(Minghui.org) A fines de 1999 fui diagnosticada con “anemia aplásica”. Tenía veintiséis años y mi hija solo catorce meses. Vi a muchos doctores y visité hospitales en varias provincias, pero mi salud siguió deteriorándose.
Debido a los problemas de salud, mi escuela me asignó un trabajo fácil: portera. Me puse un grueso abrigo de algodón y pantalones, pero todavía me sentía fría. Mis labios eran incoloros. Vivía como colgando de un hilo.
Mi esposo gradualmente cambió de ser un padre amoroso a convertirse en un adicto al mahjong (juego chino de apuestas). A menudo jugaba después del trabajo y me echaba encima todas las responsabilidades. Vivía mi vida como si estuviera muerta en vida, no sabía cuánto tiempo podría aguantar. Simplemente repetía la rutina de ir a trabajar, volver a casa, alimentar a nuestro hijo y dormir.
Me uní a una sala de chat pública después de que la escuela instalara Internet en 2003. Tenía un compañero de chat, y prontamente nos hicimos mejores amigos. Le contaba todo sobre mi vida y él me escuchaba. Al final, se transformó en una relación extramatrimonial.
Me di cuenta de mi error demasiado tarde. En septiembre de 2003, me divorcié y mi salud empeoró.
Regresé con el corazón vacío a vivir con mi madre. Bajo su cuidado provisional, mi salud mejoró un poco. Pero no me importaba nadie, no tenía remordimientos, y solo quería vivir un poco más. Pasé mucho tiempo charlando con "amigos" en línea todos los días y bebiendo cerveza para evadir la realidad.
Tuve citas con amigos de la sala de chat uno tras otro hasta que mi cuerpo enfermo y no pudo continuar.
El manantial de vida
Enero de 2005 fue un mes inolvidable para mí ya que empecé a practicar Falun Dafa.
Mi madre me había pedido varias veces que intentara practicar Falun Dafa, pero nunca la escuché. Estaba envenenada por las noticias que decían que era superstición y que unos practicantes se autoinmolaron. Solía decirle a mi madre que yo apoyaba su práctica, pero que iría a un médico para curar mis dolencias.
Durante las vacaciones de invierno en enero, mi conteo de glóbulos rojos era aproximadamente la mitad que el de una persona normal. De glóbulos blancos, era la mitad del mínimo de una persona común. De plaquetas fue solo de 1.8, mientras que una persona normal debería tener de 10 a 30.
Mirando mis ojos vacíos, mi madre llorando me dijo: "Mi pequeña niña, créeme, ninguna madre engañaría a su niña: aprende Falun Dafa, lee el libro, practica los ejercicios".
No tenía fuerzas para discutir con ella. Apenas tuve fuerzas para sostener el libro, pero lo intenté.
Leía Zhuan Falun un poquito, luego descansaba un poco antes de continuar. Sin siquiera darme cuenta, fui absorbiendo las profundas enseñanzas del libro. Aprendí por qué nacemos en este mundo, de dónde venimos, que hay dioses, que los seres superiores existen, y que uno siempre recibe retribución por lo que ha hecho.
Aprendí los principios de “Verdad-Benevolencia-Tolerancia” y aprendí que las ganancias y pérdidas están siempre balanceadas y equilibradas.
Empecé a ver mis malos actos y me arrepentí de no haber sido responsable de mi antigua familia. Vi mi egoísmo y prometí hacerlo mejor; si tuviera una segunda oportunidad, trataría a mi familia con Verdad-Benevolencia-Tolerancia.
Mientras mi corazón se purificaba leyendo el Fa, comencé a practicar los cinco juegos de ejercicios. Al principio, apenas pude terminarlos. Pero soporté la fatiga y el dolor y continué.
En veinte cortos días, recuperé mi salud. Una vez más volví a experimentar qué se siente estar saludable. Caminando por la calle, mi cuerpo se sentía como flotando en el aire sin ningún peso. Pude ver el cielo grande y azul, y sentir que la vida llenaba todas mis células.
He renacido en solo veinte días. Falun Dafa me dio una nueva vida. También agradezco a mi madre, quien nunca se rindió conmigo y me llevó al camino de convertirme en una practicante en la cultivación.
Los principios de “Verdad-Benevolencia-Tolerancia” han echado raíz en mi corazón. Sé que debo pensar en las necesidades de los demás antes que las mías y convertirme en una persona desinteresada.
Un loto limpio en el mundo fangoso
Renuncié a chatear por Internet y dejé de beber alcohol. No me preocupan la fama y las ganancias mundanas. Tengo un estándar moral más alto y me rehúso a seguir la corriente de esta sociedad llena de lujuria y deseo. Un practicante es bendecido.
Comencé a tomar mi trabajo en serio. Lleguaba temprano en la mañana para limpiar la oficina y llenar todos los termos con agua.
Cada vez que mis intereses entraban en conflicto con los de otra persona, siempre pensaba primero en la otra parte y prefería sacrificar mis propios beneficios.
En 2013 un nuevo profesor fue asignado a nuestra oficina. Era joven y tenía mal temperamento. Usualmente discutía con otros profesores. Había sido criado por sus abuelos; era muy sensible a cualquier tipo de crítica y tenía una gran autoestima.
Lo traté con compasión. Era nuevo enseñando y estaba muy estresado en la clase. Un día, antes de que comenzara su clase le llevé una taza de agua. Se conmovió.
En otra ocasión, le mostré un buen método para enseñar usando un software. Al principio estuvo contento. Pero luego se molestó y me reprendió usando muchas palabras descorteses.
No perdí mi temperamento. Mi corazón no se movió en ningún momento. Me disculpé con él.
Otro profesor vio la escena completa y me dijo: “Hermana, eres genial. ¡Puedes tolerar demasiado! Intentabas ayudarlo y, en lugar de agradecerte, te culpó. Pero pareces no estar molesta en absoluto. Sé que es por Falun Dafa. ¡Falun Dafa es realmente grandioso!".
En los últimos años, me he dado cuenta que muchos estudiantes rompen las reglas en clase. Creo que la ira y crítica no son caminos correctos para enseñar. Shifu me enseñó Verdad-Benevolencia-Tolerancia. Debo ser compasiva con mis estudiantes.
Hablé con varios estudiantes con problemas de comportamiento individualmente y traté de encontrar la forma de ayudarlos a sentirse felices en mis clases y obtener conocimientos y habilidades. Por supuesto, la cosa más importante es siempre nutrir su buen carácter.
Compré pequeños premios con mi propio dinero para recompensar a los estudiantes que seguían las reglas y hacían bien sus tareas, etc.
El aula se volvió más ordenada y la calidad de la tarea mejoró. Los estudiantes dijeron que les gustaba estar conmigo.
Conclusión
La sociedad moderna china adora el dinero y está llena lujuria y deseo. La mayoría de la gente está absorta en obtener más dinero y disfrutar más la vida.
Como practicante de Falun Dafa, vivo en esta sociedad pero mi corazón está muy por encima. Mi vida es simple: trabajo duro y me cultivo diligentemente. Sin apego a la ganancia personal, solo deseo ser una buena persona siguiendo los principios de “Verdad-Benevolencia-Tolerancia”.
Quiero usar mi comportamiento para permitirle a la gente alrededor mío ver los méritos de Falun Dafa, entonces podrán saber los hechos y elegir el lado correcto en esta persecución. Deseo que más personas puedan ser bendecidas por Falun Dafa.