(Minghui.org) Soy docente, y muchos padres de mis alumnos intentan darme regalos o dinero como “agradecimiento” por ayudar a sus hijos. Siempre los rechazo, pero les digo por qué; como practicante de Falun Gong, hago las cosas para ayudar a otros sin buscar recompensas. También les cuento sobre la persecución y les pido que renuncien al partido comunista chino (PCCh) para que tengan un buen futuro.
He estado practicando Falun Gong durante 17 años. Siempre y cuando alcanzo el estándar del Fa, los padres de mis alumnos renuncian al PCCh y a sus organizaciones.
Uno de mis estudiantes solía reprobar sus exámenes constantemente, pero desde que me hice cargo de su clase, sus notas subieron considerablemente. Sus padres estaban tan agradecidos que intentaron darme una bolsa grande de arroz, pero me negué a aceptarla.
Luego insistieron en darme otra comida. Me sentí obligada a tomarla, pero les pagué. Luego de idas y vueltas finalmente aceptaron.
Les dije que como soy practicante de Falun Gong, me cultivo con los principios de Verdad, Benevolencia, Tolerancia, y no tomaré nada de mis estudiantes o sus padres. Mi maestro nos enseña a ser buenos. Ya que ayudar a los estudiantes es mi trabajo, debo hacerlo bien.
También les conté sobre la persecución a Falun Gong, y les pedí que renunciaran al PCCh. Estuvieron de acuerdo.
En 2014 me hice cargo de otra clase. Un varón llamado Junyi era adicto a los juegos electrónicos y a menudo faltaba a la escuela. Sus padres trabajaban en otra ciudad y no podían cuidar de el.
Tenía que llamar a sus padres seguido para hablar sobre cómo ayudar a su hijo. La madre del niño pagó 400 yuanes por mis gastos de celular diciendo que las llamadas habían sido para su hijo, y que yo no debería pagar por ellas.
Cuando la madre del niño vino a casa para celebrar el Año Nuevo Chino, me dio un sobrecito rojo con mucho dinero como “agradecimiento”.
Le devolví el dinero y los 400 yuanes de mi celular. Le dije que no podía aceptar dinero de ella, porque soy cultivadora y hacer un buen trabajo es mi responsabilidad.
También le conté sobre Falun Gong y la persecución, y le pedí que renunciara al PCCh y a sus organizaciones afiliadas. La madre del niño y su abuelo renunciaron a los jóvenes pioneros, y la madre también compró una copia de Zhuan Falun.
El niño dejó de jugar a los juegos electrónicos y sus notas han mejorado.