(Minghui.org) Me diagnosticaron hepatitis B cuando tenía 24 años. Mi condición física era tan mala que no podía trabajar. Cada dos semanas, iba al hospital a ver a especialistas. Probaron con diversas medicinas chinas y occidentales. Me realizaron muchos análisis de sangre. La hepatitis finalmente estuvo controlada después de tratamientos a largo plazo.
Cuando cumplí 33 años, mi familia y yo dejamos China. En nuestro nuevo país, fui al hospital para un chequeo de rutina. Los médicos me dijeron que seguía siendo positiva para la hepatitis B, por lo que necesitaba controles regulares, y que mis familiares debían vacunarse.
Eso fue solo el comienzo. Dieciocho meses más tarde, me diagnosticaron un tumor. Después que lo removieron, los médicos dijeron que tenía un alto riesgo de contraer cáncer. El temor a la hepatitis y el riesgo de cáncer me provocaron tanto estrés metal que caí en una depresión.
Comenzado Falun Dafa
Mi esposo me animó a probar con la meditación para mejorar la salud. De repente un día, recordó que un familiar nos había recomendado Falun Dafa antes de 1999. En ese momento no prestamos mucha atención. Después que la persecución a la disciplina comenzó, incluso tuvimos una visión negativa de la práctica debido al adoctrinamiento y a la propaganda del partido comunista chino.
Sin embargo, para mejorar mi salud, pensamos que valía la pena intentarlo. De un sitio web de Falun Dafa, aprendí con un video los cinco juegos de ejercicios. Cuando los hice, sentí que mis pies se calentaban y que la energía rotaba a lo largo de mis brazos. Eso me animó a continuar.
En barrio chino conocimos a algunos practicantes que hablaban de Falun Dafa y generaban conciencia sobre la persecución. Me dieron materiales que aclaraban la propaganda contra Falun Dafa, así como libros y grabaciones de conferencias que enseñaban la práctica. Fue entonces cuando realmente comencé a practicar Falun Dafa.
Beneficios para la salud
Más tarde nos mudamos a otra ciudad. Cuando fui a un nuevo hospital para un chequeo, los médicos me felicitaron por mi excelente salud. No estaba segura de los resultados. Más tarde, fui a otro profesional y le conté que tenía hepatitis B. No me creyó porque los indicadores en mis análisis de sangre estaban bien. La hepatitis había desaparecido, y yo estaba muy emocionada.
Mientras seguí practicando Falun Dafa, otros problemas físicos que me aquejaban también desaparecieron gradualmente, incluyendo gastritis antral, colecistitis, hipotensión, enfermedades ginecológicas y dolores de cabeza frecuentes. Incluso la gripe estacional se mantuvo alejada de mí. Mi vida fue completamente revitalizada.
Convirtiéndome en una mejor persona
Falun Dafa enseña a mejorar el carácter siguiendo los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia. Antes nadie me había dicho el verdadero propósito de la vida o cómo distinguir lo bueno de lo malo. A través de Falun Dafa, me di cuenta que estaba lejos de ser una persona verdaderamente buena de acuerdo con esos principios.
Día tras día, rectifiqué continuamente mis pensamientos y acciones. Encontré el propósito de la vida a través de Falun Dafa, lo cual me permitió mejorar tanto mental como físicamente. Soy muy afortunada de haber encontrado este camino para volver a mi verdadero ser.