(Minghui.org) Hoy leí la nueva conferencia del Maestro: “25 años de la Gran Difusión de Dafa: Explicando el Fa en Nueva York”. Me despertó como si de un palo de advertencia se tratara.
Últimamente me he cultivado más bien pobremente. A raíz de que varios practicantes fallecieran, mi cultivación se estancó y descubrí un fuerte apego al sentimentalismo. Aunque lo consideraba inapropiado, me inventaba excusas para mí. También debido al sentimentalismo, solo quería disfrutar de mi vida común y hacer dinero fácilmente para que mis padres no estuvieran preocupados por mi, pero entonces, frecuentemente, me ocurrían cosas inesperadas que me sacudían.
La primera fue que a mi consentido hijo no le gustaba su colegio y no se adaptaba a la vida escolar. No solo desperdicié decenas de miles de yuanes en costes de formación, sino que a causa de esto casi padezco una crisis mental. Al mismo tiempo, mi marido, que vivía en otra ciudad desde que nos separamos, perdió todo su dinero debido al juego y a los préstamos de dinero que pedía con alto interés. Debido a esta situación, buscó otro trabajo y se quedó a vivir allí para no volver a casa porque sentía demasiada vergüenza.
Debido a los conflictos con mis compañeras perdí mi empleo. No estudiaba el Fa ni hacía los ejercicios diligentemente y a menudo me sentía somnolienta. Por las noches padecía insomnio y me sentía sin energía durante el día. Intenté estudiar el Fa y hacer los ejercicios con los compañeros practicantes, pero no funcionó. Siempre aparecían problemas que impedían que nos reuniéramos para estudiar el Fa y hacer los ejercicios, algunas veces porque tenía que ir a trabajar y otras porque no quería “perder la cara”.
Debido a una intensa presión, casi dejé de cultivarme y me volví adicta a los vídeo-juegos en el celular y a la lectura de novelas. Sabía que estaba mal, pero solo quería evadirme de mis preocupaciones y de la tristeza que sentía. De esta forma, seguí estudiando el Fa, haciendo los ejercicios, aclarando la verdad y jugando a los vídeo-juegos al mismo tiempo. Era como si tuviera un pie en la cultivación y el otro avanzando para convertirme en una persona común. En lo profundo de mi mente sabía que, en lo esencial, ya no era una discípula de Dafa.
Hoy, cuando leía la última conferencia, vi estas frases: “Los ojos de los humanos ven al mundo de manera plana, pero los ojos de los dioses ven al mundo multidimensionalmente, ven la situación entera de cada superficie de las capas del mundo”. Quería llorar, porque comprendí que el Maestro no me había abandonado. Me había dado por vencida debido a las distintas presiones, a mis apegos y a mi propio yeli.
Pero el Maestro aún seguía esforzándose muchísimo y había hecho muchos arreglos. Me miraba multidimensionalmente y no prestaba atención a mis cosas malas, así que Él me seguía considerando una discípula de Dafa. Me sentía muy mal porque comprendía que me hallaba muy lejos de los seres divinos de allá arriba. No podía pedir más. El Maestro me cuidaba y esperaba que me convirtiera en una auténtica discípula de Dafa.
Al leer la conferencia, también descubrí otros apegos. El Maestro dijo:
“¿Qué es un Dafa dizi? En la historia hubo muchas religiones, todos saben que en la cultivación individual no se carga una misión, solo se requiere la Perfección para uno mismo –cuando complete mi cultivación iré al paraíso; cuando complete bien mi cultivación me volveré una pusa o un luohan. Pero “salvar a las multitudes de vidas”, esta frase es fácil de decir, pero ¿quién se atreve hacerlo? Ya es tan difícil que te cultives solo, encima tienes que llevar a otros a cultivarse. Si tú llevas a una persona a cultivarse, equivale a que todo lo de esa persona sea tu responsabilidad y, al igual que tú, tú tienes que hacer que él se cultive bien. Si tú mismo no te cultivas bien y es tan difícil, ¿cómo puedes cultivarlo a él bien? Además no solo salvas a una persona, tú quieres salvar a muchas personas. ¿Cómo vas a ser responsable por ellos? Por eso, cuando algunas personas dicen, “yo salvo a las multitudes de vidas”, yo realmente me río de él desde de lo profundo de mi corazón. Salvar a las multitudes de vidas, ¿quién se atreve a salvar a las multitudes de vidas? ¿Puedes probarlo? Ni hay que mencionar salvar a las multitudes de vidas, si se agrega cualquier parte de ye de enfermedad a tu cuerpo, tú mueres, mueres antes de que puedas salvarlo a él”.
Cuando leí estas palabras, comprendí que siempre me estaba debatiendo entre ser una persona común o alcanzar mi propia consumación, pero había olvidado salvar a la gente.
Después, el Maestro dijo:
“El poderío de este Fa, esa base que establecieron los Dafa dizi en la historia y vuestra responsabilidad importante y grande en sí misma, hacen que puedas realizar este asunto. Esto no es algo que pueda hacer la gente común, tampoco ocurrió desde la apertura del Cielo y la formación de la Tierra. El Dafa del universo está forjando a los Dafa dizi. ¿Cuál vida es digna de cultivar el Dafa del universo? En el pasado no había. Sakya Muni tampoco cultivó el Dafa del universo, ¿no es así? Todos saben que él se cultivó iluminándose al nivel del universo con el que él encaja. Usar el Dafa del universo para salvar directamente a la gente, ¿has pensado, siendo una vida, cómo debes hacerlo? ¿Cuál es la responsabilidad? Por supuesto, siendo Dafa dizi, han atravesado tantos años con vientos y lluvias, yo siempre estoy diciendo que aquellos que pudieron atravesar el “20 de julio” de 1999 son extraordinarios, los dioses ya te atesoran mucho; por eso, siendo Dafa dizi, tienen que atesorarse a sí mismos y al camino que ustedes mismos han atravesado, eliminando las escorias. Este es el futuro Dao al que tú te iluminas rectamente, esas son las cosas, la virtud poderosa que tú has logrado, que también determinan el nivel de cada uno”.
Estas palabras me indicaron lo que debía hacer. Siempre he pensado que la gente de este planeta tiene demasiado yeli y que es demasiado difícil salvarlas. Con tan poca confianza en tener éxito, no había cumplido con mi responsabilidad de aclarar bien la verdad a la gente. De hecho, es el Maestro el que verdaderamente salva a la gente y nosotros solo hacemos lo que podemos para ayudar. El Maestro estableció los cimientos tiempo atrás y nos ha venido ayudando todo este tiempo para que seamos capaces de transitar bien nuestros caminos.
Yo, por la presente, me comprometo a cultivarme genuinamente y a validar el Fa, a través de mis palabras y mis acciones. No desperdiciaré más oportunidades.