(Minghui.org) Los practicantes de Falun Dafa han sido severamente perseguidos por el régimen del partido comunista chino (PCCh) en la ciudad donde vivo. Desde que comenzó el movimiento de demandas en 2015 contra Jiang Zemin, el exlíder del PCCh, varios cientos de practicantes en nuestra área fueron acosados, arrestados, sus domicilios saqueados, detenidos e incluso arrestados por presentar demandas contra Jiang Zemin, que lanzó la persecución en 1999.
Muchos practicantes han hablado con las personas sobre Falun Dafa y la persecución, y han generado mucha conciencia. Sin embargo, también hay muchos practicantes que renunciaron a la práctica de cultivación.
Además de tener miedo y apego a la fama, interés personal y sentimentalismo, tampoco eran firmes en su creencia en Dafa y el Maestro. En momentos críticos cuando se enfrentaban con la persecución, no tuvieron fuertes pensamientos rectos y lo que prevaleció fueron sus pensamientos ordinarios.
Dejando una mancha en mi cultivación
En julio de 1999, fui al gobierno provincial para pedir justicia por Falun Gong. En mi regreso a casa, fui detenido en un centro de lavado de cerebro local. Frente a la prueba de fama, interés personal y sentimientos humanos, muchos practicantes se vieron comprometidos.
Bajo una gran presión, supliqué al Maestro: “Maestro, por Favor, déjeme ver un Falun, solo por una vez. Si así fuera, podría permanecer firme y no renunciar a Dafa”.
No pude verlo y renuncié a Dafa. Dejé una mancha en mi cultivación.
Negándome a ceder bajo presión
Cuando fui llevado a un centro de lavado de cerebro localizado en un campo de trabajo forzado a principios de 2001, fui el último practicante en resistir.
“Tienes que escribir una declaración de garantía, o serás sentenciado a un campo de trabajo. Nunca nadie se fue de aquí sin escribir la declaración”.
Estuve bajo una enorme presión. En mi mente, ser llevado a un campo de trabajo forzado era lo mismo que perder casi todo lo que tenía en el mundo. Durante las noches en vela pensaba: “Comprometerse con las autoridades significa renunciar a Dafa. Rehusarme a colaborar significa perder todo lo que tengo en este mundo”.
Cuando me preguntaba si creía firmemente en Dafa, pensaba: “¡Creo firmemente en el Fa y el Maestro!”.
En el momento que tuve este pensamiento, comprendí que si seguía pensando en que iba a ser transferido a un campo de trabajo forzado, mis pensamientos podrían crear esos factores en otras dimensiones. Decidí que tenía que negar la persecución y salir fuera del centro con dignidad.
Al día siguiente mi empleador envió al centro un auto para buscarme. Antes de irme, el director administrativo dijo: “Te admiro a ti y a otros practicantes por no desmoronarse bajo presión”.
El trabajo en Internet detiene el acoso
El personal de la oficina 610 y mi empleador querían llevarme a un centro de lavado de cerebro en 2002. Por medio del estudio del Fa llegué a la comprensión de que convertirse en indigente y destituido también era una forma de persecución. Simplemente tenía que creer en el Maestro y en el Fa. Sin embargo. Seguí enviando pensamientos rectos para rechazar la persecución.
La situación no tardó en cambiar. La esposa del secretario del comité de asuntos políticos y legales fue colega de mi padre. Mi padre habló con ella, y a su vez ella habló con su marido sobre mí. Entonces el secretario llamó de inmediato al director de la oficina 610 y ya nadie volvió a acosarme.
En la superficie, dio la impresión de que me ayudaron personas comunes. Pero la situación había cambiado porque creí en el Fa y en el Maestro.
Rechazando pensamientos negativos
Un practicante local fue arrestado por la policía de seguridad nacional en un condado vecino. Mi esposa (también practicante), los familiares del practicante y yo, fuimos a la división de seguridad doméstica de esa localidad y demandamos que liberaran al practicante.
Mi esposa encontró el número de teléfono del director de la división e inmediatamente quedó expuesto en Internet. Esto provocó que la policía me vigilara.
Un pariente mío trabajaba en la comisaría. Fue a la división de seguridad nacional y vio una lista de practicantes del condado vecino, en la cual yo estaba incluido. De inmediato notificó a mi familia.
Volví a sentirme como una persona desplazada. Sin embargo, rechacé el pensamiento tan pronto como surgió.
Me tomé un día libre en el trabajo, leí el Fa en casa y envié pensamientos rectos. Mi mente divagaba con diferentes pensamientos. Para fortalecer mis pensamientos rectos recité los poemas del Maestro “Por qué temer”, “Bondades entre el Shifu y los dizi” y “No estén tristes” (Hong Yin (II)) una y otra vez.
Gradualmente los pensamientos negativos se debilitaron y pude dejar el miedo. Mis pensamientos rectos se fortalecieron. Sentía que ‘un solo pensamiento de mi mente era capaz de partir las montañas en dos”, como escribió ese practicante en el artículo “Eliminar la naturaleza demoníaca (con los comentarios del Maestro)”.
Después de que le dije a mi esposa que ya no iba a ser persuadido, el Cielo se aclaró y la luz del sol brilló a través de la ventana.
El Maestro dijo:
“Si después de encontrarte con circunstancias difíciles, tus pensamientos pueden ser realmente rectos, entonces, cuando te enfrentes con la malvada persecución y cuando te enfrentes con interferencias, una sola frase tuya reforzada con pensamientos firmes y rectos podrá instantáneamente hacer que el mal se desintegre, (aplausos) y hará que quienes estén siendo usados por la maldad se den media vuelta y huyan, hará que la persecución perversa hacia ti se disuelva, y hará que la interferencia maligna hacia ti desaparezca sin dejar huellas. Un pensamiento nacido de la fe recta es todo lo que se necesita. Y el que pueda sostener firmemente esos pensamientos rectos y perdurar hasta el final, se volverá un magnífico dios forjado por Dafa”. (Exponiendo el Fa en el Fahui Internacional del Oeste de los Estados Unidos)
Verdaderos pensamientos rectos traen libertad
En 2015 presenté una demanda contra Jiang Zemin. Sin embargo, el documento fue revocado por la oficina 610, quienes me arrestaron junto con la comisaría local y me llevaron a un centro de detención. Creían que era el encargado de organizar las denuncias contra Jiang en nuestra área.
Me persiguieron a mí y a mi familia, y crearon la ilusión en mi mente de que si me rehusaba a comprometerme sería despedido de mi trabajo y sentenciado.
Varios años en un ambiente de cultivación relativamente relajado habían nutrido mis pensamientos de persona común; el apego a la comodidad se había infiltrado en mi mente y mi cultivación no fue diligente por un tiempo. Por lo tanto, utilizaba métodos ordinarios para salir de detención.
Pedí a mi compañero de clase, que era policía, si podía liberarme. Era incapaz de ayudarme. Traté de impulsar el tema por Internet, pero la tribulación empeoró. Entonces, tenía la esperanza de que si tenía algunos síntomas de enfermedad podían liberarme. Después de pedirle ayuda al Maestro Tuve hipertensión y agitación cardíaca, lo que incluso asustó a la policía y al médico. Pero no fui liberado.
Entonces, finalmente desperté y dejé de lado cualquier pensamiento negativo. En su lugar, recité el Fa y hablé con las personas sobre Falun Dafa y la persecución, y envié pensamientos rectos.
Miré hacia adentro y encontré que tenía apego a la comodidad, interés personal, lujuria y miedo. Estaba determinado a dejarlos.
Cuando estuve parado cerca de la ventana miré la valla eléctrica en lo alto del muro y llegué a la conclusión de que todo se trataba de ilusiones. Los Fashen del Maestro y muchos dioses estaban protegiéndome, y los ojos de los dioses estaban por todas partes. Los pensamientos rectos se asomaron en mi mente y me tranquilicé. Esa tarde fui liberado.
Disolviendo la persecución
Llegué a la comprensión de que los practicantes tienen que creer firmemente en Dafa y el Maestro, y seguir los arreglos de Él. Los practicantes deben negar los arreglos de las viejas fuerzas y buscar en el interior la razón de por qué son perseguidos. Una vez que el practicante se corrige en base al Fa y envía fuertes pensamientos rectos, la persecución puede ser disuelta.
Me encontré con peligros muchas veces y en cada oportunidad el peligro fue disuelto gracias a la bondadosa protección del Maestro. Sin embargo, tuve que tener una fuerte creencia en Dafa y el Maestro.
Llegué a entender que cuando se enfrentan tribulaciones y dificultades en la cultivación, los pensamientos que tenemos son críticos. Si tenemos pensamientos ordinarios, en ese momento somos personas ordinarias. Entonces, estos pensamientos ordinarios son una brecha por donde las viejas fuerzas pueden atacarnos. Así que, siempre debemos mantener fuertes pensamientos rectos.