(Minghui.org) Durante la práctica de cultivación de Falun Dafa, he aprendido a mirar dentro cuando me encuentro con conflictos. Lo que describo a continuación son algunos ejemplos.
Mi esposa y yo regentamos una clínica pequeña. Un día, una de nuestras empleadas nos dijo que deseaba marcharse. Nos sentimos muy perturbados. Nos esforzamos mucho para prestarle la ayuda necesaria a esta integrante de nuestra plantilla para que pudiera venir desde China y le enseñamos numerosas técnicas de acupuntura. ¿Cómo podía abandonarnos justo después de aprender todo?
Entre consulta y consulta, leo artículos de la página web Minghui y algunos me impresionan mucho. En uno de estos artículos, se explicaba cómo la gente de la antigua China recompensaban los actos perversos con bondad; otro artículo hablaba sobre un practicante que ayudó a su hermano con todo lo que poseía, pero aun así, su hermano continuó luchando y pidiéndole más. Siguiendo lo que el Maestro nos enseñó en Zhuan Falun, ese practicante no tuvo ningún sentimiento negativo y le regaló también la propiedad de su anciano padre en su ciudad natal a su hermano, sin ninguna queja.
Después de leer estos artículos, compartí con mi esposa mi entendimiento: “Si nos comparamos con otros practicantes o incluso con los ancestros chinos, lo hemos hecho muy pobremente. Si esta empleada quiere marcharse, creo que debemos dejarla ir sin imponerle ninguna condición”.
Me sorprendió que mi esposa asintiera y estuviera de acuerdo conmigo. Normalmente, antes, hubiera dicho algunas palabras sarcásticas y cosas como que solo me preocupaba alcanzar el estándar de un practicante sin cuidar lo más mínimo del negocio familiar. Evidentemente, cuando mi corazón es puro y solo quiero ayudar, me da la razón.
A partir de entonces, aprendí que solo cuando nos cultivamos genuinamente cambiaremos el ambiente. En cierta medida, las palabras y acciones de nuestros familiares, amigos, compañeros practicantes y de toda la gente que nos rodea, son como espejos que reflejan el estado de nuestra mente.
Un muchacho de 16 años de mi región demuestra mucho talento tocando el guqin, la cítara china. Organizó un taller recientemente y asistí con la esperanza de poder hablar a la gente sobre Shen Yun o la Orquesta Sinfónica de Shen Yun. Músicos, pintores, expertos en I Ching y Feng Shui también asistieron. Al comprobar que el muchacho dominaba muchas áreas del conocimiento, un maestro de Tai Chi lo elogió: “Parece que sabe mucho más que yo sobre cultura china”.
En lugar de jactarse, el chico sonrió ligeramente: “Mi tarea principal ahora es estudiar mucho. Espero ser capaz, en el futuro, de desarrollar lo mejor posible mi carrera de músico de 'guqin' en nuestra región, y en nuestro país”.
Me impresionaron sus palabras. Recordé que cuando hablaba a la gente de Shen Yun, frecuentemente les mencionaba que era un espectáculo cultural que “tenían que ver”. Comprendí que era como decirles: “ustedes no saben nada, lo que yo digo es la verdad”. Pero si fuerzo a los demás, con mis opiniones envueltas en la ignorante y arrogante cultura del partido, puede ser que eso no funcione bien. Ese día pude presenciar que cuanto más humilde se es, más respeto se inspira y que solo así uno puede llegar a ser convincente.
Cultivar la humildad en el corazón es necesario cuando uno se impone requisitos estrictos.
Tengo una amiga que puede predecir el pasado y el futuro, e incluso pudo ver la gran catástrofe que se avecina. Hace dos semanas la convencí para que comprara dos entradas para Shen Yun. Pero después me envió un mensaje de texto en el que me explicaba que debido a asuntos personales, le sería imposible asistir.
Me sorprendió e inmediatamente caí en la cuenta: Es una interferencia, las viejas fuerzas piensan que no estoy capacitado para salvarla. Comprendí que yo debía tener algunas brechas. Así que empecé a enviar pensamientos rectos para limpiarme, y miré hacia dentro. Entendí que sentía la misma envidia que una persona común hacia su capacidad de ver el pasado y el futuro. Era un apego que debía eliminar. Así que intenté calmarme para que mis pensamientos se purificaran.
Al momento, me envió otro mensaje en el que me preguntaba si podía cambiarle las entradas para asistir el domingo. También me llamó otro amigo que quería dos entradas más para el domingo, porque ella le había hablado del espectáculo. Supe que era el Maestro animándome para que siguiera buscando hacia dentro y corrigiéndome con el fin de salvar a más seres conscientes.
Después de practicar Falun Dafa durante tantos años, empiezo a comprender que tenemos que hacer las cosas bien por nosotros mismos. Si podemos disciplinarnos al estándar de un practicante, la situación que nos rodea cambiará.
Lo anterior son algunas de mis experiencias personales en mi limitado nivel de cultivación, por favor, señalen cualquier cosa inapropiada, gracias.