(Minghui.org) Al principio del semestre, algunos estudiantes que estaban repitiendo el grado fueron asignados a mi clase. Día tras día, decían malas palabras, se insultaban y no cumplían con las reglas.
Traté de aguantarlos durante las clases. Hablé con ellos individualmente y les ayudé una y otra vez. Me sentía agotada porque pasaba mucho tiempo con ellos. Era como una botella llena de agua que se desbordaría con una gota más. No creo que tenía un buen estado mental. Sin embargo, aún después de buscar hacia adentro durante tres meses, ¡todavía no sabía en qué contribuía a esto!
Shifu dijo:
“La luz de fo ilumina por doquier, decoro y justicia rectifican y armonizan todo”. (En armonía con el Fa, Hong Yin)
¿Entonces, cómo era posible que mi campo esté lleno de esos conflictos?
Un día, un estudiante dijo palabras sucias nuevamente. Inmediatae y airadamente le obligué a pararse y le pedí que llenara un formato de asesoramiento en comportamiento. Él escribió: "Lamento que dije algunas malas palabras. Si hay otra oportunidad, ya no las voy a decir". De repente, entendí cuál era el problema. La manera en que estos estudiantes no muestran respeto, son impacientes, miran a los demás con superioridad, están satisfechos consigo mismos y perezosos, ¡es un reflejo de mi estado!
Me di cuenta que suelo interrumpir a otras personas con impaciencia, lo que es una falta de respeto. Trato algunas cosas apresuradamente debido a mi pereza, y no estoy dispuesta a dar más tiempo a ciertas cosas. Soy celosa, siempre me siento superior, y a menudo juzgo las cosas desde mi punto de vista.
Shifu dijo:
“Si siempre eres misericordioso, tratas a los demás benevolentemente, consideras a los demás al hacer cualquier cosa y, cuando se presenta un problema, piensas primero si los demás podrán aguantar o no y si dañas a otros o no, entonces no surgirá ningún problema”. (Zhuan Falun)
Cuando los estudiantes tuvieron conflictos, miré hacia afuera debido a mi apego al temor de perder la cara. Mirando hacia adentro, encontré que escondía odio, y siempre recordaba la imagen que tenían los estudiantes cuando se portaban mal. Tenía nociones sobre ellos y no los trataba como a los otros estudiantes. ¡Debería tratarlos justamente, sin ningún egoísmo!
Después de encontrar mi problema, un estudiante dijo una mala palabra. Sonreí y le pregunté: "¿Por qué dijiste esto?". Él contestó: "Lo siento, estoy acostumbrado a hacerlo. Sé que está mal y me voy a corregir". Le animé a mejorar y me dijo que creía que lo iba a lograr. De esta manera, el estado de ánimo "al límite de la violencia" desapareció. El estudiante me preguntó: "¿Por qué dejó de enojarse? ¿Ya no va a haber castigos?".
Le contesté que practico Falun Gong y que nuestro Shifu nos pide que consideremos primero a los demás. Después de decirles esto a los estudiantes, él se disculpó por su comportamiento y me preguntó qué es Falun Gong y la razón de la persecución.
Observando a los estudiantes, estaba feliz porque entendieron la verdad acerca de Falun Gong, y les agradecí por ayudarme a descubrir mis propias deficiencias.
Después de encontrar mi problema, vi que nació un nuevo yo cuando hice el quinto ejercicio, la meditación.