(Minghui.org) A comienzos de abril de 2017, una excompañera de clase me pidió que nos reuniéramos en su hotel. Quise aprovechar la oportunidad para contarle los hechos sobre Falun Gong. Había tratado de hacer esto siete años antes, pero en ese momento estaba experimentando tribulaciones de enfermedad y no me encontraba en un buen estado. Ella no aceptó lo que le conté. Por el contrario, me aconsejó que tomara algunos suplementos para la salud y que usara maquillaje facial para lucir más joven. Me perdí, no supe qué decir.
Planeé entonces qué le diría esta vez. Sin embargo, tan pronto me vio, me dijo que no mencione nada sobre Falun Gong. Yo sabía que todos los seres están aquí por Dafa, ese pensamiento no provenía de su verdadero ser. Decidí no renunciar a la salvación de ella. Envié fuertes pensamientos rectos para eliminar cualquier interferencia que evite que conozca la verdad.
De repente tuve un sabor salado en la boca. Escupí un poco y vi que era sangre. Mi goma de mascar estaba manchada. No sabía qué hacer. No quería que mi compañera lo viera por lo que la tragué. El sangrado empeoró, y ya no pude ingerirla. Se asustó cuando vio la escena y me preguntó qué sucedía. Le conté que necesariamente no era malo para un practicante porque nuestros cuerpos eran purificados constantemente, y que sería algo bueno.
Paulatinamente se calmó y se fue a dormir. Continué salivando sangre desde las 9:00 p. m. hasta la media noche. El sangrado se detuvo antes del momento de enviar fuertes pensamientos rectos.
Me levanté las 3:00 a. m. para hacer los ejercicios. Me sentí mareada cuando hice el segundo. El pensamiento que vino a mi mente fue que quizás había sangrado demasiado. Me di cuenta que esto no estaba bien y me dije que era una ilusión, que debía ser interferencia de las viejas fuerzas.
De repente me sentí muy débil y casi caí al suelo. Fui al baño y vomité. Tuve un sudor frío y me sentí muy incómoda. Envié fuertes pensamientos rectos y negué los arreglos de las viejas fuerzas, también le pedí ayuda al Maestro. Los síntomas gradualmente desaparecieron.
Al día siguiente, mi compañera dijo que me veía muy joven y con mucha energía, que Falun Gong debía tener beneficios físicos. Le aclaré la verdad y estuvo de acuerdo en renunciar al partido comunista chino y a sus organizaciones afiliadas.
Todas las cosas buenas y malas se convierten en cosas buenas, tal como dijo el Maestro:
“Cuando atravieses una tribulación verdadera o una prueba, haz el intento; si es difícil de tolerar, trata de tolerar; si parece difícil de realizar y dicen que es difícil, entonces prueba un poco, a ver si realmente va o no va. Si de veras puedes llevarlo a cabo, descubrirás realmente que, ¡tras el verde oscuro del sauce, se hallan resplandecientes flores y otra nueva aldea!” (Zhuan Falun).
Gracias Maestro por sus bendiciones. Estudiaré bien el Fa, seré más diligente y ayudaré a salvar a más personas.