(Minghui.org) Salí de China en 2007. Durante los primeros años, mi esposo me prohibía participar en cualquier actividad de Falun Dafa. Me intimidaba golpeándome y maldiciéndome. Aunque yo quería ayudar a los compañeros practicantes a hablar con la gente acerca de Falun Dafa, no podía superar las objeciones de mi marido. Siempre esperaba que mi marido se vaya de viaje de negocios para salir. Cuando él estaba en casa, tenía que pensar en maneras de convencerlo para que me dejara ir. A veces no podía encontrar las palabras correctas o una oportunidad de hablar con él a pesar de que las actividades fueran por tan solo dos días. Fueron momentos muy difíciles para mí.
El primer año que ayudé a promocionar Shen Yun, sólo pude salir una vez por semana. Mi marido siempre estaba enojado cuando regresaba a casa. Solía alentarme cuando regresaba, recordándome que estaba haciendo la cosa más noble y no tenía por qué temer.
En una ocasión, un practicante me señaló frente a todos los demás compañeros el hecho de que rara vez ayudaba con la promoción de Shen Yun. Ella dijo: "Ya que eres dueña de un comercio, puedes determinar cuándo abrir y cuándo cerrar". Pensé que estaba ignorando mi situación y discutí con ella. Sin embargo, más tarde, cuando me calmé, me di cuenta de que lo que me dijo era cierto. Tenía mucho que mejorar. Además de las objeciones de mi marido, mi apego al interés personal era también un obstáculo. Nuestra tienda no hacía mucho dinero y acudir a las actividades resultaba caro. Me preocupaba que mi esposo estuviera aún más enojado si participaba en más actividades.
Me decidí a romper con estas barreras mentales. Después de eliminar mi apego a los intereses personales, decidí salir dos veces por semana. Al principio, no dije nada a mi marido. Me iba justo después de que él salía, y volvía antes de que él regresara. Durante varias semanas, no supo lo que estaba haciendo.
Un practicante y yo fuimos una vez a distribuir folletos de Shen Yun. Estaba oscuro, pero todavía teníamos algunas calles más para cubrir. Mi compañero quería acabar con todas las calles. Yo estaba ansiosa por irme a casa, pero me llené de coraje y me quedé hasta el final. En cuanto entré en la casa, mi marido me preguntó: “¿Dónde has estado?”, murmuré: “Fui a distribuir folletos”. No dijo nada.
Más tarde, comencé a salir dos veces por semana. Mi marido parecía insatisfecho, pero hice esfuerzos mayores para cumplir con los trabajos domésticos. Por lo general pasaba de las 7:00 p.m. cuando llegaba a casa, y me ponía a cocinar de inmediato. En mi mente me quejaba de mi marido. Pensaba: "¡Él ha estado todo el día en casa, sin embargo está esperando a que yo le cocine!". Cuando mejoré en mi cultivación, comprendí lo que el Maestro nos dijo: "tomar las penalidades sufridas como gozo" (Templando la mente y el corazón de uno, Hong Yin); entonces tomé el trabajo de cocinar con entusiasmo mientras cantaba canciones de Falun Dafa.
Poco a poco, empecé a salir tres veces por semana. Mi esposo eventualmente se acostumbró a esto. Un día, no salí como había planeado y él me preguntó extrañado por qué.
He aprendido mucho a través de los conflictos con mi familia. He mirado mucho adentro y he conseguido soltar muchos apegos, especialmente mi apego al sentimentalismo, a quejarme y a discutir. Solía esconder mis apegos con la excusa de que los proyectos de Dafa eran mi prioridad, pero no era considerada con los sentimientos de mi familia. He aprendido a ponerme en sus zapatos, y a ser indulgente. El clima en el hogar ha mejorado gradualmente. Ahora puedo participar en actividades relacionadas con Dafa en cualquier momento.
Tengo la suerte de poder promocionar Shen Yun. ¡Es una experiencia tan agradable y sagrada! Al interactuar con compañeros practicantes he encontrado muchos de mis apegos y dónde he quedado corta en mi cultivación. ¡Me he beneficiado tanto de esta experiencia, y me he inspirado para cultivarme diligentemente!
Una vez fui a distribuir volantes con dos practicantes. Conversaban sobre sus vidas y cosas tales como coches y casas. Pensé que deberíamos atesorar nuestro tiempo juntos para hablar sobre nuestras experiencias de cultivación. En mi mente me quejé de que estaban desperdiciando ese precioso tiempo. A lo largo de los dos días que trabajamos juntos, una se burlaba de mí de vez en cuando, lo que me hizo tener aún más pensamientos negativos.
Aunque no le reproché nada, Shifu vio claramente mis pensamientos, y a través de otro practicante me mostró este asunto. Esa noche, ésta practicante y yo fuimos a recoger algunos carteles de Shen Yun. Ella me dijo que realmente disfrutaba promocionando Shen Yun junto a compañeros practicantes. Ella pensaba que cada practicante era tan bueno y encantador. Cuando escuché sus palabras, pensé: "¿Por qué yo pienso que algunos compañeros practicantes son amables, pero otros no lo son? ¿No había una gran brecha en mi cultivación?”.
Ella me habló sobre algunas de sus experiencias de cultivación. Compartió sobre eliminar pensamientos negativos sobre compañeros practicantes y cómo comportarse de manera compasiva y tolerante. Cuando comenzó a ponerse en el lugar de los compañeros practicantes, pudo entenderlos, ver sus méritos y tener progresivamente menos pensamientos negativos sobre ellos. Entonces me di cuenta dónde necesitaba mejorar. Desde entonces, a menudo me recuerdo que debo ver los méritos de los demás y ser más considerada.
Los dos primeros años que ayudé a promocionar Shen Yun, a veces estaba descontenta con la forma en que nuestro coordinador manejaba las cosas. A medida que mejoraba mi xinxing, poco a poco me di cuenta de que estaba juzgando las cosas en base amis nociones humanas. Trabajé duro para eliminar estas nociones. Ahora tengo menos pensamientos negativos, y he dejado de quejarme.
Una vez pude apreciar cómo una compañera practicante cooperaba incondicionalmente con el coordinador. Estábamos volviendo cuando comentó que no podía comer con nosotros ese día, porque tenía que regresar a casa para terminar todas las tareas domésticas. Tenía dos horas de trayecto, y ya eran las 6:00 p.m.
Justo inmediatamente después de descargar el coche y disponerse a regresar a su casa, recibió una llamada telefónica de nuestro coordinador. Debido a que yo estaba justo al lado suyo, pude escuchar su conversación claramente. El coordinador le pidió que recoja 10 cajas con volantes de Shen Yun de otro lugar. La compañera practicante preguntó suavemente, "¿Cuándo?". El coordinador dijo: "Ahora mismo". La compañera practicante calmadamente dijo: "¡Claro! Voy a ir ahora". Yo estaba muy conmovida. Me pregunté: "¿Podría hacer lo que el coordinador pidió tan incondicionalmente?".
Siempre que me encuentro con cualquier problema, recuerdo su ejemplo. Me recuerdo que debo dejar de lado mi interés personal y cooperar sin quejas. Si algo es imperfecto en cualquier asignación, trato de tener la benevolencia de señalarlo.