(Minghui.org) Una tarde lluviosa, caminaba de regreso a casa después de estudiar el Fa en grupo. Aunque llevaba paraguas mis zapatos estaban empapados. La calle estaba desierta excepto por algún automóvil que pasaba de vez en cuando. Pensé que era el momento perfecto para recitar Lunyu y permitir que los árboles y las casas lo escucharan.
“Dafa es la sabiduría del Creador”. (Zhuan Falun).
Empecé a recitar en voz alta bajo la lluvia. Mi voz se oía alta y clara, a pesar del ruido que producían el viento y la lluvia. Cuando llegué a casa veinte minutos después, había recitado seis veces Lunyu. Estaba empapado pero sentía mucha energía y estaba feliz.
Empecé a leer Zhuan Falun inmediatamente, y seguí leyéndolo hasta la medianoche. Momento en el cual, todos los practicantes del mundo envían pensamientos rectos juntos. No me sentía cansado, y comprendí que recitar Lunyu me proveía energía. Desde entonces, lo recito siempre que tengo tiempo.
Ahora cuando recito Lunyu, la imagen de cada palabra aparece frente a mis ojos. Cuando viajo a las zonas rurales con otros practicantes para distribuir materiales de Dafa, lo recitamos continuamente, y así nuestras tareas se completan siempre con éxito. En el trabajo, siempre que tengo tiempo libre, repito las frases del Lunyu mentalmente. Los efectos que produce son realmente asombrosos.