(Minghui.org) Hace pocos años, cuando vino a visitarme una amiga, le conté acerca de la realidad detrás de la persecución de los practicantes de Falun Dafa. Eligió renunciar a las tres organizaciones del partido comunista a las que estaba afiliada.
Hace unos días me encontré con ella en la calle. Charlamos por largo rato. Me contó que el año pasado le diagnosticaron una severa enfermedad renal y que estuvo internada para tratamiento. Pero como éste no hizo efecto su afección empeoró. Con el transcurso del tiempo pasó a estar demasiado débil para someterse a una cirugía. El hospital notificó a la familia que su vida corría riesgos. Había perdido la esperanza cuando de repente, recordó que le había dicho que repita: “Falun Dafa es bueno” cuando estuviera en peligro. Comenzó a recitar la oración en su mente, y le rogó al Maestro Li Hongzhi que la salve. Después su condición mejoró. Cuando el médico encontró que su vida ya no estaba en riesgo, pudo someterse a la intervención. El profesional dijo: “¡Es increíble! ¡Es un milagro!”. Actualmente, mi amiga, está recuperada por completo.
Me agradeció, y le dije que no debía agradecerme a mí, sino al Maestro que la salvó. Insistió en darme 100 yuanes para hacer materiales de aclaración de la verdad. Le conté que los practicantes de Falun Dafa ayudan a la gente en forma gratuita, pero manifestó: “¡Es una muestra de mi aprecio! Cuesta dinero comprar cedés e imprimir volantes. Puedes gastar el dinero para producir materiales y salvar a más personas”.
¡Sus 100 yuanes en mi mano fueron muy preciados. He recibido cientos y aún miles de yuanes donados por compañeros practicantes para generar medios informativos para aclaración de la verdad, pero estos 100 vinieron de un no-cultivador que estaba verdaderamente agradecido a Falun Dafa!