(Minghui.org) Solía ser una persona muy competitiva, tenía muchos deseos humanos y sufría de muchas enfermedades crónicas. Empecé a practicar Falun Dafa en julio de 1998 y volví a tener buena salud, pero lo más importante es que me convertí en una buena persona. Además, practicando Falun Dafa me he templado y desarrollé una fuerza interior.
Encuentro casual
Mientras caminaba por la calle durante una calurosa tarde de verano en 2016, vi a una mujer al borde de la carretera que parecía ansiosa. Me dijo que había venido de Mongolia Interior para asistir a una autoescuela. Solía quedarse en un hotel de nuestra zona, pero el hotel ya no estaba allí. No tenía ni idea dónde más podía quedarse, así que le ofrecí mi ayuda.
Caminamos desde Dongfeng Road hacia Sihe Road. Le aclaré los hechos sobre Falun Dafa mientras caminábamos y le aconsejé que renunciara el partido comunista chino (PCCh) y sus organizaciones juveniles. Sin embargo, parecía distraída, así que decidí concentrarme en encontrarle un hotel.
El primer hotel estaba sucio e inmediatamente nos marchamos. Seguimos mirando a pesar del calor insoportable. Llegamos a Sihe Road, y vimos un gran hotel al lado de un mercado. La mujer me dijo que éste era el hotel que estaba buscando.
Antes de despedirnos, le pedí que recitara "Falun Dafa es bueno", y también que renunciara el PCCh, a lo que asintió.
Un octogenario bajo la lluvia
En julio de 2017 estaba montando un triciclo eléctrico en mi casa, en un día de lluvia, y vi a un anciano parado al final de la calle, intentando conseguir un taxi. Él estaba sosteniendo una hermosa maceta de flores, y varios taxis pasaron junto a él sin detenerse. Un vendedor ambulante me dijo que el anciano llevaba allí parado más de treinta minutos, y que ningún taxista se había atrevido a llevarlo.
Dada la decadencia moral de nuestra sociedad, los taxistas evitan la responsabilidad de conducir solo a una persona mayor. Pensé: "Soy un practicante de Dafa: no es una coincidencia que esté viendo a este anciano".
Me detuve y hablé con él. Me dijo que tenía 86 años y que lo habían llevado a la ciudad, pero que necesitaba un taxi para llegar a casa. Lo llevé a la Estación River East donde hay muchos taxis y triciclos.
Mientras estaba de camino, comencé a aclararle los hechos sobre Dafa. Le conté cómo el PCCh estaba persiguiendo a Falun Dafa y su implacable propaganda contra la práctica.
Él había oído hablar de Dafa, pero no sabía nada acerca de la persecución. Esto me hizo pensar que muchos practicantes no hablan de Dafa en detalle con los ancianos. También le pedí que recitara Falun Dafa es bueno, cosa que hizo de inmediato.
En la estación, traté de buscar un coche para el anciano, pero ninguno de los taxistas quiso llevarlo, así que decidí acompañarlo a casa yo mismo. Estaba a unos cinco kilómetros de su casa.
El cielo estaba oscuro, y empezó a llover, así que en mi corazón pedí a Maestro Li, el fundador de Dafa: "Maestro, por favor, evita que la lluvia caiga demasiado fuerte. Yo estoy bien, pero él anciano podría resfriarse", y la lluvia se detuvo.
Esto me dio la oportunidad de aclararle los hechos sobre Dafa. Me preguntó, qué podía hacer por Dafa, y le dije que recitara: "¡Falun Dafa es bueno! ¡Verdad-Benevolencia-Tolerancia es buena!".
Hay muchas historias como esta. He encontrado gente de otros lugares que no podían encontrar restaurantes o buscaban otros lugares. A todos les hablaba de Dafa y sobre la importancia de renunciar al PCCh. Abandonaron el partido y también conocieron la bondad de Falun Dafa.