(Minghui.org) El 20 de diciembre de 2016 una pareja de ancianos estaba en su casa, cuando agentes de seguridad del lugar de trabajo del esposo se presentaron con la policía. Sin mostrar ninguna identificación u orden de registro, los seis visitantes no invitados dieron vuelta la casa.
El señor Zhou Xikun, un trabajador de la Universidad de Wuhan en la provincia de Hubei, fue el objetivo porque se negó a renunciar a Falun Gong, disciplina espiritual que está siendo perseguida por el régimen comunista chino. La esposa no intervino cuando terminaron el saqueo y exigió que su marido visite la comisaría, ya que uno de los oficiales prometió que volvería en pocas horas.
El hombre nunca regresó al hogar. Al día siguiente la mujer y el hijo fueron a la Universidad de Wuhan y a la comisaría local a preguntar dónde estaba. Nadie les dio ninguna información útil.
Días después recibieron una llamada telefónica del centro de detención de Hongshan, pidiéndoles que enviaran la medicación del señor Zhou. Sólo entonces se enteraron dónde estaba detenido.
Inmediatamente contrataron a un abogado para buscar la liberación. El letrado se enteró por el hombre que alguien le entregó una documentación para que firme cuando fue llevado por primera vez al centro de detención. El hombre le manifestó que no entendió de qué se trataba.
El funcionario He Aimin, que está a cargo del caso, hasta ahora se ha negado a reunirse con el abogado.