(Minghui.org) Hace tiempo pensé en memorizar el Fa de corazón, pero cuando vi el grosor del libro Zhuan Falun, creí que con mi edad no me resultaría posible y abandoné la idea. A principios de año, noté que me distraía mucho mientras leía el Fa. Estamos hablando de la Gran Ley del Universo. Incluso los dioses dicen que es una manera de ascender a los Cielos, así que decidí que intentaría memorizarlo.
Y, de hecho, en el proceso de memorizar el Fa, voy eliminando apegos y haciendo progresos en mi cultivación. Muchas nociones humanas y hábitos que era incapaz de percibir, se volvieron claramente visibles desde que empecé a memorizar el Fa.
Reconocer mis deficiencias a través de la memorización del Fa
Antes, si me encontraba con citas que atraían especialmente mi atención mientras leía las conferencias del Maestro, las copiaba en una libreta. Después de empezar a memorizar el Fa, caí en la cuenta de que estaba tratando a Dafa como si fuera algún tipo de escrito teórico de la gente común. Copiaba las escrituras impulsada por el corazón humano de perseguir. La cultivación es un asunto serio. No estaba mostrando el debido respeto al Maestro y al Fa.
También tenía el hábito de copiar los entendimientos que otros practicantes tenían sobre el Fa, para tratarlos como material de consulta y referencia. Esto era un apego. El año pasado leí uno de los artículos publicados del Fahui de China en la página web de Minghui. Pensé que estaba bien escrito y lo releí varias veces. Incluso le hablé a otros practicantes sobre él. Esto es, en realidad, un problema de xinxing.
El Maestro dijo:
“Si quieres ser un cultivador, todo depende de la cultivación de ese corazón tuyo y de tu propia iluminación, no hay modelos” (Zhuan Falun).
Me equivocaba al poner a otros practicantes en un pedestal. Debo practicar la cultivación con una mente estable y alcanzar la perfección a través de mi propio entendimiento del Fa.
Aprender a ver mis propias deficiencias al observar defectos en otros practicantes
Tuve un conflicto con una practicante del grupo de estudio del Fa. Recientemente, esta practicante había dejado de asistir al estudio porque estaba atravesando una prueba de yeli de enfermedad. Fui a visitarla con otras practicantes, pero por temor a herirla no quise indicarle los apegos que había podido ver en ella. En cuanto regresé a casa, comprendí que tenía un apego a “ser buena persona”, y me dije inmediatamente, que lo eliminaría.
Posteriormente, me enteré de que esta practicante había sido ingresada en el hospital. Cuando volví a pensar en sus defectos no me sorprendí, en absoluto, de que tuviera esta tribulación. En aquel mismo instante, me quedé horrorizada por haber tenido tal tipo de pensamiento, y empecé a mirar hacia dentro. Advertí que albergaba una gran cantidad de pensamientos negativos sobre esta practicante.
Como por ejemplo, que esta practicante no prestaba ninguna atención a la seguridad con su celular. A menudo, traía su teléfono a los estudios del Fa. Se lo señalé en algunas ocasiones. Aunque sabía que sentirme molesta era consecuencia de mi apego al miedo. También pude observar mi punto débil. Fijarme en los defectos de los demás practicantes en lugar de mirar hacia dentro.
La siguiente vez que asistí al estudio del Fa, me dijeron que esta practicante había salido del hospital y ya se encontraba en su casa. Después de regresar, me pregunté: ¿Por qué no te alegras de escuchar una noticia tan buena? ¿Por qué sentía como si todo esto no tuviera ninguna relación conmigo? Descubrí que sentía envidia. El Maestro habló sobre el tema de la envidia. Inmediatamente me dije que debía abandonar tal apego.
Cuando fui al siguiente estudio del Fa, escuché que esta practicante había ido a otro hospital para someterse a tratamiento. Planeé ir a visitarla con otra practicante. Le compramos algo de comida y comprobamos la habitación en la que estaba. Pero, entonces, me dijeron que había abandonado el hospital así que tuvimos que cancelar todos nuestros planes para verla.
Me sentía un poco contrariada. Pensaba para mis adentros: “¿Por qué abandona el hospital una y otra vez? Esta comida que le habíamos comprado se desperdiciará”. Instantáneamente, me di cuenta de que tales pensamientos eran totalmente egoístas. Estaba apegada a ostentar de que era una persona competente y considerada. Rápidamente me deshice que aquellos malos pensamientos.
El Maestro enseñó:
“Te digo un principio verdadero: todo el proceso del xiulian del hombre es precisamente un proceso para eliminar continuamente los corazones de apego del hombre” (Zhuan Falun).
Un buen conocimiento del Fa es fundamental para alcanzar la perfección en la cultivación.
Cuando vi a esta practicante en el estudio del Fa de nuevo, no pude contener el llanto. Habíamos sido compañeras de trabajo y más tarde también nos convertimos en compañeras practicantes. Con la bendición del Maestro, hemos permanecido unidas durante la etapa final de la rectificación del Fa. Deberíamos atesorar nuestras relaciones y ser diligentes en la cultivación.