(Minghui.org) Durante el verano de 2013 recibí una llamada telefónica de mi padre y dijo: “Tu mamá ha tenido un terrible dolor de estómago desde esta mañana. Tu tío y yo la estamos llevando al hospital. Ve allí y espéranos en la entrada”. Mi madre contaba con antecedentes de enfermedades de la vesícula biliar. Luego de tres cirugías terminaron extrayéndosela; pero de tiempo en tiempo tenía dolores en la zona.
Ha sido influenciada por la propaganda difamatoria del partido comunista chino (PCCh), y se formó una impresión negativa de Falun Dafa. Siempre me acusó de ser anticomunista. Aunque sabía que la disciplina era buena porque mejoraba la salud y la moral, personalmente nunca experimentó el tremendo poder de Dafa.
El auto de mi tío llegó al hospital con mi madre acurrucada en el asiento y una expresión de dolor en su cara. Me dijo con voz ronca: “¡Mamá no lo logrará esta vez! La consolé: “Mamá estarás bien. Deprisa repite en tu mente `Falun Dafa es bueno´. ¡Apúrate!”, y asintió con la cabeza.
El médico de la sala de emergencias diagnosticó una infección en la zona de la vesícula biliar. La piel y los ojos se tornaron amarillos.
Después del tratamiento que le proporcionaron, el dolor disminuyó un poco, pero no pudo dormir. Dio vueltas toda la noche. A la mañana siguiente nuevamente el sufrimiento era insoportable. Le puse los auriculares de mi MP3 en los oídos, y le dije que escuchara la conferencia del Maestro Li (el fundador de Falun Dafa). Asintió con sus ojos bien cerrados. Luego de escuchar un rato, el ceño se relajó y se veía más a gusto. Finalmente se quedó dormida.
Cuando despertó, miró alrededor de la habitación con sorpresa, como si nunca hubiera tenido dolor. Luego le pregunté: “¿Mamá, dormiste? ¿Sientes dolor?”. “Estoy mucho mejor”, respondió. Le sugerí que continúe escuchando la conferencia. Lo hizo, y se durmió con los auriculares puestos. Fue un sueño profundo. Luego de escucharla por un día, el dolor casi había desaparecido, y pudo caminar.
La radiografía mostraba una piedra del tamaño de una uña en la zona de la vesícula. Podía estar sobre el hígado o en el conducto biliar. El médico explicó que esa cirugía debía hacerse en un hospital más grande. Le sugerí que fuera a casa e hiciera los ejercicios de Falun Dafa conmigo. Tomó mi sugerencia, pero mi padre y hermana insistieron en la operación. Ante lo cual mi madre dijo: “Está bien, podemos buscar otra opinión”.
Los profesionales de otro nosocomio sugirieron una intervención, pero les preocupaba su edad. Pensaron que sería un riesgo. Le dije a mi familia: “Dejemos que mamá pruebe con los ejercicios por un tiempo. Está bien la cirugía si los ejercicios no tienen efecto”. Estuvieron de acuerdo. Mi cuñado manifestó: “Si la enfermedad de mamá desaparece después de hacerlos, me gustaría practicarlos”. Él también había pasado por una cirugía de vesícula biliar.
Regresó a casa y los hizo conmigo todos los días. También repitió sinceramente “Falun Dafa es bueno” mentalmente. El color de su piel y de sus ojos retornó gradualmente a la normalidad. La tez se tornó rosada y el estómago dejó de estar hinchado. El dolor se detuvo. Me dijo desde lo profundo de su corazón: “Antes estaba confundida. ¡Yo no sabía que Falun Dafa resulta ser muy bueno!”.
Continuó repitiendo diariamente “Falun Dafa es bueno. Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno”. Se volvió más fuerte y tuvo más energía. No solo pudo trabajar en su propio campo, sino que lo hizo en una granja cercana. Es difícil de creer que una mujer de edad pudiera hacer miles de yuanes con trabajos manuales. ¡Otras personas la admiran por su gran salud!