(Minghui.org) En 1998, mi madre comenzó a practicar Falun Dafa. Cuando me pidió que hiciera los ejercicios y estudiara el Fa con ella la seguí, pero solo hacía los movimientos y no entendía mucho sobre la cultivación. En 1999 comenzó la persecución a la disciplina, creí las mentiras y la propaganda de la televisión y dejé de practicar.
Años más tarde me casé y tuve una hija. Cuando la niña estaba en la escuela primaria a menudo se quejaba de dolores de cabeza. La llevamos a un médico, pero no pudo hacer ningún diagnóstico. Mi madre le pidió que recite: “Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno”, lo que hizo diariamente. Pronto dejó de tenerlos.
Retomando la práctica
Estaba tan impresionada que decidí leer Zhuan Falun y comenzar a practicar nuevamente. Hice los ejercicios en casa por más de dos años antes que mi madre me ayudara a encontrar un grupo de estudio del Fa local.
A través del estudio intensivo llegué a entender cuan afortunados son los practicantes de estar inmersos en el Dafa universal. También gané un mejor entendimiento sobre cómo cultivarse sólidamente. Pude sentir al Maestro incrementando mi sabiduría durante las tribulaciones que encontraba.
Mirando hacia adentro
Mientras hacía llamadas telefónicas para dejarle saber a la gente sobre Dafa, algunas veces mi teléfono no funcionó. Miré hacia adentro para ver dónde me estaba quedando corta en la cultivación. Al siguiente intento, nuevamente el equipo anduvo.
Un día, una practicante estaba haciendo llamadas, y la gente a la que contactó no la podía escuchar. Me pidió ayuda y miré hacia adentro. Me di cuenta que no estaba siendo positiva para con esta practicante, no quería trabajar con ella. Necesitaba eliminar estos pensamientos. Solo debía ser considerada. ¡Después que me di cuenta de esto, encendí su celular y funcionó a la perfección!
Asistiendo al estudio del Fa
El asistir al estudio grupal del Fa me ayudó a ver dónde necesitaba mejorar. Una practicante a menudo leía más párrafos que el resto, lo cual me irritaba. Pensé sobre el tema y me di cuenta que era por mi apego al propio interés.
Traté de ignorar su comportamiento, pero todavía me molestaba. Después que dejé ir completamente mi apego, ella dejó de leer párrafos de más. Su problema había sido el resultado de mi apego. Estaba agradecida por esta oportunidad para mejorar.
El cuidado compasivo del Maestro
Cuando fui capaz de mirarme como una practicante y utilizar el Fa para que guíe cada una de mis palabras y acciones, siempre pude sentir el cuidado compasivo del Maestro.
Por ejemplo, cuando mi hija se estaba preparando para el examen de ingreso a la universidad, supe que no podría llevarla, y planeé llamar a un taxi.
Ese día mientras estábamos dejando nuestro hogar, un auto se detuvo frente a la casa. Conocía a esa mujer. Me dijo que estaba llevando a su hijo al examen y que estaría feliz de llevar también a mi hija.
Estaba muy conmovida porque supe que el Maestro me estaba ayudando. No puedo expresar completamente mi gratitud, y me he vuelto aun más determinada en trabajar diligentemente y hacer las tres cosas bien.
A menudo he estado desconcertada y confundida. Enfrenté muchas dificultades y tropecé muchas veces, pero cada vez estoy más clara en cuanto a la dirección que estoy tomando. Con la protección del Maestro transitaré bien mi camino de cultivación.