(Minghui.org) La Sra. Weiling Zhong ha sido juzgada en tres ocasiones por practicar Falun Gong. Después de haber sido condenada a tres años de cárcel, el tribunal intermedio de la ciudad de Lianyungang anuló dicha sentencia el 19 de abril de 2017. Pero la volvieron a juzgar a través del tribunal del distrito de Ganyu el 16 de junio de 2017.
Solo permitieron que asistieran al juicio algunos de los amigos y familiares de la Sra. Zhong, y más de 20 asientos circundantes fueron ocupados por policías de paisano. Aunque sus familiares habían tenido que atravesar el control de seguridad para acceder, les volvieron a cachear dentro.
Cuando el abogado de la Sra. Zhong protestó porque estaban llevando a cabo estos registros corporales ilícitos, el jefe de seguridad del tribunal le dijo que era el control de seguridad. Entonces el abogado les recordó que ya habían pasado un control de seguridad previo, y declaró: “Esto es un registro corporal, y por lo tanto es ilegal”.
El jefe de seguridad no solo no detuvo los cacheos, sino que siguió dando directrices a los agentes presentes en el tribunal: “Nuestra gente está sentada en el perímetro, así que enfóquense en las personas que están en el centro”.
Durante la audiencia del tribunal, mientras el abogado de la Sra. Zhong presentaba su alegato de defensa, el fiscal no dejó de comunicarse con la mirada con un hombre que se sentaba a su lado para dirigirlo.
El abogado defensor destacó que no existe una base legal que permita perseguir a Falun Gong, y que el ex líder chino violó la constitución china cuando inició la persecución. El juez y el fiscal declararon que les resultaba imposible frenar al presidente de la nación.
La única prueba que presentó la defensa fueron sobres vacíos, giros postales en blanco, discos compactos en blanco, un celular y algunos artículos personales. La fiscalía tampoco presentó ningún testigo.
El fiscal presentó como prueba acusatoria la encarcelación previa de la Sra. Zhong en un campo de trabajos forzados. Su abogado alegó que los sistemas de campos de trabajo habían sido abolidos justamente porque eran ilegales y suponían una violación de los derechos humanos. El tribunal se tomó un receso llegado el mediodía.
La Sra. Zhong estaba muy delgada y mal nutrida debido a la persecución que sufre en el centro de detención, y se desmayó durante el juicio.
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