(Minghui.org) La fábula, "La historia de Fu Ban", fue escrita hace más de mil años por Liu Zongyuan, famoso escritor y poeta de la Dinastía Tang de China.
Cuenta la historia de un insecto, Fu Ban, que no hace nada más que recoger todo lo que encuentra a lo largo de su camino, y lo acumula en su espalda. Para evitar que las cosas se caigan, tiene que enderezar su cabeza. La carga en su espalda se acumula, pero nunca deja de recoger las cosas hasta que se cae. Si la carga se retira de su espalda, inmediatamente reanuda su rutina de recoger las cosas. Lo hace durante toda su vida, hasta su muerte.
Fu Ban se asemeja a muchas personas en nuestra sociedad moderna -con una fuerte búsqueda de beneficios y ganancias. Ellos buscan cada oportunidad de ganar dinero y acumular su riqueza, sin saber que el excesivo deseo de beneficios y ganancias puede impactar negativamente sus vidas. Su codicia los impulsa a utilizar todas las tácticas, incluyendo los medios ilegales, para obtener más beneficios.
Llevar a cabo asuntos ilegales lleva a estos infractores a los tribunales, y están dispuestos a perderlo todo. Sin embargo, continúan su rutina una vez que se les da la oportunidad de nuevo. Su objetivo diario es aumentar la ganancia financiera o ser ascendido. Su deseo de acumular constantemente ganancias financieras los pone en riesgo de perderlo todo y colapsar, como Fu Ban.
Liu Zongyuan escribió esta fábula para advertir a los funcionarios corruptos en su época. Sin embargo, creo que su fábula también es un reflejo de la sociedad moderna. Desde la perspectiva de un cultivador, la gente común busca constantemente cargas extras que llevan sobre sus espaldas; cuanto más persiguen, más pesada se vuelve la carga; Cuanto más cargan, más profundamente se hunden, hasta que se pierden por completo.
Todo comienza con apegos humanos. Al igual que la vida de Fu Ban, cuanto mejor es la vida en el mundo humano, más fama y sentimiento se adquiere, más pesada es la carga.
Para los cultivadores, debemos ser lo contrario -debemos soltar nuestros apegos. Cuanto menos llevamos sobre nuestras espaldas, menos cargados estamos por las cosas mundanas y cuanto más alto nos podemos elevar.