(Minghui.org)
Tengo 60 años y vivo en un pequeño pueblo. La vida era difícil para mí antes de conocer Dafa.
Mis padres murieron cuando era pequeña, y crecer con solo mis hermanas fue difícil. Después de casarme, mi nueva vida no fue mucho mejor. Mi esposo era un holgazán y adicto a las apuestas. Mi hijo tenía problemas de salud y a menudo se enfermaba. Mi propio cuerpo también era un desastre, y sufrí muchos problemas de salud.
Uno de mis parientes me presentó Falun Dafa un par de años después cuando se hizo público y ya era muy popular. Después de leer Zhuan Falun, Shifu comenzó a limpiar mi cuerpo. Sentía la cabeza como si estuviera por estallar y podía escuchar mi cráneo rasguñarse. Tampoco podía dejar de correr al baño, donde orinaba coágulos sanguíneos y sangre.
Milagrosamente, todas mis enfermedades desaparecieron al cabo de unos días, incluyendo: neurastenia, dolor de cabeza, zumbido de oídos, rinitis, gastritis, pleuresía, artritis, enfermedad inflamatoria pélvica, e hiperplasia lumbar. Podía secar la ropa con las manos y caminar largas distancias de nuevo. Mi cuerpo frío se volvió cálido.
Una mañana, mientras estaba durmiendo, oí el viento soplar en la parte superior de mi cabeza. Abrí los ojos y vi un gran Falun dorado girando sobre mi cabeza. Después de eso, hice los ejercicios matutinos. En ese tiempo no sabía mucho sobre el estudio del Fa.
Después que comenzó la persecución a Falun Dafa en julio de 1999, las autoridades locales y los policía llegaron a mi casa y me dijeron que Falun Dafa estaba prohibido. Me obligaron a entregar mis libros de Dafa, las grabaciones de los ejercicios y a firmar una declaración en la que prometía abandonar la práctica. Como no estudié bien el Fa, terminé haciéndolo mal. Lo lamenté mucho.
Sin embargo, Shifu no se dio por vencido conmigo. En el otoño de 2005, cuando atendía mi puesto en el mercado, un extraño se acercó y me preguntó si todavía practicaba Dafa. Le conté sobre mi situación. Él era un practicante y luego me trajo las conferencias de Shifu y copias de Minghui Weekly.
Nueve practicantes vinieron a buscarme. Ninguno me conocía. Me ayudaron a regresar a la cultivación. Entendí que Shifu había arreglado que vinieran a despertarme.
Después de haberme alejado durante mucho tiempo, y por mi pobre base de cultivación, tuve muchas interferencias cuando regresé a Dafa. Una noche, fui a distribuir materiales de aclaración de la verdad. Estaba tan oscuro que me costó encontrar las puertas de las casas. En otra ocasión, cuando fui a poner carteles de Dafa, el viento soplaba con tanta fuerza que los carteles se volaron de mis manos.
También encontré interferencias durante el estudio del Fa: no podía leer rápido; los caracteres estaban borrosos; el ye de pensamiento me hizo maldecir y me dijo que renunciara a la práctica; un demonio vino a asustarme y a hacerme sentir somnolienta.
Solía tener un espíritu maligno antes de cultivar Dafa. Volvió cuando dejé de practicar. Ahora me interfería durante mi estudio del Fa. Mientras tanto, mucha gente en mi pueblo practicaba una especie de qigong con espíritus malignos. También me buscaron y querían que me uniera a ellos. Les dije que no.
Seguí con mi estudio del Fa, haciendo los ejercicios y enviando pensamientos rectos. Hice todo lo posible para hacer las tres cosas de acuerdo a los requerimientos de Shifu, a pesar de que la interferencia seguía siendo intensa. Después de un tiempo, Shifu eliminó el espíritu maligno que me interfería. Vomité algunas cosas inusuales. Sabía que no podría haberlo logrado sin la protección de Shifu.
Después de regresar a Dafa, el Maestro me alentó y me mostró muchos milagros a lo largo del camino. Un practicante nos dio una nueva impresora que había comprado para nosotros, y la armamos. Ni bien la primera página comenzó a imprimirse, pudimos escuchar petardos afuera durante mucho tiempo, aunque ese día no era un día festivo.
Después de que le aclaramos la verdad a una señora de nuestro pueblo, comenzó a quemar inciensos para Shifu y empezó a decirles a otras personas que Dafa era bueno. Ahora ella tiene 101 años y una muy buena salud, no se lastimó ni siquiera un poco después de haberse caído. Otra señora mayor siguió recitando, "Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno" después de que le conté los hechos acerca de Dafa. Más tarde, vio un Falun en su hogar y seres celestiales con vestimenta antigua.
En otro momento, me encontré con un anciano cerca de un dique, que intentaba suicidarse. Le conté sobre Dafa y le dije que Dafa podría salvarlo. Se arrodilló e hizo una reverencia ante Shifu y decidió vivir.
Cuando vi la bandera del PCCh, utilicé mis pensamientos rectos para eliminarla. Poco después se cayó. Cuando pasé por los lugares donde los practicantes de Falun Dafa son perseguidos, envié mis pensamientos rectos para destruirlos. Luego vi una puerta caerse.
Sabía que todo lo que encontré fueron indicaciones y aliento de Shifu. No puedo expresar mi gratitud al Maestro con palabras.
Ahora me cultivo y hago lo mejor que puedo para hacer bien las tres cosas. Desde el comienzo de este año, después de terminar los ejercicios, escucho el sonido del gong de mi reproductor de MP3. Me he iluminado a que Shifu nos está empujando a que sigamos el ritmo de la rectificación del Fa y que no nos quedemos atrás.
Voy a seguir las enseñanzas del Maestro, estudiar bien el Fa y salvar más seres conscientes. Gracias Shifu, por tu compasiva salvación.