(Minghui.org) Fui al ayuntamiento de mi ciudad local para realizar algunos trámites el pasado mes de octubre. Cuando salía vi cerca de 30 personas chinas tomando una foto grupal en las escaleras de ingreso. Pensé que era una delegación de China y decidí hablarles de Falun Gong.
Le pregunté a la persona que sostenía la cámara: “¿De dónde es la delegación? Son un grupo grande”.
Me contestó: “Todos son personal del consulado chino local”.
Estaba sorprendido e inmediatamente me di cuenta que este era un arreglo del Maestro para que les hablara de Falun Gong. Sabía que no debía perder la oportunidad. No tenía miedo y mi solo pensamiento era salvarlos.
Cuando terminaron de tomar su foto, inmediatamente fui y les dije: “Por favor escuchen un minuto. ¡Por favor recuerden que Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno!”.
Todos se mantuvieron escuchando silenciosamente.
Continué: “La gente alrededor del mundo está enjuiciando a Jiang Zemin, que cometió crímenes contra la humanidad, crímenes de tortura y crímenes de genocidio”. El crimen más imperdonable fue la sustracción de órganos de practicantes vivos de Falun Gong. El Congreso de los Estados Unidos aprobó la resolución Nro. 343 que expone este serio crimen.
“El partido comunista chino (PCCh) no nos representa como pueblo chino. Espero que entiendan los hechos, renuncien al PCCh tan pronto como sea posible y elijan un mejor futuro para ustedes y para su familia”.
Cuando terminé de hablar noté que algunos estaban sonriendo y asentían con la cabeza.
Les dije: “Fui a la universidad en China en los sesenta y experimenté muchos movimientos políticos. A causa de lo que había vivido, puedo claramente distinguir entre el bien y el mal. Los practicantes de Falun Gong creemos en Verdad-Benevolencia-Tolerancia e intentamos ser buenas personas. nuestro comportamiento moral beneficia a China y no daña a nadie”.
La persecución de Jiang Zemin no tenía base legal. Se violó la constitución. Zhou Yongkang, Bo Xilai y otros persiguieron a Falun Gong, pero ¿aún no han recibido la retribución? Por favor despierten, por favor no consagren su vida al PCCh. ¡Todavía tienen una oportunidad de elegir un futuro brillante!”.
Un hombre escuchó mis palabras con una expresión seria y nadie me detuvo. Tuve la oportunidad de hablar con algunas otras personas hasta que vino el colectivo y se las llevó.
Luego, mi cuerpo se sentía liviano y mi corazón estaba lleno de gozo. Sabía que estos eran los arreglos del Maestro y que me estaba dando el coraje y la sabiduría para hablarles a tantos funcionarios chinos. Aunque no tuve la chance de pedirle que renunciaran al PCCh, espero haber ayudado a pavimentar el camino para su futura salvación.