(Minghui.org) Diez residentes de la ciudad de Dehui, provincia de Jilin, fueron juzgados el 24 de marzo de 2017 por negarse a renunciar a su creencia en Falun Gong, una disciplina espiritual que es perseguida por el partido comunista chino.
No se le permitió a ninguno de los enjuiciados contratar abogados para defender su derecho constitucional a la libertad de creencia. Los abogados de oficio recibieron instrucciones para declarar culpables a los acusados.
Solo dejaron entrar a dos familiares de cada defendido dentro de la sala. El juez, Xianfu Wang, presidió el juicio, el cual finalizó sin alcanzarse ningún veredicto.
Los practicantes, dos hombres y ocho mujeres, permanecían detenidos desde que fueron arrestados a fines de septiembre de 2016. Los hombres permanecieron recluidos en el centro de detención de Dehui y las mujeres en el centro de detención número 4 de Changchun.
Vigilancia policial antes del arresto en masa
La policía local había estado vigilando a los diez practicantes durante meses, antes de proceder a arrestarlos a todos en un período de 12 horas, entre el 21 y el 22 de septiembre de 2016.
Las Sras. Zhang Fengqiu, Yang Jinyu, y Ma Baolian fueron arrestadas mientras repartían materiales de Falun Gong, la noche del 21 de septiembre. Varios funcionarios irrumpieron en el hogar de la Sra. Yang Jingfeng poco después, aterrorizando a sus padres, los cuales viven con ella. La pareja de ancianos llamó a su hija, la Sra. Yang, la cual fue arrestada mientras se encontraba en casa de su hermana.
A la mañana siguiente, sobre la 6:00, La Sra. Li Ruifeng fue arrastrada fuera de su cama vestida solo con su pijama. Sobre esa misma hora, la Sra. Li Shaozhen también fue arrestada en su casa.
La Sra. Hu Bo había planeados visitar a su padre enfermo en el hospital local esa mañana, pero fue detenida cuando salía de su edificio de apartamentos. La policía también atrapó a la Sra. Hao Jie en cuanto puso un pie fuera de su casa.
El Sr. Cui Tao fue arrestado momentos después de que dejara a su hijo mayor en la escuela. Otro practicante, de cual aún están investigando su nombre, fue puesto bajo custodia esa misma mañana.
Un funcionario abofeteó a la esposa del Sr. Cui cuando fue a la comisaría de policía para preguntar por la situación en que se encontraba su marido detenido. Algunos funcionarios la forzaron hasta que consiguieron que quedaran impresas sus huellas dactilares sobre una declaración, en la cual prometía no molestar de nuevo a la policía en lo referente al caso de su marido.
Los padres de las hermanas Yang también fueron maltratados por la policía cuando solicitaron la liberación de sus dos hijas. La anciana madre, de 70 años de edad, fue arrestada el 22 de febrero de 2017 y permaneció detenida durante 10 días.