(Minghui.org) En 1996 comencé a practicar Falun Dafa, y desde entonces abracé sus principios y estándares.
El Maestro dijo:
“Dafa dizi, ustedes son una luz dorada en el mundo turbulento, la esperanza de la gente del mundo, discípulos del Fa que ayudan al Shifu, y futuros Reyes del Fa” (Saludo de felicitaciones, Escrituras esenciales para mayor avance (III)).
“Los Dafa dizi ahora son la única esperanza de salvación para los seres conscientes” (Pensamientos rectos, Escrituras esenciales para mayor avance (III)).
Después que el partido comunista chino (PCCh) lanzó la persecución el 1999, la cultivación personal se convirtió en la cultivación de la rectificación del Fa. Como una partícula en Dafa, he distribuido materiales, colgado pancartas, colocado carteles, realizado llamadas telefónicas para aclarar la verdad y hablado a la gente cara a cara sobre Dafa.
Cuando la persecución comenzó mi teléfono fue intervenido, y me seguían a dondequiera que fuera. Aunque tuve miedo, después de darme cuenta que la gente había sido engañada por las mentiras del partido estaba muy ansioso por contarle la verdad. Llegué en bicicleta a pequeños callejones en mi camino del trabajo a casa donde las patrullas de policía no podían seguirme y repartía volantes. Esto fue durante unos pocos años, y los que me monitoreaban nunca me atraparon.
El Maestro nos pidió:
“Validen Dafa con razón, esclarezcan la verdad con sabiduría, difundan el Fa y salven a la gente con benevolencia” (Racionalidad, Escrituras esenciales para mayor avance (II)).
¿De dónde me llegó la sabiduría y la compasión? Ambas del Fa. Cuando estudio bien el Fa mi corazón está lleno de compasión. Siento que todos en la calle son parte de mi familia, y quiero que todos atesoren a Dafa. Cuando mi corazón está lleno de compasión, la mayoría me escucha, está de acuerdo conmigo y me cree. No cuestionan lo que digo, me toman la mano y me agradecen. Puedo decir que su aprecio es genuino y proviene de sus corazones.
La mayor parte del día aclaro la verdad. No como ni bebo ya que no estoy hambriento ni tengo sed.
El Maestro dijo:
“La cultivación depende de uno mismo, el gong depende del Shifu” (Zhuan Falun).
Cuando me agradecen, siempre les expreso que es Dafa que abrió sus mentes a la verdad, por lo que deben agradecerle a Dafa.
Nunca siento que aclarar la verdad es una dificultad. La clave es soltarse uno mismo, lo cual también es dejar ir el miedo. Cuando sentimos verdadera compasión, la gente la sentirá y no nos rechaza ni nos reporta.
En 2004 fui forzado a dejar mi casa por la persecución. Pero continué estudiando el Fa, enviado fuertes pensamientos rectos, distribuyendo materiales informativos y colocando pancartas y carteles.
Después de ver a muchos practicantes aclarando la verdad en esta ciudad, decidí visitar aldeas en las zonas rurales. El Maestro debe haber visto mis pensamientos, porque pronto encontré un compañero practicante que tenía una motocicleta y que también quería repartir materiales en esas zonas.
Él trabajaba el día completo. Su esposa no practicaba, y aunque su situación financiera no era muy buena, no me dejaba pagar la gasolina. Íbamos dos veces en la semana después que salía de su trabajo y regresábamos no más tarde de las 10:00 p. m.
No había cámaras de vigilancia en el campo, pero sí constantes patrullas. Los materiales que dejábamos afuera de las casas, en las puertas, eran confiscados. Para evitar esto, los pasábamos por debajo.
Visitamos cada callejón en los pueblos. Pero las patrullas aparecían cuando escuchaban ladrar a los perros. Escapamos del peligro un par de veces.
Un día distribuimos todos nuestros materiales y regresamos a casa. Cuando llegamos a mi edificio, mi compañero no se detuvo, se dirigió a otro. Estaba por contarme la razón de esto cuando una patrulla de policía paró detrás nuestro. Giró su motocicleta y aceleró. Escapamos del peligro, ya que el patrullero no pudo girar lo suficientemente rápido.
Me dijo que cuando estábamos acercándonos a mi domicilio de repente pensó: “No debes detenerte aquí. Sigue adelante”. Ambos agradecimos al Maestro por protegernos.
También experimentamos adversidades durante nuestros viajes a las zonas rurales. Los insectos nos picaban en el verano y los vientos fríos soplaban en el invierno. Aunque ambos experimentamos fríos helados, ninguno sintió dolor.
No solo fuimos a todas las aldeas en nuestro condado, también lo hicimos a condados vecinos. A menudo hablábamos cara a cara con la gente, y muchos en las zonas rurales conocieron la verdad de Dafa durante largo tiempo por nosotros.
A menudo me perturban las nociones humanas y no siempre vivo de acuerdo con los principios del Fa. Sin embargo, cuando tuve el peligro siempre fui capaz de recordar el Fa. En esos momentos puedo enviar fuertes pensamientos rectos, olvidarme de mí y negando la persecución de las viejas fuerzas.
Una docena de practicantes de mi área fueron arrestados el mismo mes en el verano de 2007. Todos eran personas de contacto de sitios de producción de materiales. Muchos de ellos no abandonaban sus hogares, ni siquiera para ir de compras.
Sin embargo, con frecuencia los había visitado, para informarles de la situación y pedirles que enviaran fuertes pensamientos rectos para aquellos que habían sido arrestados.
Una practicante me dijo: “No vayas a visitar a los practicantes tan a menudo. La policía te está buscando por todos lados. Uno de mis familiares que es policía, me contó que todos en sus listas habían sido arrestados menos tú. Quédate en casa, lee el Fa y envía fuertes pensamientos rectos”.
Supe que estaba preocupada por mi seguridad. Pero todas las personas de contacto habían sido detenidas, teníamos casi veinte cajas de materiales por distribuir. ¿Cómo podía quedarme en casa, leyendo el Fa y enviado fuertes pensamientos rectos? Necesitaba hacer lo que suponía que debía hacer.
Sin embargo, cuando un practicante al que contacté cada día fue arrestado, mis nociones humanas me dominaban y lloraba. Muchos fueron arrestados y me sentí muy solo. Mientras tanto, sentía el miedo acercándose. El pensamiento que sería arrestado apareció en mi mente.
Lloré por treinta minutos, y luego me pregunté qué me estaba pasando. Soy un practicante de Dafa. El Maestro dijo:
“Con los dizi repletos de pensamientos rectos,
el Shifu posee el poder de llevarlos al Cielo”
(Bondades entre el Shifu y los dizis, Hong Yin II)
Entonces pensé: “Los practicantes arrestados se han ido temporalmente. ¿No debería cumplir con sus tareas? ¿No es el propósito de las viejas fuerzas arrestar a los practicantes para amedrentarnos e interferir en la aclaración de la verdad? Casi caigo en su trampa”.
En el momento que tuve este pensamiento fui capaz de enviar fuertes pensamientos rectos, ya no sentí miedo y las viejas fuerzas desaparecieron. Limpié mi cara y salí a aclarar la verdad”.
Después que una practicante fue liberada, me contó que la policía nos había seguido por casi un año, y que conocía todo sobre cada uno de nosotros. Tenía catorce personas en la lista, a todos, excepto a mí, los habían atrapado. Durante ese período yo había sido muy diligente.
Dejé ir mi yo y aclaré la verdad cada día en los autobuses y en otros lugares públicos. ¿Cómo pueden las viejas fuerzas tocar a un discípulo que transita el camino a la divinidad y está siendo protegido por el Maestro?
En otra época, fui con otro practicante a un sitio de producción de materiales. Monté mi bicicleta y él su moto. Quedamos atascados en un embotellamiento, pensé que llevaría un tiempo esa congestión de tránsito. Tomé algunos volantes de Dafa y traté de repartirlos a los transeúntes. El otro practicante me gritó que tuviera cuidado. Miré alrededor y vi una patrulla llena de oficiales a un metro y medio. Uno de ellos estaba observándome.
Y tuve un pensamiento: “Compañero aléjate de mí. No dejes que vean que estamos juntos”. Luego envié fuertes pensamientos rectos sin mirar a la policía. El tránsito se despejó y me fui, esperando que no me siguiera.
Me detuve en un área remota, con el otro practicante detrás de mí. Le agradecí por alertarme sobre la policía. Pero él me dijo que no había visto el auto. Solo me recordó prestar atención. Luego me di cuenta que el Maestro me estaba señalando a través del practicante.
El proceso de aclarar la verdad y salvar a la gente es parte de nuestra cultivación. Me encontré con todo tipo de personas, algunos me maldijeron y trataron de reportarme. Pero muchas me agradecieron. Al comienzo, estaba molesto por las groserías, pero ya no me conmueven. No me importa qué digan otros de mí, solo escucho al Maestro y hago lo que se supone que debo hacer.
Este año, los funcionarios comunistas comenzaron a tocar la puerta de un practicante, tomaron fotografías y videos. También tocaron la mía. La primera vez no abrí; pero regresaron nuevamente una semana después por la noche. En lugar de golpear trataron de abrirla con sus herramientas. La puerta estaba cerrada por dentro, por lo que fracasaron.
Luego intervinieron mi teléfono e incluso registraron mi auto sin informarme. Algunos practicantes no se atrevieron a venir a mi casa para estudiar el Fa. Otros me aconsejaron que no dejara materiales de Dafa en mi hogar y que no los distribuya en público.
Mi vida es dada por el Maestro y el Fa. Aunque no me cultivo diligentemente lo suficiente y no he hecho las tres cosas bien como debería, todavía necesito hacer lo que se supone que un practicante de Dafa debe hacer. Ni las viejas fuerzas ni los comunistas pueden detenerme. No tienen nada que hacer conmigo. Estoy bajo el cuidado del Maestro. Solo continúo haciendo lo que necesito hacer con plena fe en el Maestro y en el Fa.