(Minghui.org) El abogado defensor de una mujer sentenciada por sus creencias exigió la anulación del fallo, al no haber bases legales en los cargos.
La Sra. Feng Deqiong, de 63 años, nacida en el condado de Lu, fue detenida por primera vez a finales de 2015 por negarse a renunciar a Falun Gong, una disciplina espiritual perseguida por el régimen comunista chino. La policía local la puso en libertad bajo fianza tras detectar presión arterial alta endémica. El 29 de febrero de 2016 fue arrestada de nuevo, tras “incumplir” las condiciones de su fianza al trasladar su residencia al domicilio de su hija.
El tribunal del condado de Lu la juzgó en el centro de detención de Naxi el 1 de abril de 2017, y el 6 de julio, la sentenció a dos años de prisión y una multa de 2.000 yuanes.
La corte de la ciudad de Luzhou requirió una audiencia de apelación el 31 de octubre en el mismo centro penitenciario. El abogado de la Sra. Feng impugnó el veredicto inicial y exigió su absolución.
La Sra. Feng fue acusada por violar el artículo 300 de la ley penal, por el cual se estipula que quienes hagan uso de una organización sectaria para socavar la aplicación de la ley, deben recibir un procesamiento riguroso.
Su abogado señaló que dado que el congreso popular (el cuerpo legislativo de China) nunca ha promulgado una ley que considere a Falun Gong como un "secta", el exdictador chino Jiang Zemin ordenó al tribunal supremo popular y a la fiscalía suprema popular que emitiera una interpretación legal del Artículo 300 en noviembre de 1999, que requería el procesamiento riguroso para cualquiera que practicara o promoviera Falun Gong.
Una nueva interpretación estatutaria que reemplazó a la versión de 1999, entró en vigencia el 1 de febrero de 2017. Esta interpretación no menciona a Falun Gong en el artículo y enfatiza que cualquier acusación catalogada como secta debe basarse en sólidos fundamentos legales. Dado que ninguna ley en China cataloga a Falun Gong como una secta, la acusación contra la Sra. Feng carece de base legal.
El fiscal citó la propaganda del estado como evidencia contra la Sra. Feng, pero su abogado respondió que la difamación orquestada no representa a la ley.
El fiscal también alegó que la posesión de materiales de Falun Gong a cargo de la Sra. Feng infringió la ley, pero este no especificó el artículo violado. Su abogado argumentó que el poseer materiales de Falun Gong está amparado por derecho constitucional, y que no causa daño o perjuicios a terceros ni a miembros de la sociedad general, ni mucho menos constituye agravio en la aplicación de la ley.
El abogado exigió que se anulara la condena de la Sra. Feng, y el juez suspendió la audiencia de apelación sin emitir un veredicto.
La hija de la Sra. Feng testificó en defensa de su madre tanto en el juicio inicial como en la audiencia de apelación. También escribió varias cartas a los tribunales locales y explicó en detalle el por qué su madre se mantuvo firme en la práctica de Falun Gong, al recuperar su salud física y una actitud alegre.
Mientras la Sra. Feng permanece en el centro de detención de Naxi, su hija y su abogado continúan sus esfuerzos para lograr su absolución.