(Minghui.org) Algunas parejas practicantes a mí alrededor se pelean con frecuencia. Cuando un cónyuge se siente infeliz, dice: "Si yo fuera una persona común y corriente, me habría divorciado hace mucho tiempo". Al principio les dije que no dijeran cosas tan irresponsables, pero cuando un practicante masculino se vio obligado a permanecer fuera de casa después de escapar de la policía tras su arresto por distribuir material que aclaraba de la verdad, me di cuenta de que este es un asunto serio que necesita ser discutido con las parejas de practicantes casados.
La razón por la que parece haber tantos conflictos no resueltos que afectan el ambiente de cultivación de los matrimonios, y hace que uno quiera divorciarse, es que todavía tenemos muchos apegos que están siendo tocados y no queremos renunciar a ellos.
Hemos crecido en un entorno basado en una filosofía combativa y de lucha creada intencionalmente por el PCCh. Escuchamos y vemos pelear diariamente, haciéndonos sentir que esta es la única manera de resolver las cosas. El mismo problema existe también en las parejas más jóvenes, manifestándose en querer forzar opiniones y estándares sobre otros y encontrar fallas en otros cuando surgen conflictos. Unas veces uno lo percibe y otras, no, pero no quiere renunciar al apego. En este caso, uno comete errores a sabiendas y los conflictos entre parejas pueden escalar hasta el punto de que se produzca una pelea. Más tarde uno se sentirá cansado del matrimonio. Sabiendo que el punto fundamental para un practicante no es divorciarse, uno puede recurrir a hablar de ello todo el tiempo. Entonces... ¿en qué se diferencia de una persona común?
Ningún practicante es perfecto. Muchos factores originados en el lejano cosmos nos han llevado a tener diferentes puntos de vista y métodos para tratar las cosas. ¿Quién puede decir que el punto de vista de uno sobre una cuestión determinada es absolutamente correcto?
Shifu dijo en Sendero, Escrituras esenciales para mayor avance (II):
"Un cultivador no tiene modelos ejemplares. El sendero que cada persona ha de tomar es diferente, porque cada uno tiene un fundamento diferente, el tamaño de sus diversos apegos es diferente, las características de sus seres son diferentes, sus trabajos entre la gente común son diferentes, sus ambientes de familia son diferentes y así sucesivamente. Estos factores determinan las diferencias en el sendero de cultivación de cada persona, las diferencias en cómo ellos eliminan apegos y el tamaño de sus pruebas. Por lo tanto, en lo que respecta a las manifestaciones, es muy difícil encontrar un sendero que otros hayan creado y es aún menos posible que a una persona le lleven a cuestas por uno de ellos. Si en realidad hubiese senderos previamente fabricados y viajes sin esfuerzo, eso definitivamente no sería cultivación".
Cuando leí esto, finalmente me di cuenta de por qué existen grandes diferencias en la forma en que percibimos y tratamos muchos temas. Creo que cada pareja de practicantes tendría la misma comprensión. Entonces, ¿cómo afrontaremos estas diferencias? Deberíamos seguir la guía del Maestro en Exponiendo el Fa en el Fahui de Filadelfia, Estados Unidos, 2002:
"¿Entonces qué caracteriza el estado de su mente? La tolerancia, una tolerancia sumamente inmensa, siendo capaces de aceptar a otros seres y realmente pensar desde el punto de vista de otros seres. Esto es algo que muchos de ustedes en su cultivación no han alcanzado aún, pero gradualmente lo están entendiendo y logrando".
A medida que las vidas se elevan en Dafa, nos damos cuenta a través del estudio del Fa de cuán precioso es Dafa y cuán afortunados somos. Todos sabemos que como practicantes en el período de la rectificación del Fa, somos discípulos del Maestro y el Maestro controló nuestras vidas anteriores. El camino de cultivación de los matrimonios, en particular, no está más allá de la disposición del Maestro. La relación predestinada de una relación de matrimonio no es de ninguna manera casual. Ciertamente no puede ser una simple relación para satisfacer lo que está sucediendo en el ambiente de la gente común. De lo contrario, el camino que tomamos no sería el más recto. Según la disposición del Maestro, no solo debemos practicar esta forma la cultivación en este ambiente tan complicado de la gente común, sino que debemos ser ejemplares en todos y cada uno de los aspectos de la sociedad humana. Esto incluye mantener una relación armoniosa entre esposo y esposa en esta sociedad que fomenta muchas cosas malas en los matrimonios. No debemos forzarnos a hacer las cosas de esta manera. Más bien, esta es la manifestación natural de un practicante que ha alcanzado el nivel de cultivación que se espera de él. Estos son resultados esperados cuando ambas partes de una pareja practicante, en su intento por elevar al grupo entero, se ponen a un lado y siguen elevándose usando estándares cada vez más altos.
En otras palabras, la relación predestinada de cónyuges en Dafa es sagrada. Es un ambiente de cultivación que el Maestro creó cuidadosamente para nosotros, para que podamos ayudar más eficazmente en el trabajo de la rectificación del Fa. En el poco tiempo que se nos ha asignado para hacer las tres cosas, necesitamos aprovechar plenamente el tiempo y el espacio disponibles para hacerlas bien. Si estamos apegados a la búsqueda de consuelo, felicidad, conveniencia o emociones de la gente común y corriente, estaremos dejando de lado la sagrada misión de la rectificación del Fa. Es como cometer un crimen para un discípulo de Dafa con una misión tan grande.
Algunos practicantes no quieren realmente divorciarse. Más bien, solo están expresando verbalmente su infelicidad. Pero hay que tener cuidado: tanto los pensamientos como las palabras de un cultivador tienen poder. A los ojos de los inmortales en el universo y de los secuaces oscuros, demonios podridos y espíritus malignos, cualquier pensamiento que se desvíe del Fa puede ser usado como excusa para la persecución, incluso la existencia de una brecha tan grande.