había estudiado bien las enseñanzas de Shifu durante mi prisión de tres años de duración. Sólo había recitado algunas de sus enseñanzas más cortas y Lunyu.
Así que luego de ser liberado lo más importante para mí era estudiar el Fa.
Aunque a veces me sentía demasiado débil para caminar, me forzaba a levantarme a las 3:50 a.m. para hacer los cinco ejercicios. Continué recordándome que soy un practicante verdadero sin enfermedades.
También estudié el Fa y envié pensamientos rectos, a veces hasta dos horas seguidas. También hacía el quinto ejercicio de nuevo a las 10:50 p.m.
No sentía dolor alguno en mis piernas durante la meditación sentada de la mañana, pero si por la noche. Me dolía tanto que mi cuerpo sudaba muchísimo.
Para poder completar el ejercicio de una hora de duración, recitaba la enseñanza de Shifu:
"Difícil de soportar, se puede soportar; difícil de hacer, se puede hacer". (Novena Lección, Zhuan Falun)
Claro que hacer todo esto requería cierta cantidad de energía. Para negar los arreglos de las viejas fuerzas, y el dolor que le causaban a mi cuerpo, me forcé en comer para poder mantener mi cuerpo.
Varios días después, el dolor aminoró, en parte porque no le prestaba atención.
Nunca hablé con mis familiares sobre el constante dolor que tenía. Solo sabían que me sentía débil por las torturas.
Lo hice porque sentí que mencionarles el dolor era equivalente a reconocer los arreglos de las viejas fuerzas. Solo compartía estas experiencias con otros practicantes.
Pero, cuando estos practicantes me visitaban, parecía que no tenía ningún problema. Esto era negar a las viejas fuerzas y validar Dafa. Mientras más negaba los arreglos de las viejas fuerzas, Shifu reducía más el dolor en mi cuerpo.
Cada día me sentía un poco más fuerte. Dos semanas después, me di cuenta de que había pasado una tribulación muy grande sobre ye de enfermedad.
Realmente aprecio la salvación compasiva de Shifu.