(Minghui.org) Antes de practicar Falun Dafa, sufrí de dolores de cabeza posparto durante quince años. Cuando mi condición era severa, tenía que usar un sombrero pesado y cerrar las puertas y ventanas firmemente para proteger mi cabeza del viento. Fui a ver a muchos médicos, pero nadie podía tratar mi problema. Mi condición empeoró con el tiempo.
Justo cuando había perdido toda esperanza de mejorarme, me presentaron a Falun Dafa y entendí por qué uno tiene enfermedades y dificultades en la vida. Decidí seguir las enseñanzas de Falun Dafa.
En solo veinte días, me recuperé de mis dolores de cabeza posparto. Ya no me afectaban los vientos fríos en invierno. Los vecinos que presenciaron mi milagrosa recuperación contaron a otros sobre mi experiencia. Como resultado, muchas personas comenzaron a practicar Falun Dafa.
Hace veinte años, un bulto había crecido en mi estómago y me causó un dolor severo y continuo. El bulto se había hecho más grande. Tres meses después de empezar a practicar Falun Dafa, tuve un terrible dolor de estómago. Lo traté como la eliminación de yeli (karma). Estuve en una tremenda agonía durante cuatro días y sus noches. Al quinto día, vomité coágulos negros. El bulto se había disuelto y lo vomité.
Dos años después de empezar a practicar Falun Dafa, me mudé a otra área y empecé a trabajar en un restaurante. Trabajé duro. Una mañana me resbalé mientras llevaba una olla grande de sopa hirviendo. La sopa salpicó mis piernas y rodé sobre el suelo con dolor por el líquido hirviente hasta que alguien me ayudó a levantarme. Mis piernas estaban hinchadas y mis rodillas en carne viva.
Mi jefe estaba aterrorizado y quería llevarme al hospital. Le aseguré que estaba bien. Dije que estaría bien después de unos días. Tenía ampollas enormes en las piernas. Era una visión aterradora, pero no tuve miedo. Mis heridas eran graves, pero no sufrí dolor. Sabía que Shifu me estaba protegiendo.
Una semana después me había recuperado completamente y volví al trabajo. Todo el mundo se sorprendió porque sané rápidamente sin tratamiento médico. Dijeron que alguien más se había quemado como yo, y aunque la condición de esa persona no era tan severa, terminó en el hospital por dos meses. Mi recuperación fue realmente un milagro. Por este accidente, dos de los familiares de mi jefe se convirtieron en practicantes de Falun Dafa.