(Minghui.org) ¡Saludos, Maestro! ¡Saludos compañeros practicantes!
Soy una nueva practicante de Falun Dafa en mis sesenta años. El Maestro nos contó que es nuestra responsabilidad el salvar a la gente, así que he tratado duramente de mejorarme y aclarar los hechos a la gente.
En mis dos años de cultivación, he ayudado a más de dos mil personas a renunciar al partido comunista chino (PCCh). Cuando hablo con ellos, doy lo mejor de mí para permitirles entender los hechos básicos. Hablo lentamente y cada palabra viene desde mi corazón.
Antes de comenzar mi cultivación, tenía todo tipo de enfermedades y pasé por cuatro cirugías importantes entre 1998 y 2012. Mi última cirugía fue en mi cráneo a causa de un tumor cerebral. Experimenté fuertes efectos secundarios a causa de las medicinas y fui dada de alta del hospital antes de estar recuperada completamente.
Con problemas estomacales, solo podía comer sopa de arroz y encurtidos. Mi peso cayó de 68 a 47 kilos. Fui hospitalizada por malnutrición a finales de 2012.
Un año después fui diagnosticada con severas úlceras intestinales, insuficiencia hepática y renal, además de problemas cardíacos. Probé muchos medicamentos, pero ninguno me trajo una mejora significativa.
Viendo mi sufrimiento, mi hija tomó prestado los libros de Falun Dafa de su suegra, quien ya me había recomendado Falun Dafa hacía veinte años. Ella había escuchado que Falun Dafa es muy efectivo para mejorar la salud de uno.
Cuando abrí el libro por primera vez, miré la foto del Maestro. Él lucía muy compasivo y familiar. El libro estaba escrito tan bien que no quería dejar de leerlo. Me arrepentí de no haber escuchado a la suegra de mi hija antes y de perder la oportunidad durante veinte años.
Luego de leer el libro, comprendí que era un error mio estudiar el Fa con el propósito de curar mis enfermedades. Después de leer Zhuan Falun tres veces entendí que Falun Dafa es una práctica de cultivación y que puede ayudar a la gente a retornar a su original y verdadera personalidad. Yo estaba extática.
Aprendí los ejercicios con la suegra de mi hija. Sentí el Falun rotando en mis hombros, cabeza y alrededor de mi cuerpo. En menos de dos meses todas mis enfermedades se fueron y tenía mucho mejor descanso y apetito.
Una vez dormí por cuatro días. Después de eso estaba llena de energía y pude hacer todas mis tareas del hogar. Era mágico. Cuando estudié Zhuan Falun de nuevo entendí que, como tenía una enfermedad en mi cerebro, el Maestro estaba ajustando mi cerebro mientras dormía. ¡Gracias Maestro, por darme otra vida!
A los seis meses después de comenzar a practicar la cultivación, estudiaba el Fa y hacía los ejercicios todos los días, pero no sabía nada sobre salvar seres conscientes.
Encontré algunos folletos sobre la aclaración de la verdad y llegué a saber que, como discípulos de Dafa, tenemos que asistir al Maestro en la rectificación del Fa y hacer las tres cosas bien. No sabía qué eran las tres cosas. Solo sabía que nosotros tenemos que salvar seres conscientes.
Dafa me dio una nueva vida. A pesar de que soy una practicante nueva, todavía necesito hacer las cosas que el Maestro nos pide que hagamos, así que comencé a aclarar la verdad a la gente.
La primera vez que fui a hablar con la gente cara a cara fue en julio de 2014. Entré en una tienda. Dos hombres jóvenes estaban mirando ordenadores. Charlé con ellos y les hablé sobre renunciar al partido comunista. Me dijeron que no estaban registrados en el partido pero sí en sus organizaciones afiliadas. Me sentí feliz por ellos y también por mí ya que hice un gran avance en salvar a gente.
Me encontré con otro hombre joven después de dejar la tienda. Él también estaba de acuerdo con renunciar al PCCh. Este buen comienzo me hizo sentir muy alentada y plenamente confiada.
Le hablé a un joven y le pedí que renunciara al PCCh. Él no sabía los hechos sobre Falun Dafa y atacó la práctica. Le intenté explicar pero él no me escuchaba. Esto me trastocó. “¡Cómo vine a conocer a tal persona!”, pensé en mi interior. “Eres tan terco que no querría salvarte aunque me lo pidieras”.
Después volví a casa y tras tranquilizarme comprendí que estaba equivocada. No tuve paciencia ni compasión hacia él. En realidad yo estaba empujándolo lejos. Le prometí al Maestro que no volvería a cometer semejante error.
Presté especial atención a cultivar la compasión a partir de entonces.
Una mañana de primavera fui a un mercado de agricultores. Vi a un joven que parecía un estudiante universitario y estaba vendiendo manzanas. Me contó que se había graduado hacía más de un año pero que todavía no había encontrado trabajo. Había estado vendiendo manzanas ahí por dos días pero no había vendido mucho.
Le hablé sobre renunciar al partido. Me dijo que precisamente se había registrado hacía pocos años y que no quería salir. Le expliqué que el partido sería disuelto pronto y que todos sus miembros serían responsables por los crímenes del partido.
El joven me dijo que tenía que pensar sobre ello. No renuncié a él y pensé en mi interior “debo salvarte”.
Viendo que no quería irme, comenzó a moverse a otro sitio pero a causa del gentío, no pudo irse muy rápido. Lo seguí y continué hablándole mientras caminábamos.
“Siento que tu eres como mi propio hijo. Eres tan joven y no quiero verte convertido en un chivo expiatorio para el partido. Sinceramente te estoy ayudando”, le dije.
Quizás esto le llegó. Se volvió y dijo: “¿Puedo renunciar al partido con un pseudónimo?”.
“¡Por supuesto!”. Pensé en un pseudónimo para él y le di un amuleto. “Espero que encuentres un buen trabajo pronto y tengas un futuro brillante”, le dije.
Recordé lo que el Maestro dijo:
“Si tienes pensamientos rectos muy fuertes, la maldad será desintegrada. El poder verdadero de la misericordia puede desintegrar a todos los factores no rectos, y cuando tú hablas con él, la energía se está emitiendo hacia afuera y desintegrando esas cosas perversas, y la maldad en otro espacio ya no se atreve más a acercarse y controlar a esa persona. Entonces, en este momento, la gente te escuchará cuando razonas, tú podrás eliminar esas mentiras que el partido perverso les inculcó, y podrás desatar el nudo en su corazón” (Enseñando el Fa en Manhattan).
El Maestro ya ha pavimentado el camino para los discípulos de Dafa. El Fa es realmente maravilloso. Gracias Maestro.
Otro practicante y yo vimos un grupo de gente en la estación del bus. Quise aclararles la verdad y le pedí al Maestro mentalmente que me fortaleciera. Me acerqué a un hombre de edad madura y le di un folleto sobre las demandas mundiales contra Jiang Zemin.
Otro hombre vio esto y me preguntó “¿Son practicantes de Falun Gong? ¿Por qué están en la plaza de Tiananmen?". Supe que había sido engañado por la propaganda del PCCh, así que le enseñé el folleto explicando la farsa. Ellos entendieron y estuvieron de acuerdo con renunciar al partido. Otros también nos pidieron algunos folletos. Les pedí que los compartieran con su familia y amigos.
”Conocí a un hombre de alrededor de cuarenta años. Iba camino a casa después del trabajo. Le pregunté si había oído hablar sobre renunciar al partido. Él estaba muy emocionado y agitó mis manos. “¡Finalmente los he encontrado chicos! Quiero renunciar a los jóvenes pioneros y a la liga de jóvenes comunistas”.
También me pidió ayudar a su mujer a renunciar a las organizaciones afiliadas del PCCh. Él estaba lleno de alegría y se mantuvo diciéndome “gracias” .
Otra mujer cerca de nosotros oyó nuestra conversación y también quiso renunciar al PCCh.
Estaba muy feliz porque no me sentía cansada para nada. ¡Los seres conscientes están esperando a ser salvados!
El Maestro dijo en El Fa rectifica el mundo, Hong Yin (II):
“La compasión puede disolver Cielo y Tierra y traer la primavera
Los pensamientos rectos pueden salvar a la gente en el mundo”.
Volví a la estación de autobuses a menudo para hablar con la gente cara a cara. No tuve miedo, tampoco pienso sobre con cuántas personas puedo hablar. Solo me enfoco en aclarar los hechos a la gente.
Si una persona no me escucha la primera vez que le hablo, intento hablarle otra vez. Alguna gente cambia su opinión y está de acuerdo en renunciar al partido más tarde.
Con mi persistencia y la ayuda del Maestro, hice un rápido progreso en la clarificación de la verdad. Durante nueve meses de hablar con personas en la estación de autobuses, ayudé a 1300 personas a renunciar al partido.
Mi marido me vio clarificando los hechos a un vendedor de verduras y estaba muy triste. Él tenía miedo de que la policía pudiera arrestarme. Le contó a nuestra hija, que también comenzó a preocuparse -no solo por mi, tambien por si ellos pudieran verse implicados. Intentaron todo para persuadirme y que no saliera más a clarificar los hechos.
Le conté a mi hija y a mi marido que el Maestro estaba cuidándome y que prestaría atención a la seguridad. Todavía no entendían por qué tenía que hacerlo y pelearon conmigo.
Sin importar qué dijeron yo todavía fui y busqué formas de aclarar los hechos.
Una mañana mi hija vino y me contó que varios practicantes habían sido arrestados. Me preguntó si yo todavía seguiría yendo a hablarle a la gente sobre Falun Dafa. No le respondí pero mi marido le dijo algo y ella se puso muy enojada y continuó preguntándome.
Yo también me entristecí. “Viste cómo el Maestro curó mi enfermedad. También podrías estar agradecido. Si continúas interfiriéndome me iré de casa”.
Solo tenía la intención de asustarlos y hacer que dejaran de presionarme, pero para mi sorpresa, mi marido me dijo que me fuera inmediatamente. Me di cuenta, en ese momento, de que estaba equivocada. Pensé que debería dejar pasar la situación así que fui a mi habitación a estudiar el Fa.
Mi hija comenzó a gritar. Dijo que si hubiese sabido que me convertiría en eso, nunca me habría prestado los libros de Falun Dafa de su suegra. Me culpó de ocuparme menos de ellos y pasar menos tiempo con ellos. Pensé que debía dejarla sola en ese momento y continué estudiando el Fa sin decir nada. Se fue después de un cuarto de hora, todavía seguía llorando.
Me llamó en el descanso de la comida y se disculpó conmigo. Me preguntó si estaba enfadada con ella. Le expliqué que como cultivadora debía tener tolerancia y no enfadarme con nadie.
Mi marido todavía se rehusaba a hablarme. Sabía que estaba molesto conmigo. Me disculpé con él al día siguiente y le pregunté por qué estaba tan atemorizado de que la policía me arrestase. “No es un gran problema si la policía te arresta”, dijo: “ Estaba preocupado por que podrían congelar mi pensión”. Mi corazón dio un vuelco por lo que dijo. En mi corazón comencé a sentirme resentida hacia él.
Cuando estudié el Fa las palabras “naturaleza demoniaca” aparecieron en mi mente. Me iluminé a que el Maestro estaba usando los demonios dentro de mis familiares para ayudarme a mejorar el xinxing. Me sentí muy ligera y relajada al comprender la razón. Le prometí al Maestro que cultivaría mi resentimiento para que se convirtiese en compasión.
De hecho, después de comprender mi problema, mi marido y mi hija nunca volvieron a interferir con mi aclaración de la verdad.
Me caí dos veces el último verano y mis piernas y brazos se lastimaron. Esto me recordó que desarrollé exultación y mentalidad de ostentación después de mis progresos salvando gente.
Me emparejé con otra practicante para clarificar los hechos. Trabajábamos muy bien juntas. Después de un rato, como había ayudado a más gente a renunciar al PCCh, la otra practicante desarrolló mentalidad de competición y quiso remontar. Mientras más quería llegar al nivel de mis números, peores resultados tenía en su aclaración de la verdad. Ella también se cayó e hirió su cintura.
En ese momento descubrí mi grave mentalidad de ostentación. “Vamos a dejar de competir entre nosotras”, le dije: "Mejor mirémonos internamente".
El maestro dijo en Zhuan Falun:
"La ostentación en sí misma es un corazón de apego muy fuerte, un corazón realmente no bueno y un corazón que un cultivador tiene que eliminar".
Recientemente, también encontré que estaba siendo selectiva con la gente para clarificarles la verdad. Esto es un apego muy malo que estoy determinada a eliminar.
El Maestro dijo:
“Si la gran mayoría de la gente que está actualmente en este mundo de verdad vinieron de niveles altos para obtener el Fa, piensen todos al respecto: entonces no son simplemente seres corrientes” (Viaje por Norteamérica para exponer el Fa).
Me dije antes de estudiar el Fa: “Hoy tengo que leer el Fa con una mente pura”. Después de ese pensamiento, encontré luces coloridas iluminando mis manos y el libro. ¡Fue verdaderamente maravilloso!