(Minghui.org) Un día mi esposo despertó con la cara hinchada y sin poder abrir los ojos. Lo llevé al hospital y el médico nos dijo que tenía parálisis facial. Después de una semana en el nosocomio su condición empeoró. El cuerpo y los ojos se tornaron amarillos, y se sentía débil y cansado.
Lo llevé a otro sanatorio, donde le diagnosticaron cirrosis hepática en su etapa temprana. Allí se quedó un mes, pero la situación empeoró. En otra clínica de medicina tradicional china, al cabo de otro mes, tampoco mejoró. El médico sugirió ir a Beijing para un examen más minucioso.
Allí su condición fue igual, habiendo transcurrido un tercer mes de hospitalización. El médico recomendó un sanatorio de renombre nacional en esa ciudad. Después de mucho esfuerzo, finalmente vio a un especialista, que hizo otros estudios. Luego de una semana, le dijo que se fuera a casa y disfrutara de la vida ya que no había cura.
Punto de retorno
Durante algún tiempo yo había practicado Falun Dafa. Entendí que sus ejercicios y su enfoque en la mejora mental restaurarían la salud de quienes lo practicaran.
Le dije a mi esposo: “Parece que todos los expertos y especialistas no pudieron ayudarte. Tal vez el Maestro de Falun Dafa pueda hacerlo. Si realmente crees, puedes encontrar la salud nuevamente”; estuvo de acuerdo.
Al día siguiente, comenzó a practicar. Debido a la etapa tardía de cirrosis hepática en que se encontraba, su condición física era muy débil. Estaba postrado en la cama, tenía las piernas hinchadas, la piel amarilla y sin fuerzas para hablar. Esto le dificultaba leer las enseñanzas de Dafa y hacer los ejercicios.
Le llevó entre tres y cuatro horas leer una Lección en Zhuan Falun, el libro principal de Falun Dafa. También hizo los ejercicios y sudó profusamente.
Le dije que una vez que practicara Dafa, todo lo que le ocurriría sería algo bueno. Lo alenté a que termine de leer el libro y a hacer los ejercicios.
Al cuarto día, sintió muchos Falun rotando en sus manos. La fatiga y el cansancio desaparecieron y fue a dar un paseo. ¡Qué increíble mejoría!
Una semana más tarde, fuimos en motocicleta a visitar a nuestro hijo. Todos quedaron anonadados cuando lo vieron. En una semana el poder ilimitado de Dafa lo había ayudado a estar saludable.
Todos nuestros parientes fueron testigos del poder de Dafa. Mi esposo le cuenta a todo el que ve cómo Dafa lo ayudó a recuperarse de una enfermedad terminal.