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Fahui de China | La compasión de una discípula de Dafa

Nov. 16, 2017 |   Por una practicante de China

(Minghui.org) Tuve un accidente automovilístico en 1992 que me lastimó las piernas, el cuello y la columna vertebral. Me sentía mareada todos los días y no podía caminar. No podía trabajar y no podía vivir sin medicina. Empecé a cultivar Falun Dafa en enero de 1996 y todas mis afecciones desaparecieron.

Durante la persecución, aclarar la verdad y convencer a la gente para que renuncie al partido comunista chino se han convertido en las únicas formas de salvar seres conscientes y son las responsabilidades de los discípulos de Dafa.

Shifu dijo:

"Los seguidores de Dafa son la única esperanza de la salvación de las multitudes de seres" (La única esperanza, Hong Yin (III))

He seguido el ejemplo del Maestro y clarifiqué activamente la verdad a las personas. Durante los últimos años, he convencido a más de setenta mil personas para que dejen al partido comunista y las organizaciones afiliadas. Les digo a los que no son miembros del partido que recuerden que Falun Dafa es bueno.

Sé que el poder de Dafa es lo que salva a la gente. Sin el Fa, yo misma no podría vivir de manera significativa, ni mencionar el poder salvar a otros.

Durante este proceso, me di cuenta de que si elimino el sentimentalismo según el Fa y desarrollo la benevolencia de un Dafa dizi, tendré el poder de salvar a las personas. Aquí me gustaría compartir mis experiencias.

La compasión de un discípulo de Dafa

Shifu dijo:

"Cuando esclarecemos la verdad estamos salvando seres conscientes; al mismo tiempo, esto toca el asunto de su propio perfeccionamiento, la eliminación de sus apegos durante la cultivación y el asunto de que los discípulos de Dafa sean responsables ante el Fa en su cultivación, lo mismo que tales asuntos como la forma de llenar y enriquecer ese mundo suyo en su perfección final" (Exponiendo el Fa en el Fahui Internacional de Washington, DC, Guiando el Viaje).

Uno debe cultivarse quiere salvar a la gente. Antes de comenzar a cultivarme, tenía fuertes apegos con mi esposo e hijas.

Soy maestra de escuela rural y mi esposo es el jefe de una estación de policía. Crecí con él, y vivimos con su hermano y hermana. Con dos hijas propias, nuestra vida solía ser difícil.

Cuando comencé la cultivación, no sabía cuáles eran mis apegos. Mi esposo pronto tuvo una aventura. No reaccioné haciendo un gran alboroto, ya que me recordé que era una cultivadora, pero estaba muy triste en mi corazón. Lloré muchas veces.

Esto sucedió después de que el partido comunista lanzó la persecución. Fui a Beijing para apelar por Dafa, pero pensaba en todos los asuntos de mi hogar. Llamaba a casa una y otra vez.

Fui arrestada en Beijing y enviada a casa. Mi esposo estaba muy enojado. Me dijo que eligiera entre Dafa y él. Dije que quería los dos. Dijo que no funcionaría de esa manera y que debía elegir uno. Elegí Dafa.

Más tarde nos divorciamos bajo la presión del régimen.

Fui enviada a un campo de trabajo forzado tres veces. Al principio, no entendí por qué. Más tarde me di cuenta de que la razón por la que fui perseguida no fue porque clarifiqué la verdad en público, sino porque tenía brechas en mi cultivación, especialmente el apego a mi esposo. Las malvadas viejas fuerzas aprovecharon estas brechas.

El Maestro dijo:

"Los seres humanos viven por los afectos y el sentimentalismo. Es decir, los seres humanos están inmersos en el sentimentalismo y es difícil para ellos liberarse de este. Sin liberarse uno mismo del sentimentalismo, uno no puede practicar la cultivación y hacer progresos" (Exponiendo el Fa en el primer Fahui de Norteamérica).

Parece que no pude eliminar el apego a mi familia. Aunque mi esposo me engañó, todavía no podía eliminar el apego. Un día, cuando iba en bicicleta, un pensamiento saltó en mi mente: "Ha tenido un accidente automovilístico". Dejé todo y corrí a su oficina, donde estaba hablando con sus compañeros de trabajo. Cuando me vio apresurarme, me gritó: "¿Qué estás haciendo aquí? Vete a casa".

Cuando estaba en un centro de detención, mi hija me llamó llorando: "Papá se casó con esa mujer. Nadie me está cuidando. Te quiero. Quiero que regreses".

Luego colgó, dejándome con el corazón roto.

Estaba siendo torturada en ese momento. Estaba cubierta de heridas, pus y sangre. Estaba en una celda solitaria de un metro por dos, y me forzaban a estar de pie todo el día, todos los días.

Los dolores en mi cuerpo y mente me torturaron. Fue justo como dijo el Maestro:

"Cientos de penalidades caen a la vez, 

para ver cómo uno sobrevive" 

(Templando la mente y el corazón de uno, Hong Yin).

Durante las dificultades, puse mi mayor esfuerzo en rechazar los pensamientos de gente común que tenía. Una y otra vez, le dije al Maestro: "Maestro, no me rendiré ni me "transformaré. Me cultivaré sólidamente. El Maestro está conmigo, así que no estoy preocupada por mis hijos. Serán atendidos por el Maestro. Solo escucho al Maestro. No quiero preocuparme por mi marido y esa mujer. No tengo enemigos. No odio a nadie. No quiero odio".

Cuando traté de eliminar el sentimentalismo, el Maestro me ayudó a deshacerme de las cosas sucias poco a poco. Mi vida fue purificada y mejorada.

Mi exmarido vino a visitarme al campo de trabajo forzado. Dijo que su nueva esposa también estaba allí, pero que estaba muy apenada de verme. Le dije: "Es bienvenida. Le agradezco su visita".

Con calma, hablé con ella como una discípula de Dafa. La llamé "hermana" y le di las gracias por cuidar de mis hijos. Luego le conté los hechos sobre Falun Dafa. Ella vio la grandeza de Dafa y les mostró a sus compañeros de trabajo los materiales de Falun Gong que le di. Más tarde los convencí de renunciar al partido.

Mi exmarido luego expresó pesar por nuestro divorcio. Me escribió dos veces, pidiéndome que lo perdonara y me dijo que quería volver a estar conmigo. No quería que su nueva esposa tuviera malentendidos acerca de los discípulos de Dafa o que desarrollara pensamientos negativos hacia Dafa, así que lo rechacé y le pedí que la tratara bien.

Cuando realmente nos tratamos como Dafa dizi y tratamos a la gente con compasión, sentirán el poder de esa benevolencia. Su nueva esposa a menudo les dice a sus amigos que Dafa es bueno. También me ayudó a recuperar el sueldo que el gobierno me quitó cuando estaba en el campo de trabajo forzado.

Trato bien a mis exsuegros y también me tratan como un familiar. A menudo visito al padre de mi exmarido de 92 años y le llevo regalos. Cada vez me dice que me extraña le pido que recuerde que "Falun Dafa es bueno". Su nuera me dijo que él no podía reconocer a muchas personas, incluso a ella, pero que me recuerda claramente.

La cultivación no es fácil; es un proceso gradual. El sentimentalismo no siempre se puede eliminar de una vez, a veces puede regresar. Cuando regresó, lo repelí con pensamientos rectos. También me caí muchas veces cuando no tenía pensamientos rectos, pero siempre pude despertar.

Mi hija es una gran chica, pero su marido, que con frecuencia pierde su trabajo, la trata mal. Cuando le grita a menudo, me enojo. Cuando puedo calmarme, él también se calma. Incluso recientemente me dijo que me ayudaría a aclarar la verdad en público. Ahora mirando hacia atrás, me doy cuenta de que muchos de sus problemas eran causados por mis apegos.

En otra ocasión, la aventura de mi exmarido vino a mi mente cuando estaba haciendo los ejercicios y molesta dejé de hacerlos. Salí corriendo de la casa e intenté encontrarlo. En la calle, accidentalmente derribé y rompí las pertenencias de un hombre. Ese hombre me demoró y me pidió una compensación, entonces reaccioné. El problema fue causado por mi corazón enojado. Me calmé y le di 700 yuanes (unos 100 dólares estadounidenses).

Me di cuenta de que en la cultivación debemos recordar que somos Dafa dizi en todo momento.

Shifu dijo:

"La cultivación depende de uno mismo, mientras que el gong depende del shifu" (Zhuan Falun).

Shifu nos ha estado guiando y corrigiendo. El Maestro nos da nuevas vidas. No puedo expresar mi agradecimiento en palabras. Todo lo que puedo hacer es aclarar la verdad y cultivarme bien.

Salvando gente de todo corazón

Después de ser liberada del campo de trabajos forzados en 2005, inmediatamente comencé a convencer a la gente para que renunciara al partido.

El primer grupo de personas con las que hablé fue la familia de mi hermano, que vive en las montañas. Tomó varias horas en un autobús para llegar allí, la parada de autobús está a 3 km de distancia de su casa. Caminé, caminé y luego me perdí. Crucé colinas y valles, y me encontré con un residente de la aldea, que me llevó a la casa de mi hermano. Estaban felices y sorprendidos de verme. Les dije lo que realmente es Falun Gong y la brutalidad de la persecución. Todos acordaron renunciar al partido.

Su yerno me dijo: "Tía, ahora veo que Falun Dafa realmente me está protegiendo". Luego me dijo que en el campo, un agricultor dio vuelta y lo golpeó en el pecho. Su ropa se desgarró, pero él estaba bien.

Unos meses más tarde, los visité nuevamente. La nieta de mi hermano me dijo: "Veo que Falun Dafa me está protegiendo. Hay algo que no le dije a mi madre. Un día estaba ayudando a mi padre en un tractor cosechador. Me caí del tractor después de golpear un bache, pero el tractor se detuvo. Mi padre me vio debajo del tractor y estaba muy asustado, pero yo estaba bien".

Sus historias me mostraron que el Maestro es compasivo y que el poder de Dafa no tiene límites.

Shifu dijo:

"Los Fashen del Shifu, los dioses rectos y el enorme campo que Dafa cubre en el mundo pueden utilizar cualquier tipo de ambiente para hacer que las personas predestinadas y los que pueden ser salvados aparezcan frente a ti, dándoles la oportunidad de saber la verdad. Pero ustedes deben hacerlo, no va si ustedes no lo hacen" (Exponiendo el Fahui de la capital de los Estados Unidos).

He hecho mi mejor esfuerzo para llevarlo a cabo. Durante los últimos años, he visitado muchas aldeas remotas. Al principio, seguí a los compañeros practicantes y aprendí de ellos. Más tarde, supe cómo hacerlo sola, así que comencé con mis amigos y mi familia. Shifu nos dijo que la benevolencia tiene el mayor poder. Cada discípulo de Dafa sabe que la benevolencia proviene de la cultivación después de que uno elimina el sentimentalismo.

A medida que eliminé gradualmente el sentimentalismo, vi el poder de la benevolencia, y ahora puedo salvar a más y más personas. Ahora raramente me encuentro con personas que se niegan a escucharme. Puedo convencer a docenas de personas para que renuncien al partido todos los días.

Mi condado comenzó un proyecto ferroviario a gran escala en julio pasado, y muchos de los trabajadores vinieron de las afueras de la ciudad. Fue una gran oportunidad para aclarar la verdad. Sin embargo, caminar por el sitio de construcción era muy difícil.

Una vez, tres trabajadores estaban trabajando en un pozo, y no podía bajar allí. Me dije: "Son de las afueras de la ciudad, si no hablo con ellos, no tendré la oportunidad otra vez. Debo salvarlos hoy". En ese momento, alguien montó una escalera para que bajara.

Ese día, convencí a treinta personas para que abandonaran al partido. Todos me agradecieron por contarles los hechos. Era un día caluroso, y el concreto y las rocas en el sitio de construcción estaban calientes. Me sentí mareada, pero Shifu ha sufrido mucho más que esto al salvarnos. Entonces mi sufrimiento realmente no es nada en comparación.

Yo no me dirijo a ningún grupo específico, hablo con todo el mundo, porque Shifu dijo:

"...cada persona en el mundo entero fue en algún momento parte de mi familia…" (Exponiendo el Fa durante el Festival de la Linterna 2003).

Todos son preciosos. Cuando los trato como familia, me tratan como a un familiar.

A menudo hablo con los trabajadores frente a un centro comercial. Durante el último Festival del Medio Otoño (el Día de Acción de Gracias chino, cuando todos comparten pasteles de la luna), un trabajador me saludó y me dijo: "Hermana, Falun Dafa es bueno". Le pregunté si tenía pasteles de la luna. Tristemente dijo que no tenía dinero.

Fui a comprar bolsas de pasteles de la luna y frutas y las compartí con los trabajadores. Fui allí de nuevo seis meses después. Un grupo de trabajadores me rodeó y me dijo: "Mucho tiempo sin verte, hermana. ¿Cómo has estado? Te hemos echado de menos".

A menudo le agradezco a Shifu por dirigirme a la gente. Hablo con personas en lenguaje sencillo. Siguiendo las enseñanzas del Maestro, no empiezo hablando de abandonar al partido. En cambio, hablo con ellos sobre asuntos de la vida cotidiana y luego cambio el tema al gobierno del partido comunista, lo que es realmente Falun Gong, y luego por qué la gente debería abandonar al partido. A menudo es muy fácil convencer a la gente y muy pocos se niegan a escuchar. Una vez, un joven intentó reportarme a la policía. Con calma dije: "Hermano, deja tu teléfono, esa es una mala acción. Te lo digo por tu propio bien". Dejó el teléfono.

En ese momento, no quería continuar aclarando la verdad. Pero inmediatamente rechacé un pensamiento no recto y me dije: "Esto es una interferencia de las malvadas viejas fuerzas, y es causado por mi egoísmo". Estaba tratando de protegerme. No debería ser interferida. Necesito seguir a Shifu y salvar a la gente". Las cosas sucias se fueron y continué hablando con la gente.

También hablo con la gente en la estación de trenes. Algunas veces la patrulla de la policía está allí, pero mi corazón no se mueve. Me digo: "No tiene nada que ver conmigo". Puedo convencer a docenas de personas para que abandonen al partido en una hora en la estación de trenes.

Las vacaciones de año nuevo chino también son un buen momento para aclarar la verdad. Les pedí a mis hijas que pasaran las vacaciones con su padre y su madrastra, y salí a hablar con la gente todos los días. En siete días, convencí a cientos de personas para que abandonaran al partido.

La familia de mi primo apoya a Dafa. Su hijo una vez se cayó de un edificio alto. Él gritó: "Falun Dafa es bueno", y estaba totalmente bien. Mi primo felizmente me dijo: "Hermana, tu Maestro realmente nos está protegiendo". También me ayudó a hablar con la gente de su pueblo.

Paso 360 días al año hablando con la gente en público, sin importar cuán severo sea el clima. Donde sea que vaya, le digo a la gente lo que realmente es Falun Gong: en el autobús, en la calle, en el mercado de agricultores y en los restaurantes. Incluso durante el frío del invierno, puedo convencer a ocho o diez personas para que renuncien al partido todos los días. En un día de Año Nuevo Chino, fui a un área remota y convencí a 107 personas para que renunciaran.

Me propuse un objetivo para convencer al menos a treinta personas para que salgan del partido todos los días. Durante los últimos años, creo que he convencido a entre 70 y 80 mil personas para que renuncien.

Al cultivar Dafa, tengo todo lo que necesito

Conozco a una practicante que vendió sus joyas para hacer copias de los Nueve Comentarios sobre el Partido Comunista. Durante mi divorcio, perdí todo menos una casa. Mi exmarido tenía deudas, y mi hija también necesitaba dinero. Ambos me pidieron ayuda. Vendí la casa por 50.000 yuanes (aproximadamente 7.500 dólares estadounidenses). Le di 15.000 a mi exmarido y 15.000 a mi hija. Los 20.000 restantes se gastaron en hacer copias de los Nueve Comentarios sobre el Partido Comunista.

Gasto la mayor parte de mi sueldo de jubilación en hacer materiales de Dafa. Con la ayuda del Maestro, no tengo preocupaciones sobre mi vida. Vivo una vida muy simple, comiendo comida sencilla y nunca me compro comida o ropa cara. Incluso los fideos instantáneos de ramen son demasiado lujosos en mi mente. Pero nunca abarato costos cuando se trata de hacer materiales de Dafa.

Los compañeros practicantes sugirieron que debería prestar atención a mi apariencia, así que me lavo el pelo y uso ropa decente. Mis experiencias me dicen que, para aclarar la verdad, no necesito ropa lujosa, siempre y cuando esté limpia y ordenada. La clave es dedicarle mi corazón. En realidad, todo lo hace el Maestro, quien nos enseña, nos da el poder de la compasión y nos protege. Mi mayor deseo es no decepcionarlo y no defraudar a los seres consientes, que tienen una gran esperanza en nosotros.

Ya no tengo casa ni ahorros, pero mis hijas y yernos son amables conmigo. Quieren que viva con ellos. Pero mi vida está dedicada a salvar gente, así que vivo con una mochila y algunas ropas simples, un cepillo de dientes y materiales de Dafa. Me quedo donde sea necesario para hablar con la gente: en pequeñas posadas, estaciones de tren, con compañeros practicantes, parientes, etc.

En el campo de trabajo, un jefe de policía una vez me preguntó: "¿Qué ganas al practicar Falun Gong?". Sonreí: "Todo lo que necesito".

Es mi mayor honor y fortuna ser una discípula de Dafa. Tengo al Gran Maestro y al libro más precioso, Zhuan Falun. También tengo seres conscientes que han sido salvados. Shifu me ha dado un honor sin límites y un futuro incomparablemente maravilloso. ¿Qué más necesito?

Gracias, Shifu. ¡Gracias, Shifu!