(Minghui.org) Usualmente tengo mala actitud y me quejo cuando no estoy de acuerdo con las acciones de alguien más, sean o no practicantes.
Shifu dijo: “Al vivir, el hombre tiene que pensar”. (Zhuan Falun)
Después de estudiar el Fa y mirar hacia adentro, llegué a entender que cuando tengo pensamientos negativos, estoy viendo las cosas desde mi perspectiva y con una mente estrecha.
Cuando empecé a cultivarme ponía atención a mis pensamientos, podía reconocer esos pensamientos en el momento que aparecían, y corregirlos. Podía considerar las cosas desde la perspectiva de la otra persona, llegué a ser más considerada con los demás, tomar las cosas más ligeramente y ser menos contundente al hablar con otros.
Reconociendo y eliminando pensamientos negativos
Aclaraba la verdad sobre Falun Gong y la persecución haciendo llamadas telefónicas a China en la plataforma RTC por sus siglas en inglés (Clarificar la verdad rápidamente). Para llevarlo a cabo varios practicantes se reunían en una aula virtual y llamaban a diferentes números telefónicos en China.
Muy a menudo, al hablar por teléfono, una practicante entraba en el aula virtual e inmediatamente comenzaba a hacer preguntas.
Otros practicantes, al entrar al aula virtual, entendían la importancia de estar callados y prestaban atención antes de hacer preguntas. ¿Por qué esta practicante comenzaba a hacer preguntas tan pronto como entraba al aula virtual, ignorando la posibilidad de que alguien podría estar en el teléfono?
La misma situación pasó de nuevo y comencé a escribir un mensaje en la computadora, diciendo que su interrupción podría ser una interferencia.Sin embargo antes de enviar el mensaje, me di cuenta de que este pensamiento era negativo y que estaba viendo hacia fuera de nuevo. De repente comprendí que podía poner en mute mi micrófono si es que no quería molestar a otros. No envié el mensaje.
Siendo más tolerante
Me di cuenta de que cuando consideraba la situación desde la perspectiva de la otra persona, aunque en la situación la otra parte estuviera equivocada, me volví más tolerante y comprensiva. Mi tono y mis palabras se volvieron más razonables, y dejé de culpar y criticar a otros. Aprendí esta lección tras un incidente que tuve con mi esposo.
Mi esposo no reparó una gotera que había en la ventana de nuestra recamara, aunque se lo había pedido a menudo, y dañó el empapelado.
Cuando él estaba en un viaje de negocios arreglé la ventana, pero me corté la pierna en un borde afilado de una banqueta rota. Sin embargo me sentí muy bien de haber reparado la gotera.
Cuando mi esposo regresó le dije que había reparado la gotera. No dijo nada, pero varios días después me exigió saber quién hizo el trabajo, y si yo lo había hecho, que le mostrara cómo lo había realizado.
Le mostré las herramientas y mi corte en la pierna. No dijo nada. Pero durante la cena me dijo que leyó en un periódico sobre una familia que había sido asesinada por unos amigos chinos. Él pensó que le había pedido a alguna persona sin preparación que repara la gotera.
“Está bien, ahora entiendo”, le dije. “La razón por la que hablo con las personas es para contarles sobre Falun Gong y la persecución. No invito a personas que no conozco a entrar a nuestra casa. No te preocupes”.
Aprendiendo la lección
Hace unos días escribí una experiencia de cultivación y la envié a un grupo de correo electrónico para compartirlo con otros practicantes, y recibir su opinión al respecto.
“¿Quién eres tú?”, el practicante escribió. “El artículo está muy bien escrito, es muy conmovedor, y muy benevolente. Con este artículo tan bueno, ¿aún tienes miedo de que los demás sepan quien lo escribió? Si tienes alguna mentalidad de miedo, deséchala. Me disculpo si hiero tus sentimientos. Es raro que buenas experiencias de cultivación no tengan autor”.
No tenía miedo, pero olvidé incluir mi nombre. Ya había compartido esta experiencia de cultivación en la plataforma de RTC con mi nombre real.
Rápidamente me di cuenta de que tenía pensamientos negativos de nuevo y que estaba mirando hacia fuera. Me corregí y le agradecí por su gentileza en compartir sus pensamientos.
Resolviendo un problema con bondad
Un practicante de otra área necesitaba la mitad de una caja de volantes. Contacté al practicante que es responsable del manejo de los materiales, y acordó en traerlos la semana siguiente. Pensé que ya había hecho el arreglo. Sin embargo, se lo olvidó.
No me enojé y no tuve pensamientos negativos. Miré hacia adentro y pensé: “Parece como que no hice nada malo. Sin embargo, si le hubiera recordado unos días antes, no lo habría olvidado. Lo puedo hacer mejor”.
El practicante que necesitaba los volantes lo entendió muy bien, y ninguno de nosotros tuvimos pensamientos negativos. Trabajamos juntos y resolvimos el problema.
Pequeñas cosas que prueban mi xinxing pasan casi todos los días. Es importante recordar el Fa y corregir nuestras acciones inmediatamente.