(Minghui.org) Durante los dos últimos meses, tres practicantes, hemos estado repartiendo a diario materiales de aclaración de la verdad a la gente. Todos los días llegan a renunciar al partido comunista chino como mínimo 60 personas, después de que les hablamos. La gente esta despertando y está llegando a entender que Falun Dafa es bueno.
Nos encontramos con que ahora es más fácil aclarar la verdad. Antes, frecuentemente nos topábamos con personas que no nos querían escuchar, o que incluso nos hablaban mal. Pero en la actualidad, rara vez ocurre esto.
En una ocasión, acabamos de conversar con dos mujeres pero parecían tener prisa y se marcharon, de repente, se volvieron hacia nosotros y nos dijeron desde lejos: “¡Muchas gracias! ¡Son increibles!”.
Otra mujer me abrazó y empezó a llorar, en cuanto supo que Falun Dafa se había difundido por más de 100 países, y que ¡sólo en China es perseguido!
Antes de entregar algunos materiales de Dafa a un señor, le pedimos que no olvidara que: “Falun Dafa es bueno” y “Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno”. Luego, tomó los folletos, y aceptó, sin problemas, lo que le habíamos dicho.
Otro señor en el mercado me preguntó si me quedaban copias de '9 Comentarios sobre el Partido Comunista'. Mencionó que lo había leído cuatro veces. “Leo todos los materiales de Dafa que encuentro, me gustan realmente”.
Un hombre dijo que había sido el jefe del concejo municipal, aceptó renunciar al partido comunista chino (PCCh). Daba la impresión de que llevaba tiempo buscando practicantes y se alegrara de encontrarse finalmente conmigo.
Un joven que iba conduciendo su coche, nos preguntó cuando nos vio: “¿Están regalando materiales de Falun Dafa? Quisiera alguno, por favor”. También decidió renunciar al PCCh.
Otro practicante fue a entregar un folleto a uno de los hombres de un grupo, pero no lo quiso. Entonces otro lo tomó diciendo: “¡Qué bien! Andaba buscando algo así”. Después renunció al PCCh.
Las personas, a menudo, se preocupan por nosotros cuando les aclaramos la verdad. Solemos escuchar cosas como:
“No pase frío. ¿Como no lleva guantes ni sombrero? Necesita abrigarse más cuando salga a la calle. Ojo con los policías de paisano. Hay una comisaría de policía un poco más adelante”.
Un señor, después de renunciar al PCCh, me aconsejó: “Tenga cuidado de con quien habla. No hable con todo el mundo. Algunos podrían denunciarlo a la policía”.
Cuando le dimos un folleto a otro señor, él dijo: “Gracias pero ya tengo. Entréguenselo a otra persona. Sé que están salvando a la gente”.
Una señora que salía de un centro comunitario local, nos confió: “Me acaban de pedir que delate a practicantes de Falun Dafa, pero no lo he hecho”.
Un señor que había quedado visiblemente conmovido por nuestra bondad nos manifestó: “Yo también deseo que ustedes estén a salvo. Hoy en día, los practicantes de Falun Dafa corren un gran riesgo. Incluso cuando los arrestan, implican a vuestros familiares”.
La bondad y perseverancia de los practicantes conmueve a mucha gente, y asimismo, la gente que conoce la verdad y comprueba la bondad de Falun Dafa llega a conmover en ocasiones a los practicantes.
En una ocasión, aclaramos la verdad a tres personas y las ayudamos a renunciar al PCCh. Ellos, a su vez, le pedían a las personas que pasaban cerca nuestro que aceptaran los materiales.
Después de aclararle la verdad a una señora y ayudarla a renunciar al PCCh, relató cómo varios policías habían registrado su casa buscando libros de Falun Dafa. Les dijo que si encontraban alguno, a ella le encantaría leerlo.
En la etapa final del período de la rectificación del Fa, todos están tomando su propia decisión. Antes, Cuando alguien no quería escucharnos, alguno de nosotros lo seguía insistentemente mientras se alejaban. Ahora, las cosas han cambiado. En cualquier grupo de gente, puede haber personas que renuncien al partido, y otras que no quieran escucharte e incluso te hablen mal.
Una señora fue a tomar nuestros materiales y su marido intentó detenerla. La mujer tomó los folletos con decisión y siguió caminando.
Un anciano aceptó un folleto, aunque su hijo lo regañaba. El hombre lo ignoró y continuó andando.
Nos topamos con una pareja de ancianos, el marido no quería tomar nuestros materiales, pero su esposa dijo que sí los quería. Explicó: “Ustedes, las personas que practican Falun Dafa son maravillosos. Viajé a otros países y vi a mucha gente haciendo los ejercicios en parques. Fue inspirador, ¡yo conozco la verdad!”.
En algunos mercados, los policías no se oponen a que repartamos materiales, o disimulan, haciendo que no nos ven. Algunos nos dijeron, en confianza, que no son tan tontos como para perseguir a los practicantes de Falun Dafa.