(Minghui.org) Mi esposa se desmoronó a causa de muchas enfermedades después de casarnos. Se quejaba de dolor en todo el cuerpo. A pesar de nuestra situación financiera, gastábamos tanto como podíamos en medicamentos, incluyendo chinos y occidentales. Ella sufría tremendamente, pero no encontraba cura.
En lugar de jugar con otros niños, mi hijo, cuando tenía seis años, preparaba medicinas con hierbas chinas para su madre enferma.
Dadas las tribulaciones de mi esposa, ella tenía mal genio. Estaba desesperado, y pensé que si alguien podía curar su enfermedad, yo haría lo que él o ella me pidiera.
En el invierno de 1996, algunas personas le aconsejaron probar con Falun Gong. Me sorprendió pero me encantó ver que su salud había mejorado significativamente después de practicar unos diez días. Se convirtió en una persona mucho más feliz.
Mi hijo y yo estábamos verdaderamente asombrados de los cambios que vimos en ella y dijimos que Falun Gong es realmente grandioso.
Antes de esto, alguien me contó de una persona que se había recuperado de cáncer después de practicar la disciplina, pero seriamente dudé de ello. Ahora, he visto las maravillas de la práctica con mis propios ojos y las dudas dejaron de existir.
Nuestros vecinos, amigos y familiares fueron testigos de los grandes cambios en mi esposa y estaban conmovidos. Muchos también comenzaron a practicar Falun Gong.
En 1998 mi hijo y yo empezamos la práctica. Mi familia fue armoniosa y nuestra situación financiera mejoró, ya que no tuvimos que pagar más medicinas.