(Minghui.org) Los practicantes en Hualien fueron a la estación de trenes de Taroko los fines de semana para contarles a las personas sobre Falun Dafa y la persecución en China.
Hualien, el municipio más grande de Taiwán, es un famoso espacio turístico. La estación de trenes en el municipio de Xincheng pasó a llamarse estación de trenes Taroko para destacar el famoso desfiladero de Taroko.
Los practicantes de Falun Dafa distribuyen materiales en la estación de tren Taroko.
Min Yu, una practicante que fue a Hong Kong para participar en un desfile el 10 de diciembre por el Día Mundial de los Derechos Humanos, dijo que tales eventos realmente la conmovieron. "Distribuimos muchas copias de Minghui Semanal en Hong Kong, como hacemos aquí. Muchas personas aceptaron nuestros folletos y parecían ansiosas de escuchar la verdadera historia de Falun Dafa". Dijo que, a pesar del frío, ayudar a otros a entender la verdad y desacreditar a la propaganda del partido comunista la hace sentir cálida.
Para detener la sustracción forzada en China, los practicantes llevaron a cabo una recolección de firmas el 17 de diciembre. Se dividieron en tres grupos y visitaron varios pueblos, incluidos Shun'an, Kangle y Dahan, cerca del océano. Muchas personas dijeron que ya habían oído hablar de la persecución pero que no sabían que todavía estaba sucediendo. Firmaron peticiones y dijeron que esperaban que la brutalidad terminaría pronto. Algunos también estaban interesados por aprender los ejercicios de Falun Dafa.
Recolección de firmas en un pueblo del condado de Hualien el 17 de diciembre de 2017.
Una residente comentó que se unió a las organizaciones comunistas chinas antes de venir a Taiwan hace décadas. Dijo: "Allí [en China continental] solo puedes escuchar o leer lo que el partido quiere que sepas". Se sorprendió al saber que los practicantes están siendo torturados por su creencia, incluyendo la sustracción forzada de órganos en contra de su voluntad. Así, decidió abandonar todas sus afiliaciones con esas organizaciones comunistas. Toda su familia aportó cinco firmas pidiendo el fin de la persecución en China.