(Minghui.org) Los practicantes de Falun Gong de Sídney han llevado a cabo actividades en Hyde Park y Belmore Park, la zona más concurrida de la ciudad, todos los viernes de octubre para dar a conocer la persecución de Falun Gong en China y pedir ayuda para detenerla.
La actividad en Hyde Park.
Recolección de firmas en Belmore Park para condenar la persecución.
En cada evento, muchas personas se detuvieron para pedir detalles sobre la práctica, firmar la petición para condenar la persecución, e incluso ayudar a otros transeúntes a contarles acerca de la persecución.
Algunas personas les dijeron a los practicantes que habían oído hablar de la persecución, pero no sabían que era tan severa y desconocían sobre la sustracción forzada de órganos a practicantes vivos, sancionada por el estado.
Jevie encontró que la sustracción forzada de órganos era difícil de creer. Tomó varios folletos sobre el tema y dijo: "Los estudiaré. Creo que sé cómo ayudar a detener esto".
Otros estaban familiarizados con la sustracción forzada de órganos y parecían complacidos de encontrarse con los practicantes y tener la oportunidad de firmar la petición.
Tanto S. Blogg como Peter S. se habían enterado en las noticias. "Muchos de mis amigos han oído hablar de ello", dijo Peter. "Es una grave violación de los derechos humanos. Deberíamos hacer algo para detenerlo. Publicaré lo que veo hoy en mi página de FaceBook, también".
Kevin, un funcionario del gobierno, firmó la petición en Belmore Park.
Dijo: "Sé que nuestro gobierno no ha condenado públicamente la sustracción de órganos en China, debido a los intercambios comerciales entre nosotros y China. Sin embargo, he oído hablar y agradezco los esfuerzos de algunos miembros del parlamento, como David Shoebridge, que ha hecho mucho para ayudar a detener este crimen".
"Espero que el gobierno australiano haga más. No se puede guardar silencio debido a las transacciones comerciales", dijo Kevin.
Ben Scott, que había visto un documental sobre la sustracción forzada de órganos, pensó que era importante que más gente firmara la petición y le pidió a su amigo Orion Williams-Farley que también la firmara. Orion dijo que se lo contaría a sus amigos a través de las redes sociales.
Mare Dekei trabaja en un hospital local, donde se capacitan muchos médicos de China. En su opinión, nadie tiene derecho a matar a una persona para salvar a otra.
"Espero que más personas pasen esta información y que se prohíba viajar a China para obtener órganos", dijo y llevó una pila de materiales para los médicos y enfermeras de su hospital.
Hemi Trilete de Nueva Zelanda dijo tristemente: "Esto es inhumano. La Cruz Roja Internacional debería ayudar a detenerlo. Estás haciendo algo bueno".
Benzer Ahmad, de Bangladesh, se enojó: "Dios no perdonará a los criminales. Se lo contaré a todos mis amigos. Creo que todos intentarán ayudar".