(Minghui.org) Quisiera compartir algunas lecciones que aprendí de otros practicantes de mi región que no mostraron el debido respeto al libro Zhuan Falun.
Hace unos días, fui a visitar a una practicante. Me contó, sollozando, cómo había arruinado accidentalmente el retrato del Maestro que aparece al principio del libro. Me explicó que su marido padecía varias enfermedades irreversibles y que ya había tenido que ingresarlo dos veces en el hospital. Aunque gastaban mucho dinero en tratamientos médicos, nada lograba remediar sus enfermedades. Un día, esta practicante le sugirió a su marido que practicara Falun Dafa. En cuanto comenzó a cultivarse, siguiendo el consejo de su esposa, el Maestro eliminó sus enfermedades una tras otra y ahora solo siente algunas pequeñas incomodidades.
En una ocasión, la esposa imprimió el nuevo Lunyu, pero no siguió las instrucciones para reemplazarlo. Simplemente lo acomodó entre las páginas, dentro del libro. Luego, cuando su marido tomó el libro para leerlo, sacó el Lunyu y lo dejó encima del escritorio. Ella al verlo, pensó que era el antiguo Lunyu. Lo tomó, lo sostuvo frente a la foto del Maestro que tenía colgada en la pared y dijo: “Maestro de Fo Fa, por favor, abandona estas páginas”. Después arrugó las páginas y las tiró a la basura. Al siguiente día, cuando el marido volvió a retomar la lectura del libro, se sorprendió al encontrar que la página donde estaba la foto del Maestro ¡estaba completamente en blanco! La practicante pensó en un principio que podía deberse a que su marido había sido irrespetuoso porque lo vio colocar el libro demasiado cerca de sus pies en algunas ocasiones. Pero más tarde, cuando no consiguió encontrar el nuevo Lunyu entre las páginas del libro, comprendió cual había sido, en realidad, su error. Me enseñó el libro que ahora contenía una página vacía en lugar de la foto del Maestro y me dijo llorando: “Cometí un error. El Maestro me reprende. ¿Crees que el Maestro aún sigue cuidándome?”. Le dije: “Claro, seguro que sí. El Maestro no te hubiera advertido de esta manera si no estuviera cuidando de ti”.
Otra pareja de practicantes me pidió que los ayudara a publicar su declaración, en el sitio web Minghui, para contar cómo habían sido irrespetuosos con los libros de Dafa. Cuando empezó la persecución en 1999, escondieron todos sus libros de Dafa, pero no los envolvieron adecuadamente. Todos menos dos de estos libros acabaron empapados, pero en estos dos solo las fotos del Maestro se estropearon. Decidieron quemar todos los demás libros, porque habían quedado inservibles. En ese momento, la practicante presenció como algo con una forma extraña, parecido a una nube, se elevó hasta el cielo. Volvieron a comprar otro juego de libros completo y le regalaron los dos libros que tenía la foto dañada del Maestro a una anciana practicante que vivía sola en el campo. Después de ese día, la anciana practicante no volvió a encontrar los dos libros nunca más. Le extrañaba esta situación y además estaba segura de que no se los había prestado a nadie. Preguntó: “¿Será que el Maestro los ha vuelto a recuperar?”.
Algunos años atrás, otra practicante le cedió su libro a su hijo menor. El pequeño manchó el libro. Cuando esta practicante abrió el libro algún tiempo después, encontró que todas las páginas estaban en blanco. Le mostró el libro, angustiada, a los demás practicantes y preguntó: “Ahora, no contiene ni una sola palabra. ¿Cómo es posible?”.
Otra pareja de practicantes había ennegrecido los bordes de sus páginas. Cuando abrí el libro, vi que en la foto el Maestro parecía llorar. La esposa se quejó de que su marido nunca lavaba sus manos manchadas antes de leer el libro. Ninguno se estaba cultivando diligentemente. El marido siempre estaba ocupado intentando hacer fortuna. La esposa sufría de períodos de tiempo prolongados de yeli de enfermedad. Además, el retrato del Maestro en la pared de su casa se encontraba cubierto con una gruesa capa de polvo. Limpié la foto del Maestro y me llevé también el libro para intentar limpiarlo. En la foto del libro el Maestro parecía continuar llorando. Comprendí que el Maestro estaba triste al ver que habían aflojado en sus cultivaciones.
El Maestro nos dice en la 'Novena Lección' de Zhuan Falun:
“La cualidad de iluminación de algunas personas simplemente no se eleva; algunos marcan al azar palabras o frases de este libro mío. Aquellos de nosotros que tienen el tianmu abierto pueden ver que este libro brilla con ‘cinco luces y diez colores’ y es de oro resplandeciente, y que cada símbolo es la imagen de mis Fashen. Si yo dijera mentiras, estaría engañándolos a todos; una marca tuya luce como una borrosidad negra, ¿cómo te atreves a hacerlo así a la ligera? ¿Qué estamos haciendo aquí? ¿No te estamos llevando a niveles altos por medio de la cultivación? Sobre ciertas cosas, también debes reflexionar un poco; este libro puede guiar tu cultivación-refinamiento, piénsalo, ¿es precioso o no es precioso? ¿Puede tu veneración al fo hacer que de veras te cultives y refines? Tú eres muy devoto, no te atreves a tocar ni un poco esa estatua de fo y le quemas incienso todos los días; sin embargo, el Dafa que realmente puede guiar tu cultivación-refinamiento, sí te atreves a menospreciarlo”.
La mayoría de los practicantes que son irrespetuosos hacia Dafa y el Maestro, no se están cultivando diligentemente. Siento una enorme preocupación por ellos. El Maestro nos atesora tanto. ¿Cómo pueden algunos practicantes fallar en atesorarse a sí mismos? ¿Cómo podemos hacer que despierten?